“Por aquel entonces no había funciones femeninas y masculinas, porque siempre podías acabar en el monte tú solo. Y, si no sabías cocinar o coser o hacer las tareas en teoría femeninas, lo tenías crudo”, narra Joe Sacco, el periodista y escritor de novela gráfica.

Es un fragmento de Un tributo a la tierra, el nuevo libro del autor estadounidense-maltés. Sacco lleva treinta años enlazando el dibujo y el texto para contar sus historias periodísticas “desde una subjetividad informada”, como ha declarado él.

Cuando terminó sus estudios durante la década de 1980 en la Universidad de Oregon, le fue difícil encontrar trabajo. Pero eso le permitió profundizar en su habilidad y gusto por la ilustración, mezclando ambos oficios hasta convertirse en un maestro del género.

Ha reporteado las consecuencias de conflictos bélicos, lo que le permitió publicar el un cómic como Historias de Bosnia (Planeta, 2016), en que relata el acontecer, en primera persona, de la guerra que ocurrió en el país europeo (1992-1995). Pero también ha construido relatos en que profundiza —y empatiza— aún más en la vida de sus protagonistas, como sucede en Palestina (Planeta, 2015), en que narra las vivencias de personas que habitaban Gaza y Cisjordania a principio de la década de los 90.

Choque de cosmovisiones

Los denes son un pueblo originario de Canadá que ha vivido en el valle del río Mackenzie desde hace siglos. Como relata Sacco en esta nueva publicación, la tierra es el elemento central en la manera en que conciben la vida y creen —como muchas culturas nativas— que son ellos quienes pertenecen a la tierra, y no al revés.

Pero esos territorios del noroeste canadiense también poseen una gran cantidad recursos minerales como petróleo, gas y diamantes. El rubro de la minería ha invertido en esta zona hace años; lo que también ha traído consigo consecuencias negativas como la tala de bosques nativos. Así, el paisaje se ha deformado y las condiciones de vida de los denes han debido adaptarse para subsistir: el sacrificio de un espacio sagrado.

Joe Sacco

Los retratos de tramperos, jefes indígenas, activistas, sacerdotes construyen una narración en que el dinero ha amenazado la existencia de esta cultura originaria. Son dos concepciones diametralmente distintas puestas en un mismo espacio.

Las primeras impresiones Un Tributo a la tierra hablan de que Sacco “retoma de manera brillante sus reportajes de investigación centrándose en el ‘genocidio cultural’ infligido al pueblo de los dene”, como descáto el diario fránces Libération.

También, el medio estadounidense Minneapolis Star Tribune asegura que valió la pena tener paciencia, tras diez años en que el periodista gráfico no publicó nuevos libros. “Nos sumerge en un amplísimo abanico de asuntos sin perder un ápice de rigor en los detalles, esa es su mayor virtud”, declara.