Este lunes se cumplen seis meses desde el último concierto masivo realizado en Chile. Los protagonistas del hito fueron los californianos The Offspring, que después de rebotar en Argentina volaron como pudieron hasta Santiago y el 14 de marzo juntaron en el Movistar Arena a siete mil osados fanáticos, uno de ellos Covid positivo una semana después. Desde entonces, para la industria de la música en vivo del país, todo ha sido dudas y experimentos virtuales durante un semestre completo, mientras comienzan a aparecer las primeras certezas.

La primera es que no habrá espectáculos masivos y presenciales este año. La segunda, que la fecha de reapertura, al menos la que se maneja a nivel interno, es el segundo semestre de 2021. O sea, en un año más.

No se trata de un cálculo antojadizo: el consenso dentro del gremio es que para mediados del próximo año ya debiese haber comenzado el proceso de vacunación contra el coronavirus en el país y la región. Una proyección que -según diversas fuentes del sector- tiene como sustento lo que se ha conversado con autoridades sanitarias locales y agencias internacionales de eventos en vivo. Esto, aun cuando la OMS ha moderado sus expectativas y señalado que para ese entonces recién comenzará a inmunizarse a los grupos de riesgo, con miras a una vacunación masiva en 2022.

Más allá de las posibles discrepancias en los pronósticos, el retorno a los shows “normales” para mediados de 2021 ya es una realidad asumida en el gremio. Lo explicitó Live Nation el mes pasado, al anunciar que la actividad en vivo como se le conocía volverá recién en el próximo verano del Hemisferio Norte. Lo confirman los últimos movimientos de la cartelera nacional, con algunas señales evidentes, como la reprogramación para noviembre de 2021 de Lollapalooza Chile, el más multitudinario de los festivales del país y una especie de brújula para el resto de los actores de la industria.

Vista aérea, durante la jornada de cierre de Lollapalooza 2018.

No es el único: en las últimas semanas se han anunciado otros aplazamientos que dan cuenta de la apuesta del sector por la segunda parte del próximo año, con acento en el último trimestre. El retorno de los noruegos A-ha, por ejemplo, reprogramado para el 29 de agosto. O el show del reggaetonero Anuel, fijado para este mes en el Movistar Arena y pospuesto para septiembre de 2021 en el mismo recinto. A esto se suma una charla con Bruce Dickinson, vocalista de Iron Maiden, trasladada de agosto pasado a diciembre del próximo año; el retorno de José Luis Rodríguez (octubre 2021) y de los grupos Epica (diciembre 2021) y The Gathering (septiembre 2021).

Se espera que lo mismo ocurra con los últimos eventos que siguen en pie en la cartelera para este año, como el recital de Kiss, fijado para noviembre en el Movistar Arena, que trabaja actualmente en su recalendarización. Lo mismo el debut de Metallica en el Estadio Nacional, anunciado para diciembre próximo, el que finalmente se realizaría en octubre de 2021, de acuerdo a diversas fuentes de la industria. Incluso no se descarta que el cuarteto haga dos presentaciones en Santiago, en el mismo estadio de Ñuñoa o en un recinto de menor capacidad. La última palabra la tiene Live Nation y la propia banda.

“Hay una realidad dolorosa y es que sin vacuna no existe posibilidad de hacer conciertos como los conocemos. Nosotros lo tenemos súper claro. Y según todas las proyecciones que existen, lo anterior da la posibilidad de pensar en hacer shows en vivo recién a partir del segundo semestre del próximo año”, comenta Jorge Toro, de la productora Toma, a cargo del festival La Llama, evento que se movió para agosto de 2021 en el Movistar Arena con los argentinos Damas Gratis como primeros confirmados.

“Por lo anterior, hay uno que otro show que está apostando a mayo. Y nosotros estamos tomando resguardos y corriéndonos hasta fines de agosto para recién empezar nuestra cartelera, haciendo la proyección más responsable que se puede hacer”, asegura el productor, quien añade: “Hay otros shows que hemos reprogramado internamente varias veces y los estamos pensando para septiembre, octubre o diciembre de 2021”.

Lo anterior comienza a generar un nuevo escenario: una agenda atiborrada de recitales en doce meses más, cuando coincidan las fechas reprogramadas con las nuevas giras que aterricen en el país. Por ahora, entre los nombres con los que los promotores nacionales negocian para la última parte del 2021 hay ilustres del rock como Rage Against the Machine, Rammstein, System of a Down, Faith No More, Megadeth y My Bloody Valentine. También se trabaja en el aterrizaje en la capital del festival Knotfest, liderado por el grupo Slipknot, impulsores de la cita.

“Todos los shows de un año y medio se van a concentrar en ese semestre”, proyecta Toro sobre los últimos meses de 2021. La misma visión que entrega Felipe Araya, productor de la primera versión en Chile del megaevento brasileño de Rock in Rio, que esta semana anunció que no se realizará en 2021. “Podríamos haberlo hecho a fines del próximo año pero el segundo semestre en Chile, si es que se pueden hacer los conciertos, va a estar súper cargado y la verdad es que no es conveniente. Estamos viendo si lo hacemos en 2022 o 2023, en base a las giras de las bandas”, explica.

“El 2021 va tener una cartelera tan saturada que va ser complejo encontrar recintos donde hacer los shows. Lo bueno es que todos los conciertos ya anunciados tienen prácticamente todas sus entradas vendidas”, complementa Carlos Quezada, de Spider Prod, firma que se adelantó los plazos de la mayoría y movió sus conciertos de Soen y Tesseract para marzo, ambos en el Club Chocolate. “Partimos de la base que el coronavirus va a estar con nosotros muchísimo tiempo, así que lo que vamos a trabajar van a ser las medidas de protección del público en los shows. Nuestra apuesta va más por el lado de la prevención que por la vacuna, porque es probable que las medidas sanitarias no vuelvan a ser nunca las mismas”, indica.