Al final de Mil Caminos: historia de un clásico de Lucybell en voz de sus protagonistas
Acompañados de Beto Cuevas, Cuti Aste y Manuel García, entre varios nombres de la música chilena, Lucybell lanza hoy Mil Caminos, su primer trabajo acústico con veinte cumbres de su historia y la intensidad intacta. Acá, Claudio Valenzuela y Eduardo Caces repasan la historia del tema que escogieron para nombrar el nuevo álbum.
Cuando estrenaron “Mil caminos”, hace casi veinte años, Lucybell venía de un trabajo más orientado a las programaciones y sintetizadores, conocido como el disco Amanece (2000).
“'Mil caminos' fue uno de los dos temas nuevos, junto con ‘Tu sangre’, que preparamos para Sesión Futura (2001), nuestro primer disco en vivo”, recuerda para Culto la voz del grupo, Claudio Valenzuela, desde su hogar en Boise, Idaho.
Eran días en que Lucybell era señalado como “el más británico de los grupos chilenos” (Rolling Stone Chile) y de “moral noise y oscura” (Rock & Pop), con canciones arraigadas en el repertorio local y emparentadas —según contaban sus integrantes por entonces— con el trabajo de The Banshees e incluso The Cure.
Grabado en el ex-Teatro Cultural 602 de Plaza Brasil, entre dos presentaciones fechadas en agosto de 2001, “Mil caminos” partió “con una secuencia y una idea en guitarra de Eduardo Caces”, bajista del grupo, “la que desarrollamos muy intuitivamente”, rememora la voz de Lucybell.
Desde Santiago, al otro lado de la línea, Eduardo Caces comenta: “Supongo que fue un clásico instantáneo. Lo grabamos para Sesión Futura y recuerdo que en esa situación (el tema) no tenía bajo. Simplemente estaban Claudio en la guitarra, Francisco (González, exintegrante) en la batería y yo en la otra guitarra; y fue tocado de esa manera”.
Claudio Valenzuela recuerda que fue “en la mezcla (cuando) sentimos que era muy necesario (el bajo), así que lo grabamos ahí y luego quedó en la secuencia para los shows en vivo”.
“Pero creo que el tema toma el peso definitivo cuando hicimos el video junto con Germán Rodríguez”, sugiere Eduardo Caces. “Lo hicimos entre Estados Unidos y México y fue una odisea, una apuesta de ir aprendiendo en el camino”, añade el músico.
Según el bajista, la canción conectó “cuando la gente recibe este video”, que “muestra un poco la esencia que tiene el tema: esa vida que estaba tomando Lucybell a partir de esta canción, de un disco en vivo que nos estaba trayendo un refuerzo de ese cambio de piel que había ocurrido desde Amanece”.
“Estábamos con una nueva energía, con una sangre nueva y quedó muy reflejado en Sesión Futura, que captura esto que estaba pasando con la reinvención de Lucybell”, comenta el bajista que por entonces tomó la plaza de Marcelo Muñoz.
Lo que vino enseguida fue fundamental para su permanencia hasta hoy: “Nos propusimos hacer canciones nuevas”.
Eduardo Caces cuenta que “Mil caminos” surgió desde los dos acordes de la estrofa y los dos del coro, que daban vueltas en su cabeza.
“De alguna manera empecé a agregarles algunos delay y, como tenía una máquina de sampler y había tomado uno desde una batería que grabé antes, la transformé un poco y llevé una idea medianamente redonda al ensayo”, detalla.
Esa misma tarde Lucybell ya tenía la estructura de “Mil caminos”.
“Recuerdo haberle dicho a Claudio que si necesitaba una parte C, como queriendo salirse de ese A B... pero me dijo: ‘No, no’. Intuitivamente, él ya tenía una melodía y un coro y eso le dio la redondez a la canción”, revela Caces.
Según el músico, ese día se apareció motivado a los ensayos porque intuía que tenía “algo potente” entre manos. “Sabía que iba a provocar algo en Claudio y en Francisco, y que se iba a transformar en una canción potente”, recuerda.
Luego describe: “Hay algo en los acordes… no sé como explicarlo, como algo filosófico de los acordes, la forma en que están construidos, con los efectos que tienen, que da un aire algo cristalino, una emotividad muy sencilla a la estructura, pero una emotividad muy profunda”.
Al final de mil caminos
De un tiempo a esta parte, la banda comenzó a utilizar “Mil caminos” como epílogo de sus presentaciones, para despedir sus conciertos.
“Creo que la gente la ha transformado en un himno”, reflexiona el cantante Claudio Valenzuela, “y al final siempre la cantamos entre todos. Esa magia es siempre vital y nos llena de energía”.
Eduardo Caces asegura que “Mil caminos” forma parte “de las canciones que identifican a Lucybell en su historia”.
“Es un honor haber estado en sintonía tan potente con Lucybell para componer algo que a la larga es un clásico dentro de la discografía del grupo”, agrega.
Decido: te sigo
Mucho se ha comentado de la evolución en el sonido de Lucybell. Comparado —al menos en sus inicios— con el pospunk británico y luego señalado como más crudo y rockero, gracias a la introducción del baterista Cote Foncea en sus filas, a partir de los shows de 2005; la cuota referida a sus letras ha sido sustancialmente menor.
“Lucybell concentra su capacidad literaria en las relaciones de pareja. Pero lo hacen de forma más sensual, con un grado de erotismo que deja de lado el usual tono de asepsia de otras bandas”, reza un reportaje de la extinta revista Rock & Pop, fechado en mayo de 1995, “un erotismo que, además de placer, también significa dolor y desgarro”.
Claudio Valenzuela, principal letrista y compositor del grupo, recuerda que en los noventa sus referentes fueron el poeta maldito Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud, uno de los precursores del surrealismo.
“También el chileno Eduardo Anguita, Kafka y Bukowski”, explica el músico, “con el tiempo vas desarrollando una forma más personal de enfrentar el desafío gigante de exponer sentimientos en letras, ser transparente en lo que sientes”.
¿Y la letra de “Mil caminos”? “Es difícil hablar exactamente del por qué de una letra, ya que por lo general están mezcladas con el sentimiento del momento. Pero creo que esta es clara: seguir y aventurar diferentes opciones en la vida, hay decisiones buenas, hay cambios buenos, otros no tanto, pero seguir aprendiendo es lo importante”, dice rotundo.
Siempre habrá desvíos
Hasta hoy, “Mil caminos” existía solo en la versión en vivo que ocupa el onceavo surco de Sesión Futura, donde resuena la guitarra Les Paul Standard tocada por Claudio Valenzuela.
“Creo que tuve suerte de encontrarla… cuando la compré, probé muchos modelos e incluso varias Standard pero ninguna sonaba así, con esa claridad y peso que la hacen mi favorita”, cuenta el cantante y guitarrista de Lucybell.
Grabado en los Estudios del Sur por Barry Sage (Rolling Stones, Brian Eno) y masterizado por Dave Collins (Soundgarden, Bruce Springsteen) en Los Ángeles, el nuevo disco acústico del grupo se llama simplemente Mil Caminos e incluye una nueva grabación del tema.
El trabajo puede escucharse completo a continuación:
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