Criminales, psicópatas o alguna clase similar de figura siniestra. En ese rango se habían movido los personajes del actor finlandés Pelle Heikkilä (42), hasta que recibió un ofrecimiento que se transformaría en lo que hoy denomina “una experiencia de una vez en la vida”.
“¿Te gustaría interpretar al protagonista de este proyecto que filmaremos en Chile? Es la historia de Tapani Brotherus, ¿sabes quién es? Entonces deberías empezar a leer”, le habría dicho hace unos cuatro años Jarko Lampela, el jefe de la división de drama de YLE, la compañía de radiodifusión pública de Finlandia, que unió fuerzas con la productora Parox (El reemplazante) y la firma finlandesa Kahio Republic para contar una épica de hace más de 40 años que enlazó la historia del país nórdico con la memoria chilena.
“Tenemos muchos héroes en Finlandia, pero todos están conectados a la guerra, y finalmente encontrar un verdadero modelo a seguir, un héroe finlandés que no es un guerrero, sino que un humanitario, para mí fue alucinante”, señala Heikkilä a Culto, a días del estreno de los dos primeros capítulos de Héroes invisibles, este miércoles a las 22.30 en Chilevisión.
Desde su casa, el actor dice que espera con nervios el debut local de la miniserie chileno-finlandesa que grabó hace dos años en Santiago y que lo puso frente a ese héroe que él y su país descubrieron tardíamente: Tapani Brotherus, diplomático que llegó en 1972 como agregado comercial y terminó, tras el Golpe militar, recibiendo y protegiendo en su casa a cientos de perseguidos políticos.
Junto a su esposa Lysa (interpretada por su mujer en la vida real, Sophia Heikkilä) y el segundo representante de Finlandia en la época, Ilkka Jaamala (Ilkka Villi), su labor permitió que más de dos mil personas salieran de Chile, cuando su destino probable era la tortura o la muerte.
“Este hombre, Lysa y Ilkka, son seres humanos tan grandes, porque no querían la gloria o la atención de los medios”, sostiene. Aunque parte de la dificultad del papel residía en memorizar muchas líneas en español cada jornada (cerca del 40% de sus diálogos son en nuestro idioma, el resto en finés, sueco, alemán e inglés), en algún momento de la conversación asegura: “Fue fácil actuar todo, porque básicamente era pensar qué habría hecho yo en esa situación”.
Como buen drama histórico, en seis episodios (los siguientes se dan el miércoles 16 y jueves 17) Héroes invisibles se aproxima a los hechos con un equilibrio de rigor y emoción, desde que Brotherus acepta el trabajo hasta fines de 1974. Hay al menos una veintena de personajes –incluidos el sueco Mikael Persbrandt, de Sex education, y el alemán Sönke Möhring, de Bastardos sin gloria–, pero gran parte del peso descansa en los hombros de Heikkilä, quien con sobriedad se hace cargo de encarnar al diplomático de hoy 82 años, cuyas acciones muchas veces han sido comparadas con las de Oskar Schindler.
“Por supuesto que hay similitudes, pero no creo que Tapani quiera ser el Schindler de Finlandia. Creo que Tapani es Tapani. Tampoco es una historia sobre él. Esta es una historia acerca del pueblo chileno y lo que puede hacer el amor y el pensamiento humanitario. Y eso es realmente importante en el mundo de hoy”, explica.
Por sugerencia del cineasta Mika Kurvinen –codirector de los capítulos junto a Alicia Scherson–, no habló con Brotherus antes de empezar las grabaciones, aunque sí después. A cambio, como parte de su preparación leyó parte de la obra de Pablo Neruda y el libro del historiador Heikki Hiilamo en que se inspira el proyecto (La ruta finlandesa, 2010), vio documentales y revisó artículos de prensa. Antes de comenzar el rodaje también visitó el Estadio Nacional. “Me senté un rato y les pedí permiso a las víctimas para entrar a su lugar, para hacer mi trabajo. Leí historias sobre lo que sucedió en el estadio, entonces para mí tuvo sentido pedirles permiso para hacerlo”, recuerda.
“Las heridas siguen siendo muy visibles, la gente todavía está herida, las personas todavía están traumatizadas por lo que pasó, pero hay una voluntad increíble de seguir adelante en Chile”, advierte a partir de su experiencia en el país en 2018, que implicó una estadía de varios meses con su esposa y tres hijas en Santiago y la recolección de anécdotas que le siguen asombrando. Como cuando, producto de un resfrío, tuvo que visitar el médico en medio del rodaje y fue atendido por un hombre que, luego se enteraría, era el nieto del exdiputado socialista Luis Guastavino, uno de los chilenos que Brotherus protegió y que en la serie es encarnado por Marcial Tagle (presentado como Luis Salinas). “Una hermosa coincidencia”, dice aún atónito por el encuentro.
Pero por años Heikkilä estuvo más cerca de lo que imaginaba de esa historia ocurrida en los 70. El padre de un viejo amigo, que conoce hace 25 años y es su vecino en Finlandia, fue otro de los hombres que el diplomático ayudó a salir de Chile. “Él no había hablado nunca sobre esto con su padre. Entonces luego que le dije que haría esta serie, él comenzó a hablarle acerca de lo que le pasó a su padre, que había evitado contarles a sus hijos porque el trauma era muy grande”, describe.
“Por eso digo que es algo más grande que yo o los actores o si la serie de televisión es buena o mala, eso es secundario, porque la serie ya valió la pena para que mi amigo hablara con su padre sobre su historia. Hubo algo de curación”, afirma. Otra consecuencia de lo que fue el debut de la producción en su país en 2019 y la mayor atención que eso generó en torno a la labor de Tapani. “Hoy casi todos saben quién es, él no se siente muy cómodo con eso, pero creo que aprecia el reconocimiento”.
El mismo Brotherus contó a este medio hace dos años que mantenía contacto con algunas de las personas que había salvado. Del mismo modo, Heikkilä habla con frecuencia con los productores de Parox, Leonora González y Sergio Gándara, y con actores como Néstor Cantillana, Marcial Tagle y Juan Cano, como si un nuevo vinculo se hubiera trazado entre Chile y Finlandia casi medio siglo después.
“Esta es una historia sobre el coraje de los chilenos. Tapani, Lysa y Ilkka los ayudaron, pero los chilenos hicieron los sacrificios. Quienes fueron salvados no sabían adónde irían, dejaron todo atrás, y están quienes no se salvaron”, indica. “Espero que esta serie abra el diálogo en algún sentido”, concluye.