Beatriz Bustos, directora del Centro Cultural La Moneda: “Vamos a privilegiar a artistas y trabajadores de la cultura de Chile”

En un contexto normal, los montajes de exposiciones en las salas del Centro Cultural La Moneda (CCLM) se hacían con cerca de un mes de diferencia. Sin embargo, durante las últimas semanas han estado montando tres exposiciones de manera simultánea de cara a la reapertura del espacio cultural el próximo jueves 8 de octubre.

“Ese ha sido el desafío”, dice Beatriz Bustos, directora del CCLM. “Se está montando todo a la vez, salvo las grandes salas que se inauguran en noviembre, porque tenemos que esperar que Ernesto Neto pueda viajar a Chile, porque él hace los ajustes del montaje”, añade sobre la gran exposición del artista brasileño que tenían programada inicialmente para junio.

Con sus puertas cerradas desde la segunda semana de marzo, el CCLM se volcó a las actividades digitales. En julio inauguraron de manera virtual la muestra Ciudades nórdicas sustentables, que recibió 1.750 visitas en la web. Además, tuvieron 9.157 descargas de talleres online y 1.253 personas participaron del ciclo Diálogos en el Centro, con artistas como Cristián Sánchez, Alberto Fuguet, Tomás Welss y Claudio Di Girólamo, entre otros. Por su parte, la Cineteca Nacional Online tuvo 212.497 visionados entre el 16 de marzo y el 30 de septiembre.

“Es importante entender por qué queremos abrir. Tenemos un equipo muy comprometido para la apertura y yo creo que hay un convencimiento de nuestra labor. Hay que entender el Centro Cultural La Moneda como un espacio abierto al diálogo y al enriquecimiento cultural, especialmente en estos tiempos”, comenta Bustos.

Quienes visiten el Centro Cultural La Moneda a partir del jueves se encontrarán con tres galerías habilitadas. En la Galería de Fotografía estará disponible la muestra Ñuble, retratos de la Región, donde fotógrafos como Paz Errázuriz, Sebastián Mejía, Bárbara Oettinger, Andrés Figueroa y Fernando Melo exploran el territorio. En la Galería del Diseño se podrá ver la muestra Cosas maravillosas, que aborda el redestino y reconversión de los objetos domésticos. Mientras que en la Galería del Patrimonio se buscará relevar el patrimonio natural a través de la exhibición Naturaleza expandida.

“En esta fase inicial tendremos una ticketera online en nuestro sitio web, donde puedes reservar los tickets con horario, de manera que tú eliges a qué hora ir y la visita dura 60 minutos. De esa manera podemos asegurar los aforos”, adelanta la directora.

De este modo, cada una de las galerías tendrá un aforo máximo de 10 personas y cuando abran las salas Andes y Pacífico el aforo de reducirá de más de 100 a solo 40 personas en cada una. En tanto, la Cineteca Nacional permanecerá cerrada.

Además del uso obligatorio de mascarillas dentro del recinto, el CCLM ha dispuesto señaléticas para asegurar el distanciamiento social, dispensadores de alcohol gel y registro de datos de los asistentes para realizar trazabilidad.

¿De qué dependerá la reapertura de la Cineteca Nacional?

Las actividades que hacía la Cineteca Nacional las podemos hacer online, incluso inauguramos un VOD y vamos a cobrar algunos estrenos. Podemos en algún minuto abrir a un 20%, lo que significa un aforo muy bajo. Entonces, nosotros vamos a empezar a activar la Cineteca Nacional una vez que se nos permita un mayor aforo, porque no es rentable ahora. Cuando lleguemos a una etapa en que el aforo sea mayor y sea rentable, ahí la vamos abrir.

¿Cómo se han visto afectados en términos económicos?

Nosotros tenemos un modelo mixto de financiamiento. Recibimos transferencia del Estado a través del Ministerio de las Culturas y eso significa un 70% del total. La otra parte es por arriendos a los locales, los ingresos de nuestra tienda, los eventos, el arriendo para conferencias de nuestra sala de cine y la venta de tickets, todo eso está en cero. Entonces, nos ha impactado de manera tremenda. Nosotros desde noviembre del año pasado empezamos con un plan de austeridad muy grande, pero que no impactara los trabajos de las personas. Eso se ve reflejado en una optimización al máximo de los recursos en museografía y producción.

¿Qué visión tiene de la situación que han vivido los trabajadores de la cultura durante estos meses?

Todas nuestras políticas de austeridad se diseñaron sin afectar los puestos de trabajos. Y por otro lado, la programación que tenemos para futuro está pensada para los próximos dos años priorizar y otogar posibilidades a trabajadores de la cultura. Sin abandonar nuestra vocación de intercambio internacional, vamos a privilegiar a artistas, colecciones y trabajadores de la cultura de Chile. Esto también responde a una política del Centro Cultural La Moneda de colaborar en dar empleabilidad a un sector que está tremendamente golpeado.