En el verano de 1973, la revista Ritmo relataba la creación de Quilapayún F, una versión femenina de la histórica agrupación del mismo nombre. Cinco mujeres y un repertorio propio fueron parte de un proyecto que culminó abruptamente unos meses después, con el Golpe de Estado, y que por consecuencia no tuvo un destino posterior.
Eso sí, emerge como antecedente de un proyecto pensado casi cinco décadas más tarde. Una inspiración vinculada con los tiempos actuales y que llevó a los mismos Quilapayún a crear en 2020 una versión femenina de la Cantata Santa María de Iquique: la obra de Luis Advis y una de las mayores creaciones de la cultura nacional revivida sólo con mujeres en la primera línea vocal.
“Esta obra siempre ha sido una obra hecha por hombres, así fue concebida. Y se nos ocurrió, como un homenaje a las mujeres de Chile, hacer nosotros esta obra con mujeres”, dice el miembro fundador del conjunto, Eduardo Carrasco.
Colombina Parra, Javiera Parra, Elizabeth Morris, Ema Pinto, María José Quintanilla, Magdalena Matthey y Camila Moreno son las cantantes que, en el medio siglo de esta pieza musical, interpretarán junto a Quilapayún aquello “que la historia no quiere recordar”, como dice la letra de Pregón para referirse a los cruentos hechos ocurridos en Iquique en 1907.
Una formación especial que se reunió el viernes pasado para comenzar los ensayos. Allí, en Espacio Incluir de Ñuñoa, junto a las mencionadas artistas - a excepción de Moreno - estaban Carrasco, Ismael Oddó y Ricardo Venegas de Quilapayún.
Lo que más sorprende es el trabajo vocal que el renovado elenco está realizando para temas como Canción de letanía y Canción final. La interpretación toma forma, adquiere un cuerpo distinto y es emocionante de escuchar incluso para ellos, los propios Quila, después de interpretarla tanto tiempo por los más diversos escenarios.
“Ha sido como ‘ya, colaboremos’; ‘no, mejor a mí me queda bien’; ‘no, sube tú’”, detalla María José Quintanilla. Luego sigue: “Es una obra que está en un tono muy masculino, entonces estamos todas aventurándonos”.
“Hemos estado así con los pelos parados permanentemente, sé que mis compañeras también, porque es una música emblemática”, dice Javiera Parra.
Además del trabajo interpretativo, la Cantata en sus 50 años también contará con la narración de Alfredo Castro. No es la primera vez que el actor se involucra con la historia de la Escuela Santa María para tomar el rol que, en la grabación original, le perteneció a Héctor Duvauchelle. Ya en enero de este año participó de la interpretación del álbum junto a Quilapayún en Matucana 100.
“Mi relación con la Cantata apunta a que yo en la escuela de teatro conocía a Luis Advis, porque era mi profesor, y de ahí todos conocimos la Cantata porque era emblemática de una época”, recuerda Castro.
“Este movimiento que el Quila hace de incorporar mujeres a la Cantata me parece que es de toda justicia. Creo que es una idea muy profunda que ellos han tomado y que es muy necesaria”, expresa el actor.
La grabación final de este trabajo -gestionado por la banda en conjunto con Hernán Honores, productor de Macondo Producciones- podrá verse vía streaming el sábado 12 de diciembre y las entradas se pondrán próximamente a la venta a través del sistema Puntoticket.
Vamos mujer
Cuando Luis Advis escribió la Cantata Santa María a finales de 1969, ilustró en la canción Vamos mujer el rol de la figura femenina dentro de esta historia, desde la mirada que se tenía hace medio siglo .
“Felizmente Lucho tuvo esa visión de hacer una canción en que está la figura de la mujer. En esa época era la compañera, la que estaba junto a la lucha del trabajador, pero hoy día tiene otro rol. Es realmente la persona que está al lado”, dice Eduardo Carrasco.
Para las artistas que participan de esta reversión de la Cantanta, el que hoy sea interpretada por mujeres se hace importante para entregarle una nueva perspectiva histórica. “Creo que va acorde también a los tiempos el tener voces femeninas de diversos estilos de la música chilena, Tiene sentido también porque lo que pasó en Iquique lo vivieron también muchas mujeres y se necesitaba una mirada femenina”, reflexiona Quintanilla.
Javiera Parra también destaca la importancia de esta decisión. “Me da un placer enorme esta reinvención que han hecho ellos de incluir esta energía femenina que es un aporte absoluto. Es como tan emblemático el mundo muy masculino del poncho, el bigote, y el que nosotros estemos cantando junto a los Quila es un espacio ganado”.