—Voy a hacer un tema nuevo. Se llama “Bajan”.
A la altura del track 22 del recién publicado Presentación Artaud - 1973 - Teatro Astral (en vivo), Luis Alberto Spinetta despliega uno de los momentos más altos de su repertorio acústico en los días en que Pescado Rabioso era un capítulo que quería cerrar.
La banda que formó a fines de 1971 se había separado a mediados de año porque el resto de sus integrantes no aceptaban ni entendían la visión musical del “Flaco” y dejaron de responder a su convocatoria hasta dejarlo solo.
Así surgió Artaud, un disco clave en la historia del rock argentino y una provocación que daría cuenta del genio de Spinetta.
Desde la tapa, deforme y no apta para las bateas debido a su diseño de trapecio irregular, que el músico llamó la atención.
En el sobre interno del álbum figuraba un “Informe frío” con información y créditos diseñados como un prospecto que ponía las cosas en orden sobre la banda, según detalla Sergio Marchi en el libro Ruido de magia (Planeta, 2019).
—Pescado Rabioso es una idea musical creada en 1971 por Luis Alberto Spinetta —se lee allí—. A través de esta idea tocaron en grabaciones y actuaciones los siguientes músicos: Juan Carlos Amaya, Osvaldo Frascino, Carlos Miguel Cutaia y David Oscar Lebón. Los músicos que aparecen en este disco solo están ligados a la idea Pescado Rabioso por las circunstancias de la grabación y a expreso pedido de Luis Alberto Spinetta.
El texto era un viejo enojo que Spinetta le había ventilado al periodista y promotor de conciertos Miguel Grinberg varios meses atrás, durante una caminata por el Parque Centenario de Buenos Aires.
—Luis quería explorar, tenía necesidades creativas y me dijo que con Pescado no recibía ecos de su artaudismo. En esa época yo organizaba reuniones en el Parque Centenario entre público y músicos de rock, Luis vino y me dijo que me quería hablar para contarme que había roto con todo el mundo, con Pescado, con Oscar López. Solo quería trabajar conmigo. Y me pidió que organizara el recital del Teatro Astral, que finalmente fueron dos y otro más en el Atenas de La Plata —cuenta Grinberg a Marchi—. Ese fue el réquiem para Pescado Rabioso.
Con mi guitarra acústica
Para el concierto, en la mente de Spinetta se había clavado una idea fija: brindar algo más que un simple show con su guitarra, y es por eso que en el Astral, antes del show, como se oye en el primer track, hubo proyecciones de extractos de cine europeo con rock progresivo.
A El gabinete del Dr. Caligari, del alemán Robert Wiene, se sumaron imágenes de Un perro andaluz, del español Luis Buñuel, musicalizadas con temas de Dark side of the moon, de Pink Floyd, y el compilado War heroes de Jimi Hendrix.
—Yo llevé un espejo muy grande de la casa de mis viejos, que era el espejo interno del placard —cuenta Grinberg—. Lo transporté en el subte para que pudiera proyectar las películas en una pantalla ubicada en el escenario.
También se repartió un manifiesto escrito por el músico titulado Rock. Música Dura. La Suicidada por la Sociedad, donde trató de clarificar algunas cuestiones relacionadas al rock, al comercio, al rol del público, a la complacencia de algunos músicos, y enarbola una serie de denuncias de las cuales no se autoexcluye:
Denuncio finalmente a mi yo enfermo por impedir que mi centro de energía esencial domine este lenguaje al punto que provoque una total transformación en mí y en quien se acerque a esto. El rock, música dura, cambia y se modifica, en un intento de transformación.
En uno de los interludios el Flaco da crédito a los temas ajenos, “The great gig in the sky”, de Pink Floyd, y “Tax free” de Hendrix; dedica el disco al creador del Teatro de la crueldad, el poeta francés Antonin Artaud, y se detiene sobre un asunto central para el disco:
—Ante toda esa música muy elucubrada y toda esa música que ustedes están conociendo por ahí, que muy elucubrada o no tiene cierta y determinada complejidad, aunque sea una complejidad de bola de ruido con la cual no estoy de acuerdo, yo quiero tocar para ustedes hoy con mi guitarra acústica.
Así es como los hippies se divierten
Según detalla el libro de Sergio Marchi, nadie recuerda a ciencia cierta las fechas exactas de los conciertos en el Astral. De las dos que circulan, solo la del 28 de octubre de 1973 es la fecha real del segundo show. La primera, precisada como 23 de octubre de 1973, según el escritor y crítico musical es imposible porque ese día cayó martes, y ambos recitales se hicieron domingos a la mañana.
Lo cierto es que cada uno tuvo una lista de temas diferente, más allá de las canciones de Artaud, con los temas más acústicos de Pescado Rabioso, como “Dulce 3 nocturno”, “La cereza del zar” y “Credulidad”, algunos momentos de Almendra, “A estos hombres tristes” y “Que el viento borró tus manos”, y una cantidad de temas inéditos y el constante diálogo de Spinetta con el público, que se vuelve molesto cuando sus parlamentos se hacen largos.
—Es un público muy efusivo —describe en algún momento del concierto—.
En varios pasajes Spinetta prueba su paciencia al momento de hacer callar a algún gritón, pero también asoman sus dotes de humorista como cuando en una discusión entre el público pone voz de noticiero y describe:
—¡Y así es como los hippies se divierten! —provocando la risotada general—.
Cuando apareció en octubre de 1973, Artaud fue lanzado sin promoción especial junto a otros nueve discos, entre ellos el debut de David Lebón, Color humano 3, el tercero de Aquelarre, Brumas, y Confesiones de invierno de Sui Generis.
Pero las ideas del Flaco le reservaron un protagonismo especial dentro del parnaso argentino, por algo Artaud fue escogido en el primer lugar entre Los 100 mejores álbumes del rock argentino (2007) según Rolling Stone.
Sergio Marchi establece que la creatividad de Spinetta durante 1972 y 1973, por así decirlo el período vital de Pescado Rabioso, “fue tan formidable como la que manifestó durante la duración de Almendra. Si no más, porque Luis estaba trabajando al mismo tiempo en otro cuerpo de canciones completamente diferentes con otros músicos que no eran los de Pescado. Pero eso era el futuro que casi casi se le superponía con el presente que trataba de cerrar para enviarlo al pasado”.
Al comenzar el recital, cuando subió solo al escenario del teatro de Avenida Corrientes, Spinetta comenzó diciendo:
—Mucha gente, mucho clima, estoy muy contento. Solo que anoche mientras dormía tuve un sueño en el que metía las manos en una pintura verde y amanecí así, loco.
Enseguida mostró sus manos enfundadas en dos guantes verdes, los que después de un forcejeo logró sacarse causando una breve explosión de talco.