Sean Lennon: el hijo favorito es el nuevo guardián del patrimonio Beatle
Aquejada de progresivos problemas físicos, Yoko Ono (87) decidió traspasar la dirección de compañías y sociedades relacionadas con su parte en el legado de The Beatles a Sean, el único hijo que tuvo con John Lennon, en 1975. El músico se convierte en uno de los artistas más poderosos del negocio musical.
A mediados de noviembre de 1980, John Lennon dejaba un paréntesis de cinco años fuera de los estudios para grabar el que a la postre sería su último disco. Double fantasy, incomprendido por la prensa en su momento pero revalorizado tras la muerte del exBeatle como uno de sus mejores trabajos, llegó a las disquerías hace 40 años y marcó el regreso de Lennon a la música con una íntima colección de canciones, varias de ellas hoy clásicos de la música popular, en su mayoría inspiradas en su relación con Yoko Ono -quien también compuso parte del material-, su media década de vida doméstica como padre de familia y, por cierto, en Sean Lennon, su segundo hijo y el primero auténticamente “buscado” por el artista británico.
Cuatro décadas después, en medio de las celebraciones por el aniversario del lanzamiento de Double fantasy, aquel niño que inspiró canciones y buena parte del ADN del álbum -como la entrañable Beautiful boy (Darling boy)- se convierte en el principal heredero del patrimonio de su padre: según el diario Daily Mirror, el 5 de octubre pasado Sean Lennon fue nombrado director de ocho empresas, entre ellas Apple Corps, que maneja el legado de los Beatles junto a los otros herederos, y también de Lensolo, que administra todo lo que se publique en el mundo en torno al asesinado músico.
También se hará cargo de Maclen, que publica el trabajo de John Lennon en Estados Unidos y de Subafilms, una compañía de películas musicales, de acuerdo a lo consignado por el mismo periódico, que cifra en 800 millones de dólares la fortuna de Lennon, hasta ahora administrada por su viuda.
La movida fue impulsada por la propia Yoko Ono, hoy de 87 años, quien decidió ceder la gestión de sus negocios familiares a su hijo. De esta forma, Sean, que tenía 5 años cuando su padre murió, se transforma en uno de los artistas más poderosos y millonarios del negocio musical. De hecho, solo Apple Corps el año pasado reportó activos por 36 millones de libras esterlinas (cerca de 47 millones de dólares).
La cesión pone a su vez bajo la lupa el presente de Ono, quien hace más de