Las películas de Marvel, la saga más popular de superhéroes de la última década, han perdido a algunos de sus personajes en la pantalla. Anoche llegó lo más duro, cuando en la vida real se dio a conocer la muerte de uno de sus intérpretes más queridos, Chadwick Boseman, Pantera Negra en la ficción, a los 43 años de edad.
El actor afroamericano falleció producto de cáncer de colon, según informaron sus redes oficiales “con dolor inconmensurable”. “Chadwick fue diagnosticado con cáncer de colon etapa III en 2016, y luchó con él estos últimos cuatro años a medida que avanzaba a la etapa IV”, detalló el comunicado junto a un retrato de Boseman, quien mantuvo en reserva su enfermedad mientras continuó con su carrera, “entre innumerables cirugías y quimioterapia”, agregó.
Signo de su popularidad, la consigna Wakanda forever (Wakanda por siempre) se expandió por redes rápidamente entre colegas y fanáticos, como adiós al actor y a su personaje, también conocido como Rey T’Challa, líder de la ficticia nación africana de Wakanda en el cómic. Un rol al que interpretó por última vez en Avengers Endgame (2019) y por primera ocasión en 2016 (Capitán América: Civil War), tras ser anunciado dos años antes como una inyección de diversidad a una franquicia de películas que tenía en su primera fila a superhéroes blancos como Iron Man, Capitán América y Thor. De las figuras que venían en relevo –donde también estaban Doctor Strange y Ant-Man– ninguno alcanzó tanto arrastre como el rol encarnado por Boseman.
Su cinta en solitario, estrenada en el verano de 2018, hizo historia en taquilla y en los premios: es la quinta con mayor recaudación del estudio (US$ 1,34 mil millones) y terminó con siete nominaciones a los Oscar, incluida Mejor película, además del reconocimiento a Mejor elenco en los premios del Sindicato de Actores. Un hito cultural que esperaba continuar con una secuela en desarrollo, de nuevo con el mismo director, Ryan Coogler (Creed), y que con su fallecimiento queda en suspenso.
Desde antes, Boseman sabía de personajes icónicos. Interpretó a dos deportistas exitosos -el jugador de fútbol americano Floyd Little en The Express: The Ernie Davis story (2008), su primera cinta, y al beisbolista Jackie Robinson en 42 (2013)–, pero su mejor carta de presentación para ingresar a la órbita de Marvel fue encarnar a James Brown en Get on up (2014). Además de obtener la aprobación de la familia del padrino del soul, tuvo que acercarse a la eléctrica apariencia del músico.
En medio de los elogios que recibía por su actuación en el filme del superhéroe, se pronunciaba sobre el racismo de Estados Unidos y de Hollywood y su falta de diversidad. “No creo que Pantera Negra resuelva el problema en su totalidad. Pantera Negra es en realidad el resultado de todas las otras cosas que han sucedido antes”, señalaba en 2018 a The Guardian, citando a directores como Ava DuVernay y las series Insecure y Atlanta.
Si bien su último estreno en cines fue Nueva York sin salida, probablemente la imagen que quede en muchos es otra. Dirigido por Spike Lee en Da 5 Bloods, levantando el puño como un líder caído en combate de un grupo de soldados afroamericanos en Vietnam. Un papel acotado pero que volvió a confirmar su poderío actoral.
“Fue el honor de su carrera dar vida al Rey T’Challa en Pantera Negra. Murió en su casa, con su esposa y familia a su lado”, concluía la información divulgada ayer. El cine llora a uno de sus héroes más entrañables.