Olivia de Havilland, conocida por su rol de Melania en Lo que el viento se llevó, vivía retirada en Francia, cerca de París, donde ha fallecido a los 104 años.

Según fuentes de Entertainment Weekly, la intérprete que aparecía en público apenas en contadas ocasiones, como cuando entregó un Oscar en 2003, murió "en paz mientras dormía".

Ganadora de dos estatuillas de los Oscar y considerada una de las mejores actrices de la era dorada de Hollywood, Olivia de Havilland también ha sido la comidilla de los tabloides por su enemistad con Joan Fontaine.

Hace unos años, la actriz se atrevió a hablar del supuesto odio hacia su hermana, que había esquivado durante décadas. “Una disputa implica una conducta hostil entre dos partes”, señaló entonces a los medios, “no puedo pensar en un solo caso en el que iniciase un comportamiento hostil, pero puedo pensar en muchas ocasiones en las que mi reacción fue de defensa ante un comportamiento desconsiderado de ella”.

Los roces entre ambas se remontan a la ceremonia de los Oscar de 1942, cuando competían por el premio a Mejor actriz. Sin embargo, Olivia apuntó que el recelo surgió realmente cuando eran apenas unas niñas.

Nacida en Tokio en 1916, Olivia de Havilland se casó dos veces. Primero con Marcus Goodrich y luego con Pierre Galante, del que también se divorció en 1979 y al que, pese a sus diferencias, cuidó en su lecho de muerte. Desde entonces, la actriz vivió sin “complicaciones sentimentales” en su casa de París.

El contrato que firmó con Warner a mediados de los años 30 le permitió volverse uno de los rostros más reconocibles de la gran pantalla gracias a la pareja que formó con Errol Flynn en películas como El capitán Blood (1935) o Robin de los bosques (1938).

Aunque su papel de Melania en Lo que el viento se llevó (1939), y los personajes que interpretó en cintas como La vida íntima de Julia Norris (1947) o La heredera (1949) le dieron prestigio y la convirtieron en una de las mejores actrices de la historia.