El 2020 no ha sido un año fácil para nadie. El virus Covid-19 comenzó a difundirse desde la provincia china de Wuhan hacia el resto del mundo, provocando millones de contagios a nivel global y más de 1 millón de muertes. Una cifra que sigue en ascenso.
En paralelo, Estados Unidos, una de las mayores potencias mundiales, veía cumplir el cuarto año de mandato de Donald Trump, el candidato republicano que triunfó en 2016 ante Hillary Clinton. Un resultado inesperado considerando que las encuestas daban por ganadora a la postulante demócrata.
En medio de la pandemia, comenzaron los preparativos para las elecciones que definirían si Donald Trump -quien se postuló a la reelección- continuaría en un segundo periodo, o bien, si tomaría el mando un candidato demócrata, entre los que figuraban en un principio Pete Bittigieg, Elizabeth Warren, Bernie Sanders y Joe Biden.
Finalmente, es este último -quien fuera vicepresidente de Barack Obama-, quien va a la pelea con Donald Trump. Mientras el republicano postuló a la vicepresidencia a Mike Pence, Joe Biden apostó por Kamala Harris.
De cara al decisivo martes 3 de noviembre, los sucesos políticos no fueron ajenos al mundo de la cultura y la entretención.
Mientras diversos artistas manifestaron públicamente su intención de voto -ya sea por redes sociales o en actos públicos-, otros se negaron a que su música fuese usada para las campañas. Además, famosos programas de televisión, e incluso películas, armaron historias a partir de la contingencia. Aunque quizás lo más insólito fue la candidatura de un reconocido rapero republicano.
Rapero presidente
A comienzos de julio de 2020, Kanye West sorprendió anunciando su candidatura presidencial.
“Ahora debemos materializar la promesa de Estados Unidos confiando en Dios, unificar nuestra visión y construir nuestro futuro. ¡Me postulo para presidente de los Estados Unidos!”, escribió en Twitter.
Si bien ya había vencido el periodo de inscripción en varios estados, el hombre de “Runaway” pudo poner su nombre en la papeleta de California. Claro que no figura como presidente, sino que como vicepresidente independiente.
Fue el 20 de julio que realizó el primer evento de campaña. Un comentado encuentro con sus seguidores que lo mostraron llorando al confesar que su padre quería impedir su nacimiento, y que él mismo pensó en abortar a su hija.
A mediados de octubre, a solo dos semanas del día clave que definirá quién será el próximo presidente de Estados Unidos; West publicó el video promocional de su campaña. El registro postula en poco más de un minuto cómo los estadounidenses deben centrarse en fortalecer su religión y fe para mejorar el país.
Voces más allá de la música
Durante la Convención Demócrata -celebrada entre el 17 y 20 de agosto-, Billie Eilish estrenó su canción “My future” y dio un sentido discurso dirigido a los votantes más jóvenes.
Sin pelos en la lengua, expresó que Donald Trump está “destruyendo” Estados Unidos y “todo lo que importa”. “Necesitamos líderes que resuelvan problemas como el cambio climático y la COVID, no que los nieguen. Líderes que luchen contra el racismo sistémico y la desigualdad. Eso se inicia al votar por alguien que entienda lo mucho que está en juego”, expresó la mujer de “Bad Guy”.
“Y no podemos quedarnos fuera. Todos tenemos que votar como si nuestras vidas y el mundo dependieran de ello, porque es así. La única forma de estar seguros sobre el futuro es crearlo nosotros mismos. Por favor, regístrense, por favor voten”, insistió la artista.
Y no fue la única. A través de redes sociales y concediendo entrevistas, diversos músicos dieron a conocer a sus candidatos y las razones para darle su voto, pero sobre todo, motivaron a la ciudadanía a ejercer su deber cívico.
“Tenemos el deber de salir y hacernos oír. Tenemos suerte de poder hacer esto. A pesar de todos los problemas con nuestro sistema y todo lo demás, no podemos simplemente levantar las manos en el aire. Tenemos que intentarlo. Si no votas, entonces cállate”, dijo David Byrne, ex Talking Heads.
Cardi B, en tanto, conversó a través de una videollamada con Joe Biden para la revista Elle. “Quiero que los negros dejen de ser asesinados y que se haga justicia. Estoy cansada de eso. Estoy harta de esto. Solo quiero leyes que sean justas para los ciudadanos negros y que también sean justas para la policía”.
Desde la vereda del rock, Kim Gordon (Sonic Youth), dijo: “No podemos hacer nada progresivamente hasta que nos deshagamos de Trump. Solo así podremos trabajar en Biden”. Mientras Madonna llamó a votar diciendo: “¡¡Sal y asume la responsabilidad, gente !!”.
Chuck D de Public Enemy fue más directo contra el actual presidente: “Donald Trump no está trabajando. Está haciendo un reality show presidencial. Si realmente quieres que se cumpla el trabajo, es para [alguien con] energía joven. Y Joe Biden, cuando eligió a Kamala Harris, una mujer negra... voy a tener que decir: sí”.
“Este tipo está actuando como un tonto”, dijo Ozzy Osbourne en conversación con Rolling Stone, refiriéndose a Donald Trump. “No me gusta mucho hablar de política, pero tengo que decir lo que siento con este tipo. No queda mucha esperanza”.
