Parece algo increíble. Pero si hubo alguien que se acercara a esa palabra, era justamente Michael Jackson. El “Rey del Pop”, como lo narraron los productores de la película X-Men (2000), en su minuto audicionó para un papel en la película.
Ocurre que desde la producción del filme invitaron a unas pocas estrellas para que audicionaran para la película. Entre otras, estaban la cantante Mariah Carey y el crack de la NBA, Shaquille O’Neal.
Así fue como un día apareció Michael Jackson. Presto, pidió hablar con el director, Bryan Singer, y ante él realizó su audición.
Ese día, Jackson llegó con una “presentación elaborada” durante su audición informal, y les presentó a los productores el cortometraje de terror Ghosts (1996), el cual produjo, co-escribió el guión, hizo la música y además actuó. En la ocasión, se le vio interpretar –entre otros personajes– a un hombre blanco de 60 años.
Sorprendidos ante lo que veían, Shuler Donner, uno de los productores le dijo al hombre de “Billie Jean”:
- ¿Sabes que Xavier es un hombre blanco mayor?
- Oh, sí. Sabes, puedo usar maquillaje- contestó Jackson.
Los productores y el director señalaron que el oriundo de Indiana "nunca fue considerado seriamente" para el papel (que finalmente fue otorgado al actor británico Sir Patrick Stewart) y que, en otra de sus extrañas costumbres, se negó a estrechar la mano al entrar a las dependencias de la producción.
Bryan Singer, junto a los productores Lauren Shuler Donner y Ralph Winter recordaron el momento en una conversación junto a The Hollywood Reporter el pasado fin de semana.