Kali Uchis, cantante colombiana-estadounidense: “El racismo también existe en la industria latina”

Las etiquetas no son parte del universo de Kali Uchis. Hija de padre colombiano y madre estadounidense, abiertamente bisexual y colaboradora de nombres tan diversos como Snoop Dogg, Juanes y Gorillaz, la cantante ha hecho una carrera al margen de los preestablecido con una aplaudida discografía donde conviven retazos del soul, el reggae, el rap, el R&B y el doo-wop de los años 60. “Nunca me han importado mucho los géneros”, dice como declaración de principios la cantautora desde Los Angeles, donde en el último mes se ha alzado como una de las artistas más activas en las protestas callejeras por el asesinato de George Floyd.

“Es muy emocionante sentirse parte de una causa de tantas personas sabiendo que va a llevar a un cambio histórico, porque años atrás, cuando vivía cerca de Washington, marché con el movimiento pero casi no había gente”, cuenta Uchis, una de las estrellas anunciadas para el postergado Lollapalooza chileno de este año (“si el festival se reprograma lo voy a hacer”, anuncia), quien se manifiesta en las calles y en la web en solidaridad con el Black Lives Matter, sin perder de vista las problemáticas particulares con las que conviven los latinos en Estados Unidos.

Kali Uchis iba a debutar en Lollapalooza Chile. Foto: Pegah Farahmand-Mobarekeh

“Creo que todavía tenemos que reconocer muchas cosas, como que el racismo también existe en la industria latina. Que no es una coincidencia que los artistas más exitosos, los que tienen más privilegios y oportunidades, son aquellos que no tienen piel negra”, afirma.

Los últimos cambios anunciados por el Grammy y los grandes sellos discográficos en Norteamérica, que entre otras cosas decidieron eliminar el término “urbano” para referirse a la música hecha por personas negras, es algo que para la cantante va en la dirección correcta, aunque lo considera insuficiente.

“Es importante que estemos teniendo estas conversaciones pero hay mucho más trabajo que hacer fuera de los géneros. Por ejemplo en la música latina tenemos que abrir muchos más espacios para los afrolatinos. Y en Estados Unidos necesitamos demostrar que no hay solo un tipo de latinos”, comenta Uchis, quien en abril sacó un EP terminado en su casa (To feel alive) y prepara el lanzamiento de su próximo álbum, el primero cantado en español. “Aquí hay personas no latinas que están haciendo el intento de escuchar música en español, más que antes, aunque no sé si lo mío será aceptado. La verdad, no me importa demasiado”, cierra.

Jessie Reyez, cantante canadiense: “Nada de lo que hagamos revivirá a quienes murieron”

En un mundo paralelo, 2020 debió haber sido el año de la consolidación para Jessie Reyez (29). Tras su primera nominación al Grammy, la artista canadiense tenía programadas una serie de fechas como número de apertura de Billie Eilish, su debut en el cancelado festival Coachella y una serie de hitos relacionados con Before love came to kill us, su primer LP lanzado en marzo. Pero mientras la pandemia cancelaba todos sus planes, la cantante de R&B encontró en el Black Lives Matter un motivo por el cual seguir luchando.

Jessie Reyez tiene colaboraciones con artistas como Karol G y Carlos Vives. Foto: Phillip Harris

“No me parece importante hacerle promoción a mi música ahora”, reconoce la solista, que en el último mes tiñó de negro Instagram, comenzó debatir con sus fans en redes sociales y se sumó a las protestas callejeras en busca de “Justicia para Regis”, un movimiento ciudadano surgido en Toronto a la par del Black Lives Matter, tras la confusa muerte de Regis Korchinski-Paquet en marzo en dicha ciudad.

“En Canadá también existe brutalidad policial y por eso la gente se unió. Es lindo ver a la gente reunida, apoyando, emocionada en busca de justicia. Pero al mismo tiempo duele, porque podemos cambiar el futuro pero nada de lo que hagamos va a revivir a quienes murieron”, comenta Reyez, quien por estos días interpela públicamente a los sellos discográficos de su país para exigir medidas concretas en torno a la diversidad de sus empleados.