“Si me postulara para presidente, trataría de averiguar un poco sobre política. Porque el maldito tipo que tienes ahí ahora no sabe mucho sobre eso, no creo. La Constitución dice que cualquiera puede ser presidente. Pero no es como si alguien pudiera ser un puto cirujano cardíaco y simplemente entrar con un bisturí. Tienes que saber lo que estás haciendo”, remató el Príncipe de las Tinieblas.
Peor que Pennywise
Pero -quizás- una de las críticas más duras, proviene del mundo de la literatura, específicamente de Stephen King, considerando uno de los mayores exponente de las novelas de horror.
“Es que estoy indignado por lo estúpido que es”, dijo el autor de IT, Pet Sematary y Carrie, sobre Trump. “Pero eso no es su culpa. Él es lo que es. Lo que realmente más me indigna es su pereza. Hay muchas cosas reales en las tiras cómicas ‘Un genio muy estable’ sobre su incapacidad para ponerse a trabajar y leer los papeles. ¡Leer los papeles! Así es. Usted podría hacerlo mejor. Yo podría hacerlo mucho mejor. Porque tenemos un sentido de responsabilidad. Quiero decir, hemos tenido antes comandantes en jefe que eran estúpidos, Gerald Ford no era ninguna lumbrera. Pero, es que cuando miras a Trump, no estoy ni siquiera seguro de que ese hombre lea muy bien. Sé que no escribe muy bien. Yo diría que alguien incapaz de leer y de escribir no puede pensar. Eso es lo que tenemos”.
Un bochornoso debate
Como era de esperar, el famoso programa de sketches humorísticos -Saturday Night Live- tomó la contingencia en sus manos e hizo de ella el tema central de su show.
Uno de los más comentados, corresponde a la recreación del polémico debate presidencial que enfrentó a Joe Biden con Donald Trump.
Con Alec Baldwin en el rol de Trump, Jim Carrey como Biden, y Beck Bennet como el periodista Chris Wallace; el equipo de SNL revivió en clave parodia el enfrentamiento entre el candidato republicano y el postulante demócrata, enfatizando las respuestas deficientes y sucesivas interrupciones y muecas.
De Springfield al mundo
También desde la televisión, la familia más famosa de Springfield tampoco podía quedar al margen de un momento tan relevante para Estados Unidos, menos aún considerando las tantas predicciones que han hecho.
Los Simpson emitieron su tradicional especial de Halloween -denominado “La casita del horror XXXI”- mostrando que Homero asiste a la cámara secreta para votar, pero previo a marcar su preferencia, comienza a dudar.
De pronto, Lisa irrumpe y le dice que no puede creer que tenga dudas respecto a quién votar, ya que debería recordar todo lo que ha acontecido los últimos cuatro años. En ese momento, Homero repasa en su mente 50 razones para no votar por Donald Trump.
“Y ni siquiera hemos dicho lo peor”, concluye el mensaje.
El regreso del reportero kazajo
Otra producción que dio que hablar ad portas de las elecciones, corresponde a Borat Subsequent FilmMovie, la segunda entrega del mockumentary protagonizado por el periodista kazajo interpretado por Sacha Baron-Cohen.
En este filme, Borat es enviado por su país a Estados Unidos con el fin de entregar un “regalo” al líder estadounidense para recuperar su honra como nación.
Borat viaja con su hija -encarnada por la actriz búlgara Maria Bakalova-, y ambos crean diversas situaciones que ponen en jaque a los norteamericanos, entre ellos, Mike Pence -postulante a la reelección como Vicepresidente-, y Rudy Giuliani -ex alcalde de Nueva York y abogado de Donald Trump-.
Incluso se dio un posterior intercambio de opiniones entre Trump y Baron-Cohen. Luego que el primero dijera que el actor “no es divertido” y que es “una persona repugnante”, Baron-Cohen dijo a través de Twitter que agradece “la publicidad gratuita para Borat 2” y aseguró que siempre está “en busca de personas que interpreten a bufones racistas”, invitándolo a conversar.
Phil Collins está molesto
La más reciente novedad respecto al mundo artístico y las elecciones en Estados Unidos, corresponde a Phil Collins y su hit “In the air tonight”.
Según informó TMZ, al cantante británico no le gustó nada que el candidato republicano usara su canción de 1981 para uno de sus actos de campaña, por lo que -a través de sus abogados- decidió enviar una carta de “cese y desistimiento” al equipo de Trump.
"Estimado Donald,
Como sabes, trabajamos para Phil Collins y su equipo, Phil Collins Limitada. Te escribimos el 24 de junio de 2020, exigiendo que la campaña Trump dejara de infringir los derechos musicales correspondientes a la obra ‘In the air tonight’. Adjuntamos otra copia de aquella carta. Nuestro escrito previo también apunta que el uso de esta obra constituye e implica un falso apoyo al Señor Trump. También enfatizamos que el Señor Collins ha expresado inequívocamente que no tiene ningún tipo de afiliación con el Presidente o la Compañía Trump", dice un extracto de la carta a la que TMZ tuvo acceso.
Collins no es el primero en hacer tal reclamo. Hacia finales de agosto, la banda Queen expresó su molestia por el uso de “We will rock you” en los rally del mandatario, los que se sumaron a las quejas de los Rolling Stones, Steven Tyler y Neil Young.