La ficción turca entre el éxito global y la censura local
La ascendente producción turca de contenidos para Netflix se vio frenada con la negativa que recibió para grabar su nuevo proyecto: una serie que incluía un personaje gay, algo que el régimen de Erdogan prohíbe en la industria local.
De la mano de títulos como Dark o La casa de papel, las incursiones de Netflix fuera de Estados Unidos o el mundo anglosajón han prosperado bajo una lógica que ha transformado en una de sus directrices: lo que funciona en Europa del Este también puede funcionar en Latinoamérica, lo que nace en África puede conectar en Estados Unidos. Al final, el contenido no sabe de nacionalidades.
Bajo esa idea, que progresivamente también han incorporado otras plataformas, Netflix anunció en marzo seis nuevas producciones en Turquía, poco antes que el planeta se viera completamente sumergido en la pandemia. El conteo incluía un reality deportivo, la primera película original en ese país (Tren a mi destino), una tercera temporada de The gift -el segundo título que lanzó en ese país tras la recién concluida The protector- y tres series de ficción.
Entre éstas últimas, If only abría el despliegue de nuevas series con ambición global gracias al streaming, con la historia de Reyhan (Özge Özpirinçci), una mujer infeliz en su matrimonio que tiene la posibilidad de viajar en el tiempo hasta el instante en que aceptó el compromiso. “Turquía, con su riqueza histórica y su impresionante patrimonio cultural, alberga numerosos relatos aún por narrar”, celebraba en ese momento Pelin Distas, directora de contenidos originales de Netflix para ese país.
Pero If only se encontró con inconvenientes asociados a la restricción en la libertad de expresión del régimen de Recep Tayyip Erdogan. Luego de no obtener permisos para la filmación por parte del gobierno turco, a raíz de la inclusión de un personaje gay en la trama, Netflix decidió suspender el proyecto pese a que ya había iniciado su preproducción, por lo que no se realizará.
Si bien el caso de censura estalló por completo ayer, la actriz turca Özge Özpirinçci daba luces de la complejidad de la industria en una entrevista concedida a Culto la semana pasada, por su rol en la teleserie Fuerza de mujer (TVN). “Lamentablemente, a la hora de crear contenido aún hay mucha censura. La homosexualidad sigue siendo un tema tabú en nuestro país y los personajes homosexuales no son más que una caricatura en cualquiera de las series televisivas que se emiten en los canales nacionales”, señalaba la también protagonista de If only.
Cumplir con la conservadora legislación local no es algo nuevo para el sector audiovisual turco, conocido por restringir las escenas de besos así como evitar las que incluyen alcohol y cigarros. Siguiendo esas reglas el medio ha cimentado uno de los mayores fenómenos de la ficción en los últimos años, con títulos como Las mil y una noches y El sultán siendo éxitos en diversos países. Pero los roces con el streaming parecen encontrar su punto más tenso con el caso de If only.
Producida por la misma compañía (Ay Yapým) y estrenada en abril en Netflix, la serie Amor 101 generó controversia en ese país cuando se sugirió que uno de sus personajes sería gay. Aunque la firma no expresó que haya recibido presiones, el presidente del Consejo Supremo de Radio y Televisión de Turquía (RTÜK por sus siglas) indicó que “los estamos observando de cerca. No podemos pasar por alto el contenido de las publicaciones que pueden afectar negativamente el desarrollo físico y mental de niños y jóvenes”.
Fuera de los casos locales, La casa de papel también generó incomodidad en 2018. En abril de ese año el hit español lanzó un spot exclusivo para el mercado otomano, con los característicos personajes de traje rojo y máscara de Dalí en medio de las calles de Estambul. Un gesto que llevó a que políticos como Melih Gökçek, miembro del Partido de la Justicia y el Desarrollo de Turquía, solicitaran que “los servicios secretos intervengan”, dado que la serie se había transformado en “un símbolo de rebeldía”. Curiosamente, como reveló el documental El fenómeno, Turquía es uno de los países del mundo donde la ficción española es más exitosa.
La ofensiva contra ese título no terminó como Designated survivor, que en un episodio de su segunda temporada tenía como villano a un presidente turco. y debió retirarlo luego de las presiones de la autoridad. Una determinación que antes había tomado en Arabia Saudita con Patriot act with Hasan Minhaj.
Pese a la controversia con If only, Netflix salió a aclarar que seguirá adelante con sus proyectos en Turquía. “Estamos orgullosos del increíble talento con el que trabajamos”, dijeron. Si es así, la compañía continuará lidiando con las contradicciones de una industria que genera millones pero que mantiene parámetros poco adecuados al mundo actual.
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