De drama carcelario a western: la reinvención final de Vis a Vis

Vis a Vis El Oasis

Tras despedirse dos veces, la serie clave del boom español regresa otra vez en El Oasis, que llega mañana a Netflix.


El productor español Iván Escobar ha hablado en los últimos meses de una especie de justicia poética al momento de describir a las protagonistas de la serie Vis a vis en su nueva historia: luego de años encerradas, las reclusas de traje amarillo por fin salen a disfrutar de su libertad, según muestra Vis a vis: El Oasis, estrenada en abril en España y mañana en Netflix, mientras buena parte del mundo sigue sometido al encierro.

Mezcla de quinta temporada y spin-off de la producción crucial del boom español de las series, la ficción es la última vuelta de un título que pese a su éxito actual ya ha emitido un par de despedidas, primero en 2016, cuando fue cancelado por Antena 3, y luego en 2019, con el adiós que Escobar, su principal creador, definió junto a Fox España, en un cuarto y final ciclo que integró a Benjamín Vicuña.

Si el fenómeno en el streaming de La casa de papel propició nuevos episodios en Netflix, hoy en preparación de una quinta temporada, el arrastre en su país y en el resto del mundo de Vis a vis -de la mano de la plataforma, que tiene todos sus capítulos en Latinoamérica- gatilló el origen de El Oasis. Una continuación que se nutre de elementos del western e imagina a dos de sus personajes principales como si fuesen una pareja de pistoleros a cargo de un asalto final, Macarena (Maggie Civantos) y la antagonista Zulema (Najwa Nimri).

Lejos de los barrotes, los motines y las particularidades de la cárcel de la trama original, Cruz del Norte, los ocho episodios abren una nueva historia situada en el desierto de Almería y en un hotel de la zona -El Oasis del título-, revelando el vínculo de amor y odio de las protagonistas, en un hábitat nunca visto en su universo y al mismo tiempo reunidas por una última vez, como “esos matrimonios que antes de separarse deciden tener un hijo”, ha explicado su creador. En este caso, el propósito de las exreclusas es el robo de una tiara de diamantes de la hija de un narco durante su boda.

En esa trama en el desierto -que ayuda a conservar el amarillo de la serie- la única figura de Vis a vis que regresa en un rol protagónico es Goya (Itziar Castro), parte de la banda que convoca la dupla central junto a personajes nuevos. En una aparición más pequeña también está la vuelta de la actriz Alba Flores, aquí Saray y Nairobi en La casa de papel, mientras que Maggie Civantos retorna en un rol clave después de tener un papel más reducido en la tercera y cuarta temporada.

Es una inmersión en un mundo nuevo, en un registro inédito para la serie -que salta del drama carcelario a dialogar con elementos del western-, de la mano de dos personajes conocidos. Pero El Oasis abre y enseguida cierra una etapa, como un resurgir con conclusión inmediata. Su creador ha insistido en que este sí es el fin de Vis a vis. Salvo que el furor de los seguidores genere nuevas ideas, uno de los títulos claves del fenómeno español llega hasta aquí.

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