Mucho antes de que Matthew McConaughey obtuviera un Oscar en 2014 a mejor actor por su papel en Dallas Buyers Club (2013), hace más de treinta años, en 1989, escribió un par de versos en que planteó: “Creo que escribiré un libro / Una palabra sobre mi vida”.
Desde que el actor estadounidense aprendió a escribir, inició un diario que llevaba consigo a todos partes, en el que hacía anotaciones sobre distintas situaciones que le generaran alegrías, miedo, dudas o cualquier otra sensación.
Es un registro vital que ha armado durante años.
El pasado 29 de julio, hizo un comunicado en Instagram en que, él mismo frente a la cámara, anunciaba que el 20 de octubre lanzaría un libro llamado Greenlights —traducción textual: Luces verdes—. Y es la compilación de todas estas anotaciones que ha escrito durante su vida, algo así como unas “memorias prematuras”.
El libro fue editado por el sello Penguin Random House y se titula Greenlights, porque, como explicó el autor hace unos meses: “Es una historia sobre como yo, y todos, podemos obtener más ‘luces verdes’ de la vida que vivimos”. Es esa analogía la que da nombre al compilado, porque, cuando un semáforo se pone de ese color, “ahí es cuando la vida se convierte en un poema y empezamos a conseguir lo que queremos y necesitamos”, dijo.
“Tengo una historia para eso”
Matthew McConaughey ha descrito que no es un libro convencional de memorias o un conjunto de textos de autoayuda: son las vivencias que ha vivido durante sus últimos cuarenta y dos años de vida. Como se detalla en la página web de Greenlights —dos palabras que el autor prefiere pronunciar como una sola—, son “notas sobre éxitos y fracasos, alegrías y tristezas, cosas que me maravillaron y cosas que me hicieron reír a carcajadas”, y otras experiencias que le dolieron.
Algunos son momentos cómicos, como la vez que fue arrestado mientras tocaba bongos desnudo. Pero también hay otras difíciles: como relata The New York Times, en el primer capítulo se narra una escena de 1974, en que McConaughey era un niño, presenció cómo su madre y a su padre peleaban ferozmente, antes de que los progenitores tuvieran relaciones sexuales en el piso de la cocina.
Como cuenta la editora Gillian Blake al medio estadounidense, tuvo algunas conversaciones con McConaughey para definir el proyecto. Hicieron largas reuniones presenciales. Ella le hacía preguntas y él respondía: “Oh, sí, tengo una historia sobre eso”. Ya estaban las anotaciones, los apuntes del pasado.
Pero esos textos debía definirlos, darles una estructura.
“Y luego regresó a casa y lo escribió todo”, aseguró Blake.