Corto chileno Julieta y la Luna triunfa en el Festival de Huesca
Con esta producción que reconstruye una historia de abuso infantil, Milena Castro Etcheberry conquistó el sábado el primer premio en la categoría documental del certamen español. “Es una forma de catarsis para temas tabú que son muy difíciles dentro de la familia”, aclara la realizadora.
“En medio de tiempos dolorosos, una proyección nos da felicidad”, escribió Milena Castro Etcheberry el 13 de junio en su Facebook, a horas del estreno mundial de su cortometraje Julieta y la Luna, en el 48° Festival Internacional de Cine de Huesca. “Esto es por y para todas las Julietas”, remató.
Una semana después, la chilena volvió a postear: “Felices, orgullosos y agradecidos. No solo un premio hermoso, sino que un recordatorio para seguir aprendiendo y trabajando. ¡Esto es para todas las Julietas!”
Julieta y la Luna, el corto que cuenta con guion de Milena Castro y con la producción de Vicente Rioseco Vargas había ganado el primer lugar del festival español en la categoría de documental, adjudicándose así uno de los tres Premios Danzantes. En tanto, el sueco Alive, de Jimmy Olsson, y el español Ni oblit ni perdó, de Jordi Boquet Claramunt, fueron galardonados en las categorías internacional e iberoamericano, respectivamente. Los organizadores del evento destacaron que las tres producciones clasifican de forma directa para la preselección de los Premios Oscar de Hollywood.
El jurado destacó la “delicada aproximación a tratar con secretos familiares” del corto de Milena Castro y también la creación de “una atmósfera misteriosa y fantasmagórica”.
La producción toma la voz de Julieta (26), quien reconstruye el abuso sexual que sufrió, al interior de su familia, cuando tenía 9 años. Al recorrer la casa donde sucedió, se proyectan sobre los muros fotografías familiares y, en la oscuridad, solo la Luna es testigo del delito.
“Ha sido extraño participar desde la casa en un festival donde se produce nuestro estreno. Allá en España está más controlada la pandemia, entonces hubo eventos presenciales, con medidas de prevención y nos empezaron a llegar muchos mensajes de gente que la había visto y nos decía que les había llegado muy fuerte, que era una joya. Ya con esto, estábamos en llamas”, comenta Milena Castro, chillaneja. “Cuando supimos que ganamos el primer lugar, explotamos”, agrega.
La cineasta reconoce que hubo un trabajo fuerte con su propia familia, a la cual pertenece la protagonista del corto: “Hicimos una reconstrucción, con bastante trabajo emocional. Lo audiovisual ayuda a crear una conciencia distinta; aunque están presentes los hechos, sigue siendo una pieza audiovisual. Así que es una forma de catarsis para temas tabú que son muy difíciles dentro de la familia. Sabemos que no somos los únicos, que lamentablemente es un tema mucho más grande y por eso se lo dedicamos a todas las Julietas”.
Este documental experimental corresponde al proyecto de título de Castro, quien estudió Dirección Audiovisual en la Universidad Católica de Chile, titulándose en 2018. La misma carrera está completando el maucho Vicente Rioseco, quien además de ser productor del premiado cortometraje de siete minutos, estuvo también a cargo de la dirección de fotografía. Con dirección de arte de Javiera Sandoval, el montaje lo hizo la propia Castro, y la producción ejecutiva es de la Universidad Católica de Chile y Avispa Cine.
Ya están trabajando para el estreno nacional, está en proceso la definición del cuándo y cómo. “Depende un poco de la pandemia”, confirma Castro.
El Festival de Huesca combinó sesiones en sala, con público, online y en autocine, y participaron 80 obras de 30 países. El jurado lo integraron, entre otros, el realizador mexicano Celso García, la productora y cineasta española Chelo Loureiro y la directora del festival italiano Concorto, Claudia Praolini.
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