El 19 de octubre se conmemoran 30 años de la muerte de Leonard Bernstein y su presencia parece más voluminosa que nunca en la pantalla grande, uno de los ámbitos donde su talento también se expandió en cinco décadas de carrera como compositor y director de orquesta, en títulos como Nido de ratas y la adaptación de 1961 del musical Amor sin barreras. Esta, su obra más popular, tendrá una nueva versión de la mano de Steven Spielberg, que se podrá ver en salas en diciembre de 2021, según el último ajuste del calendario de Disney.
No es el único proyecto que resalta su historia: adquirida por Netflix a inicios de año, la película biográfica Maestro, que dirige el también actor Bradley Cooper, es el primer intento de abordar la vida del director con el aval de sus herederos, Jamie, Alexander y Nina Bernstein. Los mismos que aprobaron el fichaje de la británica Carey Mulligan en el papel de su madre, Felicia Montealegre Cohn Bernstein, actriz nacida en Costa Rica que pasó su infancia en Chile, llegó a Nueva York con 21 años y permaneció durante tres décadas junto al músico hasta que ella murió de cáncer en 1978.
“Estamos absolutamente encantados de que Carey Mulligan interprete a nuestra madre en Maestro”, indicó Jamie Bernstein al portal Deadline. “Seguramente capturará la combinación única de ingenio, calidez, belleza elegante y profundidad emocional de Felicia. También nos encanta la forma en que Carey transmite una especie de gracia europea de libro de cuentos, algo que nuestra madre también encarnó”, añadió.
Cooper, que además de dirigir y escribir el guión junto a Josh Singer (ganador del Oscar por En primera plana) interpretará al compositor estadounidense en el filme, también celebró el fichaje de la actriz, nominada al Oscar en 2010 por Una enseñanza de vida. “Me sorprendió Carey desde que la vi en el escenario hace muchos años y no me he perdido una actuación suya desde entonces”, dijo.
Además de llevar la vida de Bernstein a la pantalla, el proyecto de Netflix busca iluminar los detalles menos conocidos en la vida de Montealegre, nacida en San José en 1922, hija de un empresario minero y calificada alguna vez como “la mujer más bella de Chile”, el país al que llegó a vivir a corta edad. Ya en Nueva York, con 24 años, conoció a Bernstein en una fiesta organizada por Claudio Arrau, su profesor de piano por ese entonces. Durante esa misma década participó en series de las cadenas NBC y CBS.
Con Bernstein se casó en 1951 y atravesó dificultades personales y políticas. Conocidos por sus inclinaciones antibélicas en los convulsionados años 60, en 1970 organizaron un evento benéfico para el partido de los Panteras Negras que les trajo dolores de cabeza. El episodio inspiró un célebre artículo del periodista Tom Wolfe, en el que acuñó el término “Radical chic” para referirse a la izquierda que, desde su posición de privilegio y lujos, apoya a los movimientos radicales.
Todo ese periodo -junto con la bisexualidad del director de orquesta- debiera ser abordado por Maestro, así como hitos ineludibles de la carrera del músico, como los 11 años en los que estuvo a la cabeza de la Filarmónica de Nueva York. Pero el filme, que al menos hasta enero tenía entre sus productores ejecutivos a Martin Scorsese, Spielberg y Todd Phillips, en principio estaría volcado al matrimonio entre Bernstein y Montealegre.
Lo deslizó Scott Stuber, jefe de la división de películas de Netflix, a comienzos de año, al celebrar a Cooper como realizador del proyecto. “Su fuerte pasión y clara visión para dar vida a la relación entre el icónico compositor Leonard Bernstein y su esposa Felicia Montealegre promete hacerles justicia a sus vidas como solo este reconocido equipo de cineastas puede hacerlo”.
Primeras críticas
Si bien Maestro recién iniciará su rodaje en el otoño de 2021, la cinta ya acumula su primera polémica. En el Hollywood actual, donde figuras como Zoe Saldana han salido a disculparse por haber interpretado a personajes que no se condicen con su nacionalidad u origen -la actriz de padres latinos protagonizó un biopic de Nina Simone-, la confirmación de Mulligan no deja de resultar singular y ha generado cuestionamientos.
“Creo que Carey Mulligan es genial, pero elegirla como Felicia Montealegre, nacida en Chile, es un ‘whitewashing’ descarado”, comentó en Twitter Howard Sherman, director de la iniciativa Arts Integrity y columnista del conocido medio especializado en teatro The Stage, aludiendo a la criticada práctica que consiste en darle papeles de latinos o afroamericanos a actores caucásicos.
No fue el único. Radicada en Los Angeles desde hace un tiempo y con roles en títulos como Había una vez en… Hollywood, la actriz chilena Lorenza Izzo también se sumó al debate al afirmar en sus redes: “Felicia Montenegro nació en Chile, se crio en Costa Rica. Estoy bastante segura de que eso la hace latina. ¿Doble estándar?”. Y añadió: “También estoy consciente de que recibiré críticas por ser una ‘latina celosa’ pero, ¿qué hay de nuevo?”.