Hace dos años, la cantante junto a otras artistas denunció al productor y rapero Detail de comportamiento sexual inapropiado, involucrándose de lleno en el movimiento MeToo. Por esos días escuchó una pregunta que hoy ocupa como bandera: Si solo los oprimidos se manifiestan, ¿cómo van a cambiar las cosas? “Para generar cambios tenemos que enfocarnos en lo macro y en lo micro. Cambiar la legislación, claro, pero también la forma en la que interactuamos con los que opinan distinto. Yo por ejemplo tengo fans que no sé cómo pero me siguen y son racistas. Allí tengo una oportunidad para informar a esa persona”, explica la autora de Figures.

En su último videoclip, Intruders, Reyez se transforma en una suerte de Pocahontas para hablar del colonialismo y establecer un paralelo con la sociedad actual. Además, anunció que el 100% de los ingresos del video serán destinados la organización Know your rights del futbolista Colin Kaepernick. “Si uno tiene un micrófono tiene que aprovechar esa ventaja para apoyar una causa que importa”, asegura.

Un cuestionamiento al pasado

El cine tuvo el caso más comentado de las últimas semanas, con el retiro y posterior reposición de Lo que el viento se llevó en la plataforma de streaming HBO Max. Cumpliendo con lo que la compañía había anunciado, desde el miércoles se puede ver precedida por un segmento de contextualización de cuatro minutos a cargo de la doctora de la Universidad de Chicago y especialista en cine Jacqueline Stewart, quien advierte que la cinta “niega los horrores de la esclavitud y su legado de desigualdad racial”. Un segundo video muestra un panel de una hora donde se debate sobre el “complicado legado” del filme de 1939.

En tanto, mientras episodios de series son removidos por el uso de blackface (blancos con maquillaje oscuro) hay voces que se preguntan por otros títulos que han empleado este recurso, como la comedia Tropic thunder, donde Robert Downey Jr. encarna a un actor que se somete a una cirugía para oscurecer su piel antes de interpretar a un personaje negro. Rol que lo tuvo nominado al Oscar y que defendió a inicios de año señalando que buscaba mostrar la “hipocresía loca de los artistas”.

Kirk Lazarus, el rol que le dio una nominación a los Oscar a Downey Jr. Foto: DreamWorks

De las comedias a Los Simpson

Cops y Live PD fueron los dos primeros programas cancelados a raíz del momento que vive EE.UU., pero no son los únicos títulos que han vivido cambios. Centrada en estación de policía, la sitcom Brooklyn Nine-Nine desechó cuatro episodios de su octavo ciclo y lo que le espera es comenzar “desde cero”, dijo el actor Terry Crews. También en el terreno de la comedia, 30 Rock, Scrubs y The office son parte de los títulos que han eliminado o editado capítulos a petición de sus creadores, por el uso de blackface.

Una apuesta recurrente que también fue parte de Saturday night live. Aunque el histórico espacio ha hecho esfuerzos por ser más inclusivo, The Washington Post apuntó al “legado desigual” de este, consignando que hay “sketches que perpetúan los estereotipos raciales en lugar de subvertirlos”.

De golpe, las series animadas han complejizado la polémica, después que actores blancos como Mike Henry (Padre de familia) y Kristen Bell (Central Park) informaran esta semana que abandonarán a sus personajes negros o birraciales. “Cada vez que un actor blanco le da voz a un personaje no blanco, es otra oportunidad que no se le brinda a un actor de color talentoso y calificado”, señaló al portal The Grio la creadora del hashtag #OscarsSoWhite, April Reign.

La serie Brooklyn Nine-Nine sufrirá cambios importantes en su nuevo ciclo. Foto: NBC

Y ayer, cerrando una semana de múltiples movimientos que parecen definitivos, Los Simpson comunicó que no volverá a contar con intérpretes blancos a cargo de roles que no lo sean, sumándose a que previamente el actor Hank Azaria confirmó que dejaría de interpretar a Apu.