“Es hasta ahora el drama del año”, planteaba The Guardian a inicios de mes, cuando comenzó a emitirse en Inglaterra cada lunes y martes I may destroy you. Opinión que se expandió en la recepción estadounidense y se replicó desde la semana pasada en los comentarios iniciales en Latinoamérica, cuando la serie británica llegó con su primer episodio a HBO y HBO Go. Luego de un año tibio, el canal parece haber encontrado un acierto rotundo.
La ficción creada y protagonizada por Michaela Coel (32) alcanza tal vuelo pese a un inicio que fluye casi sin pretensiones, situado en la despedida de una pareja en un barrio de Roma, con ella anhelando un compromiso más serio que el que desea su amigo italiano. Luego la serie despeja que la mujer, Arabella (Coel), es una joven escritora que logró éxito con un primer libro basado en lo que contaba en su cuenta de Twitter y que su siguiente novela está estancada pese a que el viaje a Italia supuestamente era para que progresara en su creación. Pero fue lo que menos hizo en su estadía y está a contrarreloj para entregar un borrador.
En ese regreso a Inglaterra, una noche sale con amigos y al día siguiente solo recuerda fragmentos. En uno de ellos está un hombre jadeando sobre ella en un baño público, mientras que el resto de sus recuerdos también apuntan a que algo terrible sucedió. En sus 12 capítulos -los lunes a las 22 horas por HBO- la serie trata de reconstruir lo que ocurrió esa noche, girando también sobre los mejores amigos de Arabella: Terry (Weruche Opia), una aspirante actriz, y Kwame (Paapa Essiedu), un hombre gay que frecuenta la aplicación Grindr. Los personajes con los que la ficción arma una radiografía a parte de una generación sexualmente libre y con dudas y sueños muy propios.
En todos los casos sus historias están cruzadas por el consentimiento sexual. Un punto clave de la discusión pública de los últimos años y que en la era MeToo ha aumentado su presencia en series y películas. En el caso de I may destroy you los efectos de la violación repercuten en cómo está narrada: a veces confusa, con un ritmo singular, aunque siempre atrapante.
La historia se inspira libremente en las propias experiencias de Michaela Coel, quien contó en el Festival de Edimburgo de 2018 que un ejecutivo del canal Channel 4 intentó agredirla sexualmente mientras estaba escribiendo la segunda temporada de la serie Chewing gum (el título que la dio a conocer y por el que ganó un BAFTA). También vista en dos episodios de Black mirror, la actriz de padres ghaneses relató que la señal no le brindó apoyo.
Parte de los elogios hacia su nueva ficción se han volcado a cómo trata el abuso y a las víctimas de este. “Incluso las representaciones más sensibles de la violación y sus secuelas, como el docudrama de Netflix Unbelievable, por lo demás excelente, terminan reduciendo a estos personajes a puntos en una cuadrícula”, señala la revista Time, consagrando que a fin de cuentas en I may destroy you, “más que la historia de una mujer que fue violada, Coel cuenta la historia de cómo una escritora que vive una vida sin analizar se conoce a sí misma”.
El portal IndieWire sostiene que “el público tendrá dificultades para definirlo en un género específico, ya que evita ofrecer una respuesta definitiva a la pregunta (…) es a la vez un drama, una comedia, pero también una curiosidad. Sin embargo, es una mezcla que Coel navega hábilmente”.
Un punto que hasta ahora no ha hecho que la serie deje de crecer. La crítica está rendida ante su propuesta y su culto parece solo estar comenzando.