El libro Queen: the Neil Preston photographs, fue anunciado con bombos y platillos en mayo de 2020. La misma banda informó la noticia, detallando que se trata de imágenes del grupo capturadas entre 1977 y 1986.

Solo se dio a conocer la portada, la que mostraba un estadio repleto de fanáticos a la espera de ver a su banda favorita, y un pequeño contigente militar en la cancha. Fue cuestión de horas para que los seguidores más acérrimos reconocieran el recinto.

“Al día siguiente de ese comunicado me escribió un chico de Rosario. En bastante buen inglés me explicó que en esa época su papá era agente, y habían descubierto que era el tercero si contás desde la izquierda”, dijo Neil Preston desde su casa en Las Vegas, en conversación con Rolling Stone. “Elegimos esa foto porque era la favorita de Brian de todo el tour por Sudamérica, y cuando le conté esa historia quedó encantado”, dice sobre la imagen capturada en el Gigante de Arroyito.

Crédito Foto: Neil Preston.

Cuando Queen visitó Sudamérica, Argentina, Brasil y Chile estaban bajo dictaduras militares. “Probablemente no estaba al tanto, porque en esa época solo pensaba en el día en el que estaban y, a lo sumo, en el siguiente, pero recuerdo que había soldados por todos lados. Ibas al escenario y había un pibe de veinte años con una ametralladora colgada. En un punto, una AK47 era más importante que un pase para el backstage”, recordó Preston.

Independiente que estuvieran en Londres o en el extremo sur del mundo, el fotógrafo detalla que una de las tantas cosas que aprendió de la banda británica es que nunca daban nada por sentado. Cada detalle era cuidadosamente considerado previo a comenzar sus shows. “No es que tenían un plan. Cada lugar tenía su propia calidad de sonido y todo se podía ajustar, incluso el set que iban a tocar esa misma noche”, relató el fotógrafo a Rolling Stone.

El nuevo libro que registra visualmente los años de mayor éxito con Freddie Mercury a la cabeza, consta de 300 páginas en las que los protagonistas son Mercury, May, Deacon y Taylor en los shows que dieron en Latinoamérica por allá en 1981, con locaciones agotadas en Argentina, Brasil, México y Venezuela.

Crédito Foto: Neil Preston.

Según explica Preston, el valor histórico de estas fotografías está no solo en las tantas facetas inéditas de Freddie mercury, sino también en que Queen puso absolutamente todo de su parte en estos conciertos: talento, recursos técnicos y dinero, mucho dinero. Algo inédito para esos años en Sudamérica.

“Nos dijeron que era la primera gran gira de un artista por el continente. Creo que Peter Frampton había estado un par de años antes por allá, pero con una guitarra acústica y un solo seguidor para iluminar. Esto era otra cosa completamente distinta”, dijo el artista.

¿Cómo es que Neil Preston llegó a trabajar con Queen? Saltando entre grandes figuras.

Nacido en San Francisco en 1952, descubrió su pasión por la fotografía a los 14 años, cuando le regalaron su primera cámara. De hecho, antes de terminar la escuela secundaria, ya había capturado imágenes de Jimi Hendrix, The Doors y Janis Joplin.

Todos ellos fueron trabajos esporádicos, casi anecdóticos, hasta que a los 22 años se fue de gira con Led Zeppelin. Según confesó a RS, fue con Jimmy Page y Robert Plant, que aprendió los límites que tenía como fotógrafo. Lo artístico y el detrás de escena, versus lo netamente íntimo.

Crédito Foto: Neil Preston.

“Si entras a una habitación y ves a alguien haciendo algo de su esfera privada, no levantas tu cámara para sacar una foto. Y si lo llegas a hacer, nunca tiene que salir de tu escritorio”. Fue lo que permitió que su nombre llegara a oídos de Queen, quienes lo contactaron para que los acompañase en su gira News of the World.

“Cuando trabajo, quiero ser invisible, una mosca en la pared. La ironía es que la manera de lograrlo es si estás presente todo el tiempo. Nadie dice nada cuando entra un plomo a ajustar algo o traer palillos de batería al camarín, entonces tampoco tienen que notar cuando yo entro a la habitación”, explicó.

Queen en el Live Aid. Crédito Foto: Neil Preston.

Al trabajar con los de “I want to break free”, Preston se dio cuenta que estaba que estaba lidiando con cuatro personalidades muy diferentes. “Roger fue el primero al que empecé a frecuentar, porque era una estrella de rock, tenía mi mismo sentido del humor y una casa en Los Ángeles. Brian parecía siempre un poco distante y preocupado, pero como también es un experto en fotografía congeniamos rápido, y Deaky [Deacon] era retraído pero muy inteligente”.

Pero quien acaparó gran parte de los flashes, y quien demostró una mayor recepción a los retratos, fue Freddie Mercury. “De todas las personas en el mundo que podrían haber llegado a ser Freddie Mercury, él lo disfrutaba más que nadie. No me dijo ni una vez que guardase la cámara, todo lo contrario. Yo trataba de retratarlo de la manera más real posible sin que perdiera toda esa extravagancia, era fantástico”, dijo a Rolling Stone.

Crédito Foto: Neil Preston.

Es más, Preston agregó que facilitaban muchísimo su trabajo, solo por su forma de ser. “Como fotógrafo, hay tres personas con las que no podías fallar nunca, y eran Freddie Mercury, Jimmy Page y Pete Townshend. Te lo daban todo en una bandeja de plata. Si no podías sacar algo de ellos, tenías que retirarte para trabajar de plomero”.

A más de 30 años de los momentos reflejados en el libro, Neil Preston decidió publicarlas junto a Queen como una forma de reconstruir su propia vida profesional. “Hago esto desde antes de terminar la escuela, así que son más de cincuenta años. Pasó mucho, y lo loco es que recuerdo casi todo, y lo que no, es lo que ocurre entre toma y toma”, dijo el fotógrafo a Rolling Stone Argentina.

La portada del libro Queen: the Neal Preston Photographs, con una imagen del estadio Gigante de Arroyito en Rosario antes del show de la banda de Freddie Mercury, en 1981.