Glen Keane (66) ha trabajado pensando en un puñado de generaciones distintas. Desde su llegada como un veinteañero a Disney en 1974, pasando por su aporte en clásicos como La sirenita y Aladdín, hasta el corto animado Duet, que dirigió y animó con Google tras su salida de la compañía del ratón Mickey, el realizador estadounidense le ha dedicado su arte a millones de niños que no son ni sus hijos ni sus nietos
Conoce como pocos la mejor manera para asombrar y maravillar a pequeños desde hace cerca de medio siglo, pero se declara abrumado por la realidad que lanzó este 2020. “No puedo imaginarme cómo sería ser niño hoy”, señala a Culto.
“Cuando era niño, nunca experimenté algo como esto. Mi vida siempre estuvo protegida por mi familia en mi casa, en Arizona, en el desierto, y mi papá era un artista. Crecí con esta pequeña y maravillosa alegría. Había amenazas como qué pasaría si hubiera una bomba atómica, pero hoy el coronavirus es una constante diaria en cada momento del día”.
Nada se compara, dice, con la generación que vive su infancia en pandemia. A ellos precisamente les habla con su primer largometraje como director, Más allá de la Luna (Over the Moon), convertida en éxito desde su estreno el viernes en Netflix. Una sentida historia musical sobre una niña, Fei Fei, que se empeña en construir su propia nave para viajar al espacio y demostrar la existencia de la diosa de la Luna, Chang’e, pese al escepticismo de su padre, con quien no conecta de la misma manera desde la muerte de su mamá.
“La forma en que (la guionista) Audrey Wells escribió esta película iba a la idea de perder a un ser querido, qué sucede cuando tu mundo se pone patas arriba, cómo te mueves a través de él. Todos los símbolos que pone en la película representan que no lo rodeas, lo atraviesas para salir más fuerte al final”, afirma el ganador del Oscar por el corto Dear basketball.
“Lo que fue maravilloso es que incluyó tanta fantasía, alegría, color, junto a las canciones que pudimos añadir. Permite celebrar la vida, al mismo tiempo que abrazar las dificultades”.
En desarrollo desde 2017, el filme enfrentó la pérdida de su guionista un año después por cáncer. “Ciertamente se nos hizo muy difícil emocionalmente”, reconoce el director.
“Eso sólo te hace sentir una gran responsabilidad, porque no es teórico escuchar el mensaje de esta película, es real, ella va a ilustrar cómo su hija y su esposo, su familia, podrían seguir adelante. El amor va a permanecer, el amor que compartimos es eterno, eso es algo con lo que podemos contar”.
Keane habla de lágrimas de tristeza y luego de alegría porque la cinta añade personajes y momentos de humor y acción. Todo liderado por Fei Fei, una protagonista distinta a las princesas que animó para Disney –Bella, Rapunzel y otras tantas–, pero que en algún sentido se emparenta con su trabajo previo.
“Para mí, la entrada a una película es siempre a través del personaje principal, se vuelve como el vehículo. Estamos en la piel de Fei Fei, y que experimentemos todo esto a través de sus ojos es realmente muy importante. Muchos de los personajes que he animado en el pasado comparten lo mismo, creer que lo imposible es posible. Amo esa chispa. Supongo que Ariel es una especie de epítome de eso, y al leer sobre Fei Fei, me di cuenta: oh, son como hermanas de alguna manera, ambas comparten esa esperanza en común”.
Con un elenco de voces (Sandra Oh, Ken Jeong, John Cho), animadores y productores asiáticos, Más allá de la Luna es también el último esfuerzo de Hollywood por estrechar lazos con la cultura china. Un desafío que lo llevó “a aceptar el hecho de que todo lo que sabía sobre China era muy superficial y necesitaba aprender. Afortunadamente, Gennie Rim y Peilin Chou, las productoras, fueron fantásticas rodeándonos con una perspectiva asiática de nuestro equipo y artistas”.
Keane, que recuerda que en algún momento antes de comenzar a trabajar en el corto Dear basketball le dijo a Kobe Bryant “tienes al peor jugador de baloncesto animándote”, lo logró una vez más, y ahora su nuevo filme podría darle su segunda candidatura a los Oscar. Lejos de la casa donde se formó, y en plena era del streaming, concluye: “La cultura y el estilo de Disney se han definido durante cerca de cien años. El poder que tiene Netflix es que está libre de esas expectativas. Creo que es una montaña más difícil de escalar para Disney”.