Jorge García: “Es increíble haber hecho mi primer protagónico en Chile”

Jorge García
El actor en una de las escenas de la película, que transcurre en una isla del sur de Chile.

El intérprete de ascendencia chilena, actor icónico de la serie Lost, estrena el 24 de junio en Netflix Nadie sabe que estoy aquí, filme que marca un hito en su carrera. Es su primer protagónico y además representa su primer rodaje en Chile. “En esta película pude mostrar diferentes lados de mi talento”, dice a Culto.


Este diálogo ocurrió en un Santiago de Chile antes de cualquier pandemia y cuarentena. Jorge García (47) se movía ligero por los pasillos de una caserón de la comuna de Providencia. Se le veía satisfecho. Estaba terminando el rodaje de la primera producción que hace en el Chile natal de su padre, Humberto García, y lo más importante, Nadie sabe que estoy aquí, la película en cuestión, venía a marcar un hito en su carrera. Resultó ser la primera donde es el protagonista.

-¿Costos de esta nueva posición, Jorge?

-Es la primera vez que tengo que trabajar todos los días de rodaje y para eso tienes que tener resistencia y tienes que manejar tu tiempo, y si la gente se va a quedar y van a tomar vino en las noches, decir “no, tengo que ir a estudiar un poco”.

Así bromea García a propósito de su sólida carrera como gravitante secundario en series como Becker o en la producción de culto Lost, su verdadero trampolín a la fama mundial como el tranquilo y sensato Hurley, uno de los pasajeros sobrevivientes de un avión estrellado en una isla extraña y peligrosa.

A partir de ahí, las ofertas arreciaron, apareciendo en producciones televisivas tan diversas como Alcatraz o Californication, alcanzando un indiscutido estatus de ícono pop al ilustrar la carátula del octavo álbum del grupo estadounidense Weezer, bautizado precisamente Hurley (2010).

En Nadie sabe que estoy aquí, reciente ganadora del premio a Mejor Nuevo director en el Festival de Tribecca para Gaspar Antillo, Jorge García es Memo, un callado hombre que ayuda en la pesca y diversos trabajos a su tío (Luis Gnecco) en una isla del sur de Chile y cuya reservada vida y constantes secretismos se acaban de improviso. ¿El resultado? Aparece su atormentado pasado.

El actor señala que disfrutó ser parte de un equipo chileno de rodaje y que aceptó trabajar con la productora Fábula, responsable del proyecto, por la calidad de sus trabajos como Jackie, El Club y Una mujer fantástica. La producción llega el miércoles 24 de junio a Netflix y fue grabada entre Frutillar, Puerto Varas, Puerto Octay y los alrededores de Santiago.

“Es increíble haber hecho mi primer protagónico en Chile”, comenta el intérprete. Luego agrega: “El guión fue muy fluido y controlamos cosas en el momento. La relación con el director funcionó muy bien, muy simpático, entre Gaspar (Antillo) y yo he sentido que hemos estado creando a Memo juntos, que Memo va a ser el Frankenstein que creamos entre los dos, y como yo soy el instrumento… a veces digo me preocupa un tanto esto y entre los dos se decide la historia de Memo con mucho respecto y amor. Es una experiencia bien diferente que he tenido”.

-¿Habla poco en la película pero pudo usar más su mirada, no?

-Sí, me dio la oportunidad de actuar con la mirada, con el lenguaje corporal, pero para mí fue mucho más desafiante cuando tuve que decir cosas en castellano, porque como yo no practico todos los días hablando español, así que mi acento está mezclado de todo. En mi casa con mi mamá (cubana) y mi papá (chileno) hablaba en español al principio, en los años de desarrollo que estuve hablando español e inglés al mismo tiempo; y había más cubanos alrededor de nosotros con mis abuelos y amigos de la familia en el sur de California, ese es el sonido que yo oí más que el acento chileno. Mi papá no creo que haya perdido el acento, pero yo no tuve oído para notarlo… porque entre mi papá y mi mamá nunca sentí un acento, aunque todo el mundo que los escucha lo nota, yo lo noté más en los tíos.

Recuerdos

A propósito de esta reconexión con Chile, Jorge García recuerda su anterior visita al país. “Vine hace mucho tiempo, hace más de 30 años que estuve aquí, pero ha sido muy bueno. Ahora estuvimos en el sur y hubo una reunión con mi familia chilena. Fue muy grande”.

-¿Cómo encontró a Chile tras 30 años sin visitarlo?

-Me acuerdo poco de cuando era chico y visité Chile, la verdad. Solamente lo de la casa de mi tío, la casa de mi abuela, un poco de la calle también de mi abuela. En la esquina yo compraba cómics Tribilín y Condorito y un álbum en el que ponía stickers. Y jugaba con mis primos en la piscina. ¡Grandes memorias! Ahora estuve viviendo en Providencia, que se parece un poco a Burbank en Los Angeles. Me encantó.

De vuelta en Estados Unidos, en el equipo de lucha libre de la secundaria le llamaban Baby faced killer: “Ese sobrenombre por mi cara de inocente y todos pensaban que conmigo iba a ser fácil y les sorprendía que yo tenía un poco más de habilidades de lo que pensaban. Yo no ganaba al principio, pero hice un clic, que tenía que ser más agresivo, entonces empecé a mejorar”.

Lo mismo podría decirse que aplicó como fórmula a su carrera de actor. Trabajó en sus inicios en sitios como la tienda de libros Borders y se empeñó en lograr éxito como actor. Pero no pasaba absolutamente nada.

“Hasta que conseguí un piloto para un show en un canal que se llamaba UPN y pude dejar el trabajo en Borders”. En ese tiempo no tenía ni para la renta, le ayudaban amigos del trabajo y su familia. Pero hoy en día vive en Hawaii bastante bien.

“Yo tengo una casa grande, no voy a mentir, estoy viviendo mejor que otros amigos actores que tengo desde la época de la escuela de actuación… pero ahora ellos pueden venir a nadar a mi piscina, lo que es una cosa buena, ahora yo puedo pagarles la cuenta. Eso comenzó cuando estaba trabajando en la tienda Borders que yo tenía un amigo que empezó a tener un nuevo trabajo, y bueno salíamos a un bar y él pagaba porque sabía que nosotros solamente vendíamos libros”.

.¿Cuál fue el momento en que cambió todo para usted?

-J. J. Abrams. Eso fue lo que me pasó. Hurley (el personaje de Lost) al principio no era latino, era como un redneck… pero yo hice Curb your enthusiasm y ahí me vio J.J. Abrams, entonces me llamaron para hacer a Hurley. Entonces después de eso… bueno ahora tenemos que escribir backstory para todo, entonces el escritor que hizo el diseño tempranamente, que se llama Javier Grillo-Marxuach, dijo “vamos a cambiar, Hurley es un sobrenombre y le vamos a llamar Hugo Reyes”. Y ahí empezó a ponerle un poco más color al personaje, y desde eso Hurley ha abierto muchas puertas.

-Incluso de la canción. Canta increíble en la película.

-Me gustaba cantar, cantando y bailando disfruto mucho siempre. Me gusta mi voz, como áspera… cuando estuve en el college, por ahí, también empezamos una banda con mis roommates y hacíamos fiestas y bailes. Canté Weezer tres o cuatro veces, en los conciertos yo salí y canté como un dueto con (el vocalista) Rivers Cuomo. Sí, siempre me ha gustado la música, es como un escape. En esta película voy a poder mostrar ese lado musical y creo que la película entera va a ser una sorpresa para muchas cosas, mostrar diferentes lados de mi talento.

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