La pandemia de coronavirus obligó a postergar tantas veces James Bond: No time to die, que pareciera que el equipo tras el Agente 007 finalmente se rindió con la posibilidad de verla romper la taquilla en las salas de cine.
Según constató Variety, MGM -estudio cinematográfico de la cinta- perdió entre $30 millones y $50 millones de dólares debido a los sucesivos retrasos. Por lo que, de acuerdo a la información publicada por Bloomberg, la productora se abrió a la posibilidad de vender los derechos de difusión a un servicio de streaming.
Apple TV+, Netflix y otros servicios de streaming están entre las posibilidades de ser la nueva casa de James Bond, el filme 25 de la saga, y la última que tendrá a Daniel Craig como protagonista.
"No comentamos los rumores. La película no está a la venta. El estreno de la película se pospuso hasta abril de 2021 para preservar la experiencia teatral de los cinéfilos ", dijo a Variety un portavoz de MGM.
Sin embargo, expertos en estudios y compañías rivales aseguran que la posibilidad de venta SE exploró abiertamente y creen que MGM estaba -al menos- dispuesta a conversar las opciones.
El estudio busca un trato de aproximadamente $600 millones de dólares para considerar el sellar un acuerdo, valor considerado demasiado alto para servicios de streaming. La venta está comandada por Kevin Ulrich, presidente y director ejecutivo de Anchorage Capital Group, propietario mayoritario de MGM, reporta Variety.
Además, hay que considerar los acuerdos comerciales que James Bond debe cumplir con marcas como Land Rover, relojes Omega y Heineken. Coming 2 America, por ejemplo, fue vendida a Amazon, pero debieron incluir en la decisión a sus socios comerciales McDonald’s y Crown Royal.
Otros estudios, como Paramount y Sony, han ganado millones de dólares vendiendo películas como Greyhound, Coming 2 America y Without Remorse a servicios digitales, más considerando que las salas de cine siguen lidiando con las restricciones que impone la pandemia.