El “peor Chris” de Hollywood: el perfil cristiano y conservador que ha despertado las críticas contra Chris Pratt

Chris Pratt
El actor como Peter Quill/Star-Lord. Foto: ©Marvel 2014

El actor de Guardianes de la galaxia protagoniza una controversia por acudir a una iglesia que ha sido calificada como anti derechos LGBT, y por su silencio en torno a sus preferencias políticas en la previa a las elecciones. Cuestionado en redes sociales durante los últimos días, contó con el apoyo de sus compañeros Mark Ruffalo, Robert Downey Jr. y los directores de Avengers.


Anoche, un año y medio después del estreno de Avengers: Endgame, parte del elenco de las películas de Marvel y del filme más millonario de la historia se reencontró. Bajo el nombre Voters Assemble!, estrellas como Chris Evans, Scarlett Johansson, Mark Ruffalo y Zoe Saldana juntaron fuerzas de manera virtual para reunir fondos para la campaña demócrata. A la videollamada más estelar del último tiempo se sumó la senadora y candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, además de los directores Joe y Anthony Russo y la aparición de Robert Downey Jr., añadido a última hora a la convocatoria.

Quien nunca estuvo considerado ni entre las sorpresas ni entre los confirmados de un comienzo fue Chris Pratt, no sólo poco dado a expresar sus preferencias políticas de manera pública, sino que foco de fuerte controversia durante los últimos días. El actor detrás de Star-Lord en Guardianes de la galaxia y las últimas Avengers es desde hace tiempo apodado como “el peor Chris de Hollywood”, frente a la permanente comparación con Chris Hemsworth, Chris Evans y Chris Pine.

Parte de la razón se remonta a inicios de 2019. Por entonces la actriz Ellen Page respondió a una entrevista que Pratt dio en The late show with Stephen Colbert, en la que el actor además de promocionar La gran aventura Lego 2 se abrió a hablar sobre religión y la vida sana que llevaba, mencionando su asistencia a la iglesia Hillsong, la misma a la que acudía Justin Bieber.

star lord thor

La actriz y activista escribió en Twitter que la congregación era conocida por ser anti LGBTQ+ y que “si eres un actor famoso y perteneces a una organización que detesta a un grupo en particular, no te sorprendas si alguien se pregunta simplemente por qué no hablas de eso”.

El intérprete de Parks and recreation respondió que “ninguna iglesia define mi forma de pensar ni mi vida”, junto con señalar que “frecuento una iglesia que abre sus puertas a todo el mundo”.

Las críticas contra su figura se aligeraron con el tiempo, pero nunca desaparecieron del todo. Por eso cuando este sábado Amy Berg (guionista de series como Warrior nun y The alieniest) invitó a sus seguidores a responder que “uno tiene que irse” junto a fotos de “los cuatro Chris”, los comentarios en torno a Pratt se multiplicaron. Una escalada de rechazo que derivó en que anoche sus mismos compañeros de reparto de las películas de Marvel comenzaron a pronunciarse, brindándole su apoyo. “Lo conozco personalmente, y en lugar de lanzar calumnias, toma de ejemplo cómo vive su vida. No expone sus pensamientos políticos por norma general”, escribió Mark Ruffalo.

Casado con la hija de Arnold Schwarzenegger, Katherine, desde junio de 2019 –tras su divorcio con la actriz Anna Faris–, el intérprete ha guardado silencio por ahora, en sintonía con el perfil bajo que ha intentado mantener en torno a sus ideas políticas.

Una decisión que puede ser usual entre los mayores astros de Hollywood, pero que en medio de la actual campaña presidencial ha tenido casos que rompen con la tradición. Dwayne Johnson, el actor mejor pagado del medio, anunció a fines de septiembre que, si bien era un hombre de centro e independiente que nunca había hablado acerca de por quién votaba, le brindaba su apoyo a Joe Biden y Kamala Harris. Algo similar hizo hoy la leyenda de la comedia Mel Brooks, subiendo un video en respaldo a los candidatos demócratas, el primero de corte político en su carrera.

En el caso de Pratt parecen unirse los comicios más acalorados de la historia de Estados Unidos con su pertenencia a la saga más millonaria del mundo y el activo rol de sus colegas, a la cabeza de un Hollywood más comprometido que nunca con evitar el triunfo de Trump. Por años un nombre de perfil modesto en la industria (hasta que estrenó la primera Guardianes de la galaxia, en 2014), Pratt parece pagar el precio de la exposición que le han brindado sus roles en la saga de superhéroes y las cintas de Jurassic World, que actualmente filma su tercera entrega.

Pero su desconexión con el resto de sus compañeros de reparto no es nueva. A mediados de septiembre el elenco de la comedia Parks and recreation –de Amy Poehler a Nick Offerman y Aubrey Plaza– se juntó de manera virtual por motivos similares a los de los actores de Avengers anoche (reunir fondos para el Partido Demócrata de Wisconsin), y Pratt estuvo entre los ausentes.

Sí apeló a su personaje en la ficción, Andy Dwyer, para reírse hace tres años del escándalo alrededor del exdirector del FBI James Comey, despedido por Trump mientras encabezaba una investigación sobre posibles vínculos entre el gobierno de Rusia y la campaña presidencial de 2016. Un comentario que no ha evitado que permanentemente se le asocie con el candidato republicano, y que para muchos se refuerce el mote del “peor Chris” de Hollywood.

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