Director de The Social Dilemma: “Nos vendieron la promesa de que las redes sociales iban a ser una fuerza para el bien”

Jeff Orlowski (36) dice al teléfono que cerró todas sus redes sociales hace un tiempo y que eso es lo que le permite “mantenerse mentalmente cuerdo en este momento”. Sin embargo, sobre su nombre y su último largometraje no ha parado de hablarse en la red social que sea durante el último mes -de Tik Tok a Instagram-, desde que el 9 de septiembre arribó a Netflix The social dilemma (El dilema de las redes sociales).

“Me ha volado la cabeza la respuesta al filme. Estoy feliz con que la gente esté poniendo atención y la esté viendo, cualquier cineasta desearía algo así”, asegura a Culto el realizador, en torno a la mezcla de documental y drama que lanzó primero en el Festival de Sundance a inicios de año, con buenas críticas, pero que estalló como fenómeno con su llegada al streaming.

Desde ahí ha impulsado un amplio debate sobre lo que plantea la cinta: la cara menos amable y comentada de las plataformas sociales, particularmente Facebook, lo que reafirma a través de entrevistas a extrabajadores de distintas compañías. Un acercamiento que ha generado elogios, pero también críticas sobre lo pesimista de su punto de vista y su escasa variedad de entrevistados. Pero la mayor respuesta vino desde la compañía de Mark Zuckerberg, que lanzó una extensa declaración llamada “En qué se equivoca El dilema de las redes sociales”, sobre la que Orlowski se refiere en esta entrevista.

-El documental comienza con una cita de Sófocles: “Nada extraordinario llega a la vida de los mortales separado de la desgracia”. ¿Cuál cree que fue la mayor desgracia para la humanidad a raíz del auge de las redes sociales?

Es una gran pregunta. La mayor desgracia es que nos vendieron esa promesa de que estas plataformas iban a ser una fuerza para el bien (se ríe). Cuando aparecieron por primera vez, la forma en que se presentaron al mundo giraba en torno a lo positivo, y nos llevó muchos, muchos años, ver cuáles son las consecuencias. Creo que esa es la desgracia, porque hay una brecha entre lo que estas plataformas podrían estar haciendo y lo que realmente están haciendo.

-La gran mayoría de los entrevistados parecen estar de acuerdo con el punto central del documental. ¿Pensó en algún momento en incluir otras voces?

Creo que, personalmente, siempre tomé todas estas plataformas como muy, muy positivas. Creo que esa fue la historia que toda la sociedad ha escuchado durante años y años. Esto es lo que las empresas están hablando de sí mismas. Tengo algunos amigos que trabajan en la industria. La noción del aspecto positivo, siento que esa es la única historia que ha estado ahí durante años. Eso pareció revelador cuando estábamos en las fases de investigación. Hay impactos positivos que pueden provenir de estas plataformas, pero lo que realmente sentimos que el público debe tener en cuenta son las consecuencias no deseadas.

-Las compañías están realizando anuncios y cambios de diversa índole, como por ejemplo nuevas herramientas que Google News Initiative creó para periodistas. ¿Cómo interpreta las acciones que no tienen que ver con mejorar la privacidad o el uso que le dan a los datos?

Realmente estamos tratando de llamar la atención en torno al real modelo comercial. Y todos los cambios que hemos estado escuchando al respecto ponen una venda a una pequeña cosa, pero tenemos esta enorme sala de entrada, de alguna manera. Hay una brecha entre la escala del problema y la solución que se ofrece. Si las empresas empiezan a decir que van a reinventar su modelo de negocios, que van a perfilar sus productos con el público en general, eso sería un cambio enorme y significativo. Eso es algo realmente poderoso. Pero hasta que hagan eso, siento que todavía hay una gran brecha en la confianza... Personalmente, no confiaré en las empresas hasta que diseñen su producto para el bien público.

-Las empresas tienen muchas formas de plantear su punto, pero Facebook fue muy directo al responder “En qué se equivoca El dilema de las redes sociales”. ¿Qué fue lo primero que pensó luego de leer esa declaración?

Hay muchas personas que han respondido y han refutado el punto de Facebook. Creo que lo importante es que intentaron decir “no somos el producto”. Y si todos dejamos de usarlo, no tendrán nada que vender. Por eso hablamos del modelo de negocio y este como el problema central. Lo que realmente estamos tratando de hacer con la campaña de impacto es sólo concientizar sobre esto, hacer que el público vea la desconexión entre lo que nos han estado diciendo y lo que sabemos que es verdad.

-En sólo unas semanas son las elecciones presidenciales en Estados Unidos. ¿Cuáles son sus mayores miedos sobre el papel que puedan jugar las redes sociales?

Las grandes teorías de conspiración y desinformación que continúan extendiéndose. Hay innumerables organizaciones que informan todos los días sobre esta información errónea que se rastrea en las plataformas. Creo que es responsabilidad de estas plataformas ir corrigiéndolo. Ahora mismo, todo se está viendo a través de perros guardianes externos, a través de organizaciones que están revisando y accediendo a la conversación para detectar mejor estas cosas. De manera constante desde 2015, o antes, hemos visto cuán manipuladas se han visto las elecciones políticas a través de estas plataformas. Y eso es realmente una preocupación. Debería ser un llamado de alerta, debería ser algo en lo que las plataformas debieron haber estado más encima este año, pero vemos cómo estos sistemas se están utilizando para la manipulación política en este momento.