Kate Winslet y su rol en Ammonite: “Saoirse y yo coreografiamos la escena de sexo nosotras mismas”
La actriz británica de 44 años conversó sobre sus proyectos pausados por la pandemia, cómo su papel en Contagion la salvó frente al COVID-19, repasó sus trabajos con James Cameron, Michel Gondry y Ang Lee, y se refirió a las denuncias contra Harvey Weinstein. “Todo lo que puedo decirte es que yo estaba a salvo. Me aseguré de estarlo”.
A comienzos de esta semana, el rostro de Kate Winslet y Saoirse Ronan figuraban entre los estrenos en Youtube y sus nombres eran mencionados en los titulares del mundo del entretenimiento. Ambas protagonizan Ammonite, cinta dirigida por Francis Lee que relata la historia de Mary Anning (Winslet), una paleontóloga que dejó atrás sus días de grandes descubrimientos y se dedica a buscar fósiles que pueda vender a turistas ricos.
Fue justamente un turista acaudalado quien acudió a ella para que cuide de su joven esposa Charlotte (Ronan), quien atraviesa una depresión. Si bien Anning no quiere compañía e insiste en que no necesita una asistente, su precaria situación económica la obliga a aceptar el dinero que le ofrecen. Poco a poco conoce a Charlotte y ambas se dan cuenta que entre ellas hay más que una amistad: tienen complicidad, empatía y pasión, lo que las llevará a una relación considerada indecorosa para 1840.
Volviendo a 2020, Kate Winslet conversó a través de Zoom con un periodista del Hollywood Reporter. Está en su casa de campo en Sussex -región al sur de Londres-, pero cambió ligeramente su ubicación, ya que su señal inestable de wifi la llevó a pedirle a su vecino que le permita dar la entrevista desde su casa.
Un paisaje sin relación alguna con el de Lyme Regis West Dorset, zona costera que se convirtió en el set de rodaje de Ammonite como el lugar en el que Anning dio con sus principales hallazgos.
Con su estreno mundial programado para el 11 de septiembre en el Festival de Toronto, el amor lésbico es el tema central -como fuera el caso de Carol (Cate Blanchett y Rooney Mara), La Favorita (Olivia Colman, Rachel Weisz, Emma Stone) o Disobedience (Rachel McAdams y Rachel Weisz)-. Lo que no dejó indiferente a la familia de Mary Anning: “No creo que haya evidencia alguna que respalde que la retraten como una mujer gay”. Lo que fue defendido por el director: “¿Acaso no está permitido ver a esa persona en otro contexto?”.
Como sea, tanto Winslet como Saoirse Ronan se comprometieron con sus roles de Mary y Charlotte, al nivel de coreografiar ellas mismas una explícita escena de sexo y negarse a usar dobles de cuerpo.
“Saoirse y yo coreografiamos la escena nosotras mismas. Definitivamente no es como comerse un sándwich. Creo que Saoirse y yo nos sentimos realmente seguras. Francis estaba naturalmente muy nervioso. Y yo solo le dije: ‘Escucha, resolvamos esto’. Y lo hicimos. ‘Empezaremos aquí. Haremos esto con los besos, las tetas, tú bajas allí, luego haces esto, luego subes aquí’. Quiero decir, marcamos los ritmos de la escena para que estuviéramos ancladas en algo que simplemente apoyara la narrativa. Me sentí más orgullosa que nunca al hacer una escena de amor en Ammonite”, dijo Winslet.
Saoirse Ronan, en tanto, calificó la actuación de su co-protagonista como “increíblemente humana” y que ella como persona es “sobrenaturalmente organizada”. “Obviamente, es increíblemente hábil, pero también es alguien con quien siempre sientes que te puedes identificar, y creo que eso dice mucho sobre el tipo de persona que es”, dijo Ronan según reporta THR.
“Tengo casi 45 años y Saoirse tiene casi la mitad de mi edad. Y tener la oportunidad de ser mi verdadero yo de cuarenta y tantos, después de mis hijos, ¿sabes? Las mujeres realmente no tienen el valor para hacer eso”, dijo la actriz.
“Así es como soy ahora, y no es el cuerpo que tenía hace 20 años. Y también trabajé para mantener ese tipo de peso para Mary. Hay valor para ella, hay un peso para ella. Cambié un poco mi ejercicio. Me aseguré de no perder peso, lo que hago mucho, de hecho, en las películas. Odio hablar sobre el peso, pero solo lo digo en este contexto, fue un esfuerzo consciente de mi parte para asegurarme realmente de no encogerme o cambiarme por el simple hecho de estar desnuda. Hice lo contrario”, agregó.
En un comienzo, Ammonite sería presentada en Cannes, pero la pandemia de coronavirus obligó a cambiar los planes. Finalmente será estrenada en el Festival de Toronto, y ya que solo los residentes pueden asistir, Winslet dará una videoconferencia.
“Puedo estar descalza y no tengo que ponerme un vestido y sentirme mal. Entonces es asombroso. Puedo tomar mi copa de vino fuera de cámara”, dijo riendo. Para la distribuidora Neon, en tanto, es una instancia de peso, ya que tienen altas expectativas tras triunfar en los Oscar con Parasite.
“Claramente es la película para nosotros este otoño y es algo que siempre hemos planeado, ser un contendiente a los premios en múltiples categorías”, dijo el CEO de Neon, Tom Quinn. “Creo que Kate está descubriendo nuevos niveles de lo que puede hacer como actriz con este papel de una manera que nos dejó sin aliento”.
Pero Ammonite no es lo único en la agenda de Kate Winslet. En dos semanas retomará las filmaciones de Mare of Easttown, una miniserie de HBO cuyo rodaje se vio alterado por la pandemia.
El 13 de marzo, Winslet estaba en un set de Filadelfia filmando la serie de HBO cuando dieron la instrucción masiva de empacar todo y enviar a las personas a sus casas. “Creo que es el elemento desconocido de este virus; simplemente no sabemos cómo afectará a un individuo determinado; creo que eso es lo que es tan aterrador. Soy una persona muy práctica y sencilla, y si tengo que responder a una emergencia, simplemente entro en esa zona”.
Curiosamente, hace nueve años la actriz de 44 años encarnó a la Dra. Erin Mears, detective de investigación de epidemias en la cinta Contagion de Steven Soderbergh. Como un presagio, Winslet comenzó a tomar ciertas medidas incluso antes que el virus azotara con fuerza a Estados Unidos (y el mundo), cuando el COVID-19 era apenas un virus nunca antes visto que surgió en el lejano Wuhan.
Tras cinco meses de cuarentena, la sola idea de volver al plató inseguriza un poco a Winslet. “Ahora que voy a tener que volver al trabajo, pienso, ‘Oh, mierda, he olvidado cómo actuar’. Será con algunos protocolos extraordinarios de regreso al trabajo, que son geniales. Pero cuando eres un actor en una película o una pieza de televisión, el distanciamiento social obviamente a veces simplemente no es posible, según la escena”.
Entre bromas sobre olvidar cómo interpretar a la detective Mare Sheehan, la actriz dice estar “un poco en pánico” y expresa: “Me doy cuenta de que necesito dejar de beber rosado y comer papas fritas”.
Pero Winslet tiene un extenso y fuerte currículum que la sitúa entre las actrices más relevantes de la industria. De siete nominaciones al Oscar, obtuvo una estatuilla dorada por su trabajo en The Reader y un Grammy por el audiolibro Escuche también al narrador. Pero la madre de tres hijos, casada tres veces, no le da mucha importancia al premio en sí -”Es solo un maldito Oscar al final del día”- sino al concepto de soñar-.
Kate Winslet creció en una casa humilde en Berkshire, Inglaterra. Fue a los 5 años que supo que quería ser actriz: “Era una casa muy pequeña. No teníamos mucho dinero y las paredes eran finas como el papel. Si alguna vez hubo una discusión o algo así, se podía escuchar todo: ‘rar rar rar’. Incluso se podía escuchar a los vecinos a través de la pared. Entonces, estaba sentada en el inodoro y podía escuchar el ajetreo de la vida a mi alrededor. Mi mamá le estaba gritando algo en las escaleras a mi hermana sobre sus zapatos de tap. Y tuve este momento de pensar, ‘Guau, si hubiera una de esas cámaras de video filmando y siguiendo a mi mamá, parecería que estaba actuando pero no lo está, solo está siendo ella misma’. Y luego pensé: ‘Ahh. Entonces, actuar es solo ser . Sí, quiero hacer eso. Eso es lo que quiero hacer por un trabajo’”.
Pero no era el afán de fama y riqueza lo que la motivaba. De hecho simplemente asumió que trabajaría en teatro y si tenía suerte, algún episodio de alguna serie. Su padre era actor, su madre no, y sus hermanos también estudiaron actuación. “Todo lo que vi fue a esta gente feliz, con personajes diferentes y jugando a lo largo de la vida. Y como mis padres no tenían dinero, no hablaban de dinero. Así que eso nunca me impulsó”, confesó.
El primer papel televisivo de Kate Winslet fue en la serie Dark Season de BBC. Tras incursiones en la pantalla chica, Winslet captó la atención de Peter Jackson para Heavenly Creatures (1994), un drama protagonizado por dos adolescentes enamoradas que planean la muerte de una de sus madres para poder estar juntas. Kate se impuso a 175 candidatas. “Lo recuerdo todo muy claramente, lo maravilloso que era Peter y su socio, Fran Walsh. Fueron muy protectores y cariñosos conmigo y con [la coprotagonista] Melanie Lynskey. Me sentí tan cuidada”.
Fue con su segunda película -Sentido y sensibilidad de Ang Lee basándose en la novela de Jane Austen- que obtuvo su primera nominación al Oscar. Lo que nunca esperó fue la repercusión que tendría en su vida el papel de Rose DeWitt Bukater, protagonista de Titanic.
La cinta de James Cameron también le valió una nominación a Oscar que, si bien perdió, la posicionó entre las grandes figuras del cine de los dosmiles. “Tenía 21 años. No estaba preparada para la fama. Y no es que lo estuviera rechazando. Por supuesto, me sentí enormemente agradecida, privilegiada, orgullosa, todas esas cosas, pero no sabía lo suficiente como actriz. Todavía sentía que realmente estaba aprendiendo. Fui nominada para un premio de la Academia, pero eso significa una mierda. Si no tienes las habilidades y no crees en ti mismo, vas a hacer un trabajo de mierda”.
Varios directores taquilleros intentaron conquistarla, pero Winslet optó por una cinta de bajo perfil Hideous Kinky. Allí conoció a su primera marido - Jim Threapleton- quien se desempeñaba como asistente de dirección, y en el 2000 dieron a luz a su primera hija: Mia. ”Realmente sentí el malabarismo de ser una madre trabajadora”, dijo Winslet.
La actriz decidió quedarse en el barrio indie del cine mientras las salas de cine se llenaban con Winona Ryder y Uma Thurman en la pantalla grande. E intencionalmente buscaba papeles que no se parecieran en nada al perfil de “rosa inglesa” que solían adjudicarle. Desde Holy Smoke donde interpreta a una australiana rebelde -con un desnudo frontal- a Eternal Sunshine of the Spotless Mind en una dramática ruptura amorosa.
Entre Holy Smoke! y Eternal Sunshine se divorció de Threapleton y comenzó una relación con el cineasta Sam Mendes -quien le había ofrecido un papel para el teatro que ella rechazó-. Se casaron en 2003 y la pareja tuvo a su hijo Joe -el segundo de Winslet-.
Revolutionary Road -dirigida por Mendes- se convirtió en la cinta más esperada de 2008 al volver a reunir a Winslet con su compañero de Titanic, Leonardo Di Caprio. Sin embargo, fue rechazada por la crítica y opacada por la película que le dio el Oscar a Kate: The Reader, dirigida por Stephen Daldry.
“Stephen es un gran líder y no profesa saber las respuestas a todo. A veces decía, ‘Ayúdame, ayúdame’. Él decía: ‘No me mires. No sé qué diablos se supone que debes hacer’”, recordó Winslet de la experiencia.
El matrimonio Mendes-Winslet se separó oficialmente en 2011. Tiempo después, la actriz se emparejó con Edward Abel Smith y en 2012 se casaron. Juntos tuvieron al tercer hijo de Winslet: Bear.
Francis Lee le envió a Kate Winslet el guión de Ammonite en otoño de 2018. A 12 horas de haberlo recibido, Winslet se contactó con Lee y le dijo: “Acepto”. Sin embargo, a medida que estudiaba el rol de Mary Anning y se comprometía más y más con la historia, se dio cuenta que debía dejar ir otros proyectos, y el elegido fue The French Dispatch de Wes Anderson.
“Tuve que retirarme porque estaba tan atrincherada en Ammonite que me asusté pensando, ‘Dios mío, tendría que irme a Francia y volver. Entonces solo tendría tres semanas hasta comenzar a filmar Ammonite’”, dijo, “Y yo sabía que no iba a hacer mi mejor esfuerzo, así que tuve que decir: ‘Lo siento’. Saqué mi nombre del proyecto”.
Winslet trabajó el papel de Mary Anning durante cinco meses con Francis Lee. Estudiaron la historia de Anning y juntos llenaron los vacíos de su biografía. La cinta se basa en su mayoría en el lenguaje no verbal: la rutina de Anning buscando fósiles, miradas, silencios, pausas.
“Cada vez que había un momento en el que tal vez una opción sería exteriorizar una emoción, un pensamiento o un sentimiento, retrocedíamos tanto como podíamos”, dijo Lee. “Seguí haciendo que Kate retrocediera, trabajara en la quietud. Le decía a Kate: ‘Podemos hacer que ella sonría. Podemos hacer que se exprese, pero trabajemos realmente en esos momentos porque cuando lleguen esos momentos, serán mucho más significativos’”.
De hecho Saoirse Ronan y Kate Winslet pudieron conversar largamente solo en una escena, la que Ronan disfrutó en demasía. “Esa era una escena en la que habíamos trabajado bastante”, dijo Ronan sobre el reencuentro de sus personajes en Londres. “Se han dicho tanto entre ellas que se mantuvieron firmes hasta ese punto. Estábamos muy emocionados de tener la oportunidad de rebotar adecuadamente entre nosotras porque muchas de las otras escenas son bastante quietas y silenciosas. El solo hecho de entrenar correctamente con Kate es realmente divertido “.
Winslet desarrolla la trama a partir de la relevancia toma la perspectiva netamente femenina. “Es una historia sobre mujeres hablando y hablando. Creo que descubrir historias en las que las mujeres fueron reprimidas de una manera tan sistemática, es poner de relieve cómo la historia ha encubierto esos éxitos. No vamos a hacer eso más, mundo”.
Con el última declaración, para el periodista de THR fue inevitable dirigir la conversación hacia las acusaciones de abuso y acoso sexual contra directores y magnates de la industria cinematográfica con los que Winslet ha trabajado, como lo son Roman Polanski (Carnage), Woody Allen (Wonder Wheel) y Harvey Weinstein (The Reader).
Kate Winslet se negó a darle las gracias a Weinstein en su discurso de agradecimiento de los Oscar. “Fue muy real. Existían sofás de casting, sí. Todo lo que puedo decirte es que yo estaba a salvo. Me aseguré de estarlo. Pero este es un momento diferente, y estamos [ahora] protegidas por las historias de las personas valientes que han hablado, y tenemos que cuidarnos unas a otras, y no nos faltarán el respeto, ni seremos degradadas, marginadas ni socavadas por ningún puto más. Eso es. Hemos terminado” dijo, riendo y golpeando la mesa.
En lo que respecta sus proyectos futuros, Winslet espera protagonizar en 2021 la cinta sin título de Ellen Kuras sobre Lee Miller, la modelo de la portada Vogue que se convirtió en reportera gráfica de la Segunda Guerra Mundial. Y también tiene en carpeta participar de Avatar 2 y 3, bajo la dirección -nuevamente- de James Cameron.
“Fue maravilloso volver a trabajar con Jim. El tiempo lo ha cambiado. Jim se ha convertido en padre unas cuantas veces más. Es una persona más tranquila. Puedes sentirlo disfrutándolo más esta vez “, dijo sobre el hombre tras Titanic.
Durante la cuarentena, ha pasado el tiempo convirtiendo el lavadero del sótano en una mini cabina de sonido para hacer el trabajo de audio en una próxima película: Black Beauty para Disney +. Además hizo dos grabaciones para la aplicación Calm Meditation and Sleep, y una historia para niños. “Solo intento estar presente en casa, aprovechando al máximo este tiempo en familia”, dijo sobre el encierro.
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