En época de viajes cancelados y muchas fronteras aún cerradas, la película chilena Algunas bestias viaja a España.
Aunque también resultaría válido decir que llegó en septiembre a la península ibérica y nunca se fue: el filme tuvo su estreno mundial en el Festival de San Sebastián 2019 y de allí el director Jorge Riquelme Serrano se trajo el premio Nuevos Directores, rodeado de un elenco integrado entre otros por Alfredo Castro, Paulina García y Gastón Salgado. Un reconocimiento que alguna vez ganaron el francés Laurent Cantet o el coreano Bong Joon-ho.
Exactos nueve meses después de esa primera función la cinta saldrá a salas españolas, marcando uno de los primeros estrenos de los cines de ese país, reabiertos paulatinamente desde la semana pasada. Además, fuera de películas que se están mostrando en festivales que adoptaron una modalidad virtual por la pandemia, será el primer estreno chileno en el extranjero desde marzo.
Y, en última instancia, es un título postergado por la emergencia, tanto en España como en Chile, donde inicialmente llegaría en mayo. Todo le cabe al filme, un thriller ambientado en una isla del sur del país, con elementos de terror e incluso comedia.
“La otra opción era volver a reagendar y esperar a ver cómo reaccionaba la gente con las salas y apostar a más adelante, haber esperado un poco más a que se normalizara todo. Pero nos gustó la opción de ir en primera línea”, reconoce Riquelme sobre las fechas que manejaron con El Sur Films, el distribuidor español de la película, que ha estrenado en ese país Manifesto, con Cate Blanchett, y la animada The breadwinner.
Así, a menos que la pandemia obligue a otro giro, a partir del próximo viernes diez ciudades recibirán el filme. Una cinta que, sin ser una historia de sobrevivencia, habla coincidentemente de un encierro: el de una familia compuesta por padres, abuelos e hijos que se va de viaje a una apartada isla y quedan varados cuando el lugareño que los acompaña desaparece.
“No siento que estén en riesgo las vidas de los personajes, sino que su comodidad, con cada vez menos alimento, si quieres ir al baño tienes que cargar el estanque. Todas esas cosas de cotidianidad hacen que aparezcan las bestias”, dice el cineasta detrás de Camaleón, interesado en plantear su nueva película como un espejo de la sociedad chilena, “la sensación de abuso de este país, las rabias acumuladas, el clasismo, el doble estándar del chileno, las apariencias”, describe.
Bajo esa ambición, la película se filmó durante apenas diez días entre abril y mayo de 2018 en la isla Helvecia (frente a las costas de Calbuco), también con Millaray Lobos, Andrew Bargsted y Consuelo Carreño. “Es contemporánea, hay redes sociales, hay internet, es de estos tiempos”, señala. “Siento que la película retrata el síntoma de lo que se estaba viviendo en Chile, ese falso bienestar económico y social, realmente había mucha rabia, muchas cosas guardadas”, plantea sobre la película que también ganó dos premios en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y tiene distribuidor en EE.UU., Francia y Brasil.
En días de hegemonía del streaming, Riquelme también defiende la experiencia de ir al cine comparándolo con “ir a un concierto y escuchar un concierto grabado en tu computador, la emoción y la intensidad es mucho más grande en una sala de cine”. En el caso de su llegada a España, sostiene que “no tenemos pretensión de audiencia, pero sí creo que hay una valentía y un interés de nosotros porque la película salga. No sé cómo irá a suceder, en verdad es un misterio. Espero que estén las normas de seguridad y que la gente pueda ir”.
En Chile Algunas bestias planeaba para después de su paso por salas (hoy sin fecha) llegar a Onda Media, la plataforma gratuita del cine local que ha vivido un auge en el encierro. “Creo que es algo maravilloso que está sucediendo, porque el cine chileno arrastra un estigma de crítica y de miramiento en menos de parte de nuestro propio público, siendo que es una de las cinematografías más fuertes internacionalmente, en todos los festivales a los que fui siempre había mucho chileno y siempre muy valorado”, opina. “Es bueno que, aunque sea desde su computador, el público empiece a consumir cine chileno para que se den cuenta que no es lo que piensan, que no es El chacotero sentimental o Machuca, hay 300 películas más”.