Maha Vial empezó a escribir desde niña, cuando su padre le enseñó a dibujar las letras del abecedario. Así, la poeta nacida en 1955 fue entendiendo las palabras como figuras, perspectiva que la acompañaría durante toda su vida.

Ayer, la escritora y actriz valdiviana falleció con sesenta y cinco años de edad.

“Soy de la idea de que sigues siendo una poeta usando el soporte que quieras”, dijo en una entrevista a 13C. Para ella, la poesía se vincula con la palabra con el fin de acotar, materializar, un estado emocional y mental. Su poesía ha sido transgresora desde que, con treinta años, publicó su primer libro, La cuerda floja (1985).

Su obra profundiza en la trascendencia de la corporalidad femenina y su posición de rebeldía frente al patriarcado. Expone el dolor con crudeza; no solo en el plano físico, también en lo social y existencial.

Durante su vida, Vial conjugó la escritura poética con el oficio teatral, ambos ámbitos le permitieron tener gran reconocimiento en la ciudad de Valdivia, donde nació y desarrolló gran parte de su vida.

Junto a su primer libro, destacan los poemarios Sexilio (1994), Jony Joi (2001), Maldita Perra (2004) y El asado de Bacon (2006); además que sus poemas han sido recogidos en distintas antologías.

¿Es posible un poema
como una brasa candente
que no se apague
que no se amilane
que persista
en su historia más allá
(Fragmento de Fuerza bruta, 2019)