Contra la hipocresía cotidiana: la fórmula de Curb Your Enthusiasm y Larry David para hacer comedia

Curb Your Enthusiasm
Curb Your Enthusiasm

Con diez temporadas emitidas desde el cambio de milenio, Curb your Enthusiasm celebra dos décadas de vida como la comedia fundamental de HBO. La serie donde el co-creador de Seinfeld interpreta a una versión exagerada de sí mismo, fue adelantada para su época e incluso hoy muchos de sus capítulos más primitivos parecen modernos.


Cuenta el mito que tras hacer Seinfeld durante toda una década, lo único que cambió en Larry David (Brooklyn, 1947) fueron los dígitos de su cuenta bancaria. Convertido en millonario, lo que se mantuvo intacto fue su personalidad: siguió siendo un calvo neurótico y miserable, incapaz de tolerar las pequeñas concesiones culturales de nuestro tiempo.

Esa sería la idea central para comenzar una nueva serie de humor en televisión. Una en donde Larry David haría de sí mismo, sin complejos, con una cámara al hombro, retratando —como lo describió alguna vez Hernán Casciari— “el día a día de un quijote posmoderno que lucha contra los molinos de la hipocresía cotidiana”.

¿Cuál fue el aporte de Curb Your Enthusiasm a la comedia en TV? Un grupo de críticos de televisión y entendidos entrega a Culto algunas claves del fenómeno disponible en el catálogo de HBO GO.

Curb Your Enthusiasm
Curb Your Enthusiasm

Rodrigo Munizaga, crítico de La Tercera

—Expandió las posibilidades que antes logró Seinfeld, con una comedia de humor negrísimo e incorrecto, filmada cámara al hombro y en locaciones reales, sin escenografías, ni con público ni risas grabadas. Lo que dominaba en ese momento era la sitcom tipo Friends. Además, como no tenía guión, sino un par de páginas con el núcleo de la trama e ideas fuerza, dio todas las posibilidades para que el elenco se entregara a la creación. No es una serie de vocación masiva —en Chile ni siquiera alcanza a ser de culto, porque pocos la han visto completa— e incluso puede que haya sido adelantada para su época. Hoy, sus capítulos antiguos parecen modernos.

Fabrizio Copano, comediante

—Me acuerdo de haber visto uno de estos documentales, en el DVD de Seinfeld, donde Larry decía su idea de Seinfeld. Era como: a una cámara, siguiendo a los actores, con diálogos improvisados. Y luego, después de lograr hacer Seinfeld, recién pudo hacer esa idea. Lo cual me parece... ¡Imagínate la cabeza de un hueón que piensa en un proyecto que recién se concreta después del programa de televisión quizás más exitoso de la historia! Curb Your Enthusiasm es revolucionario por muchas razones. Primero, por este formato de comedia como mucho más suelto, mucho más realista, pero al mismo tiempo medio ridículo y absurdo en todas las situaciones que suceden. Pero sobre todo por la situación de los actores, que es algo muy revolucionario: sacar los diálogos y simplemente decir “tenemos que llegar de A a B y confiar en sus actitudes cómicas”. Encuentro que es la raja ese programa. Desde la primera temporada siempre ha sido genial. Y no cachaba que tenía veinte años.

Isabel Plant, crítica de Pauta FM

—Supongo que explorar de una manera cruda, descarnada, incómoda y casi horrorosa las incomodidades de las convenciones sociales. Algo que Seinfeld había comenzado, Curb lo llevó al extremo con el personaje de Larry David, un héroe para todos los que tienen angustia social o poca paciencia, al inventar reglas como que la mejor manera de no ir a una fiesta que te da lata es llegar al día siguiente y hacer como que se te confundieron las fechas, o que existe una “ventana” de pésames si alguien muere (no más de dos años). Lo de Curb no es sobre lo políticamente correcto o incorrecto, es sobre lo relacional y lo insoportable que es vivir tratando de ser empático o simpático; por lo mismo David decide no serlo, y eso es algo que nuestro secreto egoísta interno a veces se muere por imitar.

Curb Your Enthusiasm
Curb Your Enthusiasm

Christian Ramírez, crítico de El Mercurio

—Cuando Curb Your Enthusiasm debuta en el 2000 desde un especial de HBO, lo que estos tipos hacían parecía que era una continuación de Seinfeld, al menos para todos los que estábamos viudos de la serie. Pero en realidad era algo revolucionario. ¿Qué es lo que cambió? Curb Your Enthusiasm fue la primera serie mainstream que, por decirlo de alguna manera, comenzó a grabar en video. Los distintos personajes que han estado ligados a la serie, como Robert Weide, Larry Charles o el propio Larry David, dijeron que el video digital les servía para poder trabajar sin límites en esta estructura de improvisación. Es decir, ellos tienen la situación, se improvisa sobre la materia, y en ese tiempo la incorporación del video digital fue clave porque, de lo contrario, no podrían haber salido con las cámaras de 35mm con las que se grababa en ese momento. Ese solo cambio significó en cierta medida la inauguración de un nuevo tipo de enfoque para poder trabajar el formato comedia, porque yo nunca he pensado que Curb Your Enthusiasm es una sitcom. Y es el single camera shot, es decir, trabajar con una sola cámara. ¿Por qué razón? Todas las series anteriores habían sido trabajadas, sobre todo en la época 70-80-90, que es la era dorada de la sitcom americana, con multicámara. Es decir, cámaras de 35mm cargadas con película, que todas estaban grabando la acción al mismo tiempo. Eso te permitía más tarde, una vez que iniciaban el proceso de revelado, hacer algo similar al switcheo televisivo. ¿Qué pasa cuando tienes un single camera shot? En el fondo todo se vuelve más liviano, pero al mismo tiempo la estructura dramática y audiovisual de tu producto cambia. Ese es el gran aporte en términos del lenguaje, si nos ponemos súper serios. Eso representa nada menos que una revolución en la forma de concebir esto. ¿Por qué razón? Porque cuando tú observas todo lo que vino después, todas las series importantes utilizan el mismo principio que Curb... Todas trabajan con una sola cámara. O sea, pregúntale a Louis C. K. o piensa en otras series de Comedy Central. Hay muchas que están trabajadas de la misma manera. Y ha costado cualquier cantidad que vuelva a imponerse el esquema de la multicámara, el esquema antiguo, en el género. Un ejemplo, la serie de Allison Janney, Mom. Ellos trabajan con multicámara, pero ya se ve el enfoque medio anticuado. Hablando de la comedia misma, yo creo que David consiguió lo insólito: que de alguna forma su producto hoy día está más identificado con él que lo que está Seinfeld incluso. En parte eso ocurre porque Seinfeld se registró durante un período apretado de 9-10 años, y esto ya lleva 20 y tiene otro sistema, otra lógica: menos presión, menos capítulos. Tal vez es menos canónica pero yo creo que, a la larga, ha sido más influyente que Seinfeld a la hora de generar contenido, situaciones y continuadores. Es en ese aspecto donde David logró embotellar el relámpago dos veces, en dos botellas distintas. Es bien inédito. Si uno retrocede en la historia de la comedia televisiva, hay muy poca gente que lo ha conseguido. Pienso en James L. Brooks y probablemente este tipo que es creador de Two and a Half Men y esta serie de los nerd, The Big Bang Theory: Chuck Lorre. Él también.

Matías de la Maza, crítico de Radio Infinita

—Siento que, en cierto sentido, Curb Your Enthusiasm es el Nirvana (la banda, no el concepto) de la comedia televisiva del Siglo XXI, en el sentido que no vino a inventar la rueda, sino a transformarla en otra cosa (un Seinfeld en esteroides) con resultados excelentes, de los cuales la industria y algunos de sus descendientes sacaron todas las lecciones equivocadas (como le pasó a las copias de Kurt Cobain y compañía no más). Seinfeld en esteroides porque toma el concepto de la “vida real de un comediante” y la cotidianidad de este, pero Larry David hace parecer a Jerry Seinfeld como la Madre Teresa. No solo es peor persona, sino que mucho más neurótico y egoísta, buscando que todo su entorno se adapte a él. Pero lo irresistible es lo mucho que uno puede reconocer cierto tipo de personalidad de los que somos socialmente incómodos: la incapacidad para dejar de meter la pata, la ambivalente relación de amor-odio entre los grupos de amigos masculinos y la dificultad para adaptarse a ciertas convenciones. Lo que quizás pasa desapercibido —y ahí su genialidad— es que Larry David, el personaje, no es políticamente incorrecto por el gusto de serlo, sino para también criticar su privilegio, muy propio de un hombre blanco, heterosexual y millonario. Temas como su micro racismo o su sentido de superioridad son constantemente castigados a través de las situaciones más incómodas posibles. Eso es lo que muchas comedias y dramas, que desde Curb... han tratado de capturar ese nihilismo, no entienden. Y la misma serie ha caído un poco en la autoparodia en sus últimas temporadas. Ser un cretino constantemente no tiene mucha gracia si es que no entiendes que no es una actitud para celebrar, sino para reírse de ella y ridiculizarla.

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