Más allá de los conciertos cancelados y la imposibilidad de encontrarse cara a cara con su público, los implacables efectos del Covid-19 pueden llegar a tener un impacto positivo entre artistas y creadores. Es el caso de los hermanos Francisco y Mauricio Durán, quienes han aprovechado estos seis meses de encierro para concentrarse en el trabajo compositivo, refrescar algunas ideas y avanzar en los últimos retoques del segundo disco de Lanza Internacional, la banda que formaron en México hace cuatro años -junto al baterista local Ricardo Nájera- tras el paréntesis de Los Bunkers.
“Por un lado es un tipo de situación a la que estamos acostumbrados, porque cuando no estamos de gira es muy hogareño todo, el trabajo creativo, de composición. Nosotros echamos de menos tocar en vivo en el sentido que es parte importante de nuestro trabajo, pero hemos optado por no quejarnos mucho” cuenta Francisco Durán, guitarrista, tecladista y voz principal del trío, a través de videollamada. Parte de las herramientas tecnológicas que se han vuelto indispensables para estos tiempos y que en el caso de los músicos penquistas han propiciado también nuevas sociedades artísticas para el álbum que estrenarán en 2021.
Sin ir más lejos, a punta de correos electrónicos y diálogo intercontinental, los Durán terminaron reclutando para su próximo trabajo a uno de sus ídolos de juventud y referentes de su diversa discografía: el guitarrista escocés Andrew Innes, integrante histórico de Primal Scream, uno de los grupos más influyentes del pop rock británico de las últimas décadas.
“Están lejos dentro de nuestras bandas favoritas, así que haberlos conocido y que Andrew se haya querido sumar de tan buena gana, la verdad es que es un privilegio”, comenta el bajista Mauricio Durán sobre una amistad que partió con encuentros esporádicos en festivales mexicanos y chilenos, como el Rock en Conce, donde compartieron cartel con el conjunto de Glasgow. “Siempre estuvo esa buena onda, esa camaradería, de juntarse a escuchar música, de terminar en casa de algún amigo discjockeando”, añade su hermano.
El aporte de Innes se materializa en dos canciones que traerá el nuevo LP de Lanza Internacional, Deja vu y Despertar, ésta última, segundo adelanto del disco que verá la luz hoy en plataformas digitales, cuya letra fue concebida durante los días del estallido social chileno. Allí el aporte del escocés va más allá de lo anecdótico, dotando al single de una guitarra protagónica y cargada de historia. “Le agregó una guitarra súper Marc Bolan, a nuestro juicio, súper T-Rex, de esa tradición, y en ese sentido le dio en el clavo a lo que la canción necesitaba”, señala Francisco Durán.
¿Cuan representativo es este single del segundo álbum que prepara el trío? “Es representativo de uno de los tres o cuatro hilos estéticos que tiene el disco”, adelanta Mauricio Durán. “Cordel (el primer sencillo) puede representar uno, Despertar otro, más guitarrero, muestra un color que no estaba en el primer disco de Lanza Internacional, en el sentido de que hay mucho menos sintetizadores, hay más guitarras, sobre todo en este tema”, agrega.
Contra lo virtual
Más allá de esta sociedad a distancia con uno de sus referentes, los Durán atraviesan los días de pandemia limitando al mínimo sus salidas y sin más encuentros que los que sostienen periódicamente con su baterista. “Aquí en México la situación del Covid ha sido siempre bien aguda y crítica, entonces, dentro de lo que nosotros hemos podido hacer, nos cuidamos, tratamos de no salir, nos juntamos sólo con Ricardo y sería”, cuenta el guitarrista.
El encierro no ha alterado demasiado los planes ni la dinámica de trabajo del trío. “Afortunadamente teníamos mucho material listo desde fines del año pasado, que fue cuando nos concentramos en grabar las canciones que van a conformar este segundo disco. Y ya en pandemia nos pilló todo este trabajo de mezcla, de mastering, cosas que sí se pueden hacer a distancia. Entonces no ha sido algo tan traumático para nosotros, más bien es un espacio que el día de mañana vamos a sentir que valió la pena, porque te sirve para ir elaborando otras cosas”, agrega.
Lo que sí se ha alterado por completo es su calendario en vivo: algo reticentes a la posibilidad de los conciertos virtuales, los Durán reconocen que no han puesto atención a la extensa oferta de shows a distancia que ofrece la cartelera telemática.
“Es probable que se transformen en una actividad que se pueda ir desarrollando en paralelo, y probablemente buena parte de la industria va a tratar de que ese tipo de instancias vayan mejorando técnicamente. Pero el impacto que puede tener la música en vivo y en directo, yo creo que eso no va a cambiar nunca, es irreemplazable. Y ese impacto es muy difícil lograrlo a través de una pantalla, incluso a través de la música envasada. Uno siempre tiene los recuerdos de los primeros conciertos a los que fuiste siendo niño o adolescente, son cosas que no se te borran jamás. Y eso va a seguir sucediendo”, cierra el bajista.