Michaela Coel: el brillante futuro de la actriz que todos aman en 2020
A partir de su propia experiencia de abuso, la actriz y guionista británica creó la serie más aclamada del año, I may destroy you, cuyo final HBO emite este lunes. Aunque se le abrieron todas las puertas de la industria, sus próximos pasos siguen siendo impredecibles.
Actuó en dos títulos clave de la cultura pop, como Star Wars y Black mirror. Protagonizó una miniserie de la BBC y Netflix derivada de una tragedia humanitaria como el genocidio de Ruanda (Black Earth rising). Estrenó su primera producción como creadora a los 28 (Chewing gum), obteniendo el mismo premio BAFTA que un año después ganaría su compatriota Phoebe Waller-Bridge con Fleabag.
Pese a protagonizar un último lustro de alto voltaje, solo en este confuso 2020 el nombre de Michaela Coel (32) se ha amplificado por todo el mundo. La impresionante serie I may destroy you, que protagoniza, escribe y codirige, puso a la actriz británica de padres ghaneses en la delantera como la figura más elogiada de la televisión del año, con 12 episodios de media hora de duración que fueron una permanente sorpresa semana a semana y han cautivado en cada lugar donde se ha mostrado.
Y aunque la producción de HBO y la BBC se terminó de emitir en Inglaterra a mediados de julio, mientras que en Estados Unidos concluyó hace unos días (en Chile su capítulo final se da este lunes a las 23.00 horas, los demás están disponibles en HBO GO), su resonancia parece inevitable que perdure en el tiempo.
A partir de una experiencia personal pero lamentablemente habitual -un abuso que sufrió mientras creaba la segunda temporada de su anterior serie-, Coel imaginó una ficción centrada en Arabella Essiedu, una escritora surgida de Twitter, con la que es imposible no conectar con al menos uno de sus múltiples temas. Porque I may destroy you es sobre la amistad, el trauma que acarrea la protagonista -tras ser violada en una noche de fiesta después del trabajo-, el racismo de su país y los límites del consentimiento. Al mismo tiempo es también una serie sobre la familia, la vida de quien se dedica al arte y sobre una generación, los millennials.
Lo tiene todo y, en vez de ser un caos, es un milagro por cómo Michaela Coel la pensó y la llevó a la pantalla. La periodista Hannah J Davies, que la definió como “un verdadero punto de inflexión de la TV” en su crítica de The Guardian, señala a Culto: “Diría que (Coel) ha evolucionado considerablemente, porque es capaz de unir dos cosas a la perfección: momentos de total hilaridad y rareza fusionados con los temas más serios que puedas imaginar, como la violación y el colapso mental”.
Consolidada como autora con su última producción, la británica mostró por primera vez sus credenciales de incombustible y fascinante generadora de historias en Chewing gum, la serie parcialmente autobiográfica sobre una joven fanática de Beyoncé que se empecina en perder la virginidad con su religioso novio de años. Más cargada a la comedia que I may destroy you, pero también con ella como protagonista y única guionista, la ficción la lanzó por primera vez a las primeras planas gracias al éxito en su país y a la salida internacional que tuvo en Netflix.
“Chewing gum fue una comedia desenfrenada, impredecible, a veces muy sexualizada, que causó sensación en el Reino Unido porque mostraba una versión de la vida en una casa del consejo (vivienda pública) que no solemos ver. Normalmente, lugares como ese se muestran como áreas muy oscuras, desfavorecidas y, en general, prohibidas, pero Coel le inyectó mucho color, literal y figurativamente, a ese mundo”, describe Davies.
La realizadora ha subrayado que, si bien era creadora y protagonista de esa ficción, no se le dio el crédito de productora ejecutiva, algo clave en un medio como la TV y que sí consiguió en I may destroy you, donde posee control creativo total. Una posición que tampoco le garantizaba su ya cancelado vínculo con Netflix: el famoso acuerdo de US$ 1 millón que rechazó porque la compañía no quiso otorgarle el 0,5% del copyright del proyecto que luego se transformaría en la serie que hizo con HBO y la BBC.
Terminada la ficción por la que seguramente será candidata a los Emmy del próximo año (por plazos no alcanzó a entrar en la actual edición), pareciera que la actriz hoy puede hacer lo que quiera. Lo más concreto es que se ve poco factible que haya nuevos capítulos de I may destroy you tras su final de este lunes, más concluyente que abierto y celebrado desde ya como uno de los mejores cierres de una serie.
Voces como Jodie Comer -la protagonista de Killing Eve- la ubican a ella y a Phoebe Waller-Bridge como el futuro de la ficción de Inglaterra, mientras Coel ha declarado que su siguiente proyecto “está en el fondo de mi mente (…) ¡Y sigo diciéndole a esta idea que espere porque tenemos que terminar de dar a luz a I may destroy you antes de que empiece a pensar en tener otros hijos!”.
Hannah J Davies, que además la entrevistó a ella y al resto del elenco, estima que sería “negligente” aventurarse en adivinar hacia dónde se dirigirá. “Creo que es casi imposible saber qué esperar de ella, tonalmente, estructuralmente y en términos de contenido”, afirma, mientras indica: “Todo está en el guión, por lo que no esperaría que Coel levantara el pie del acelerador en términos de poner absolutamente todo de ella en el proceso de escritura. Ha dicho que escribió 191 borradores para I may destroy you; tal vez para su próximo programa sean aún más”.
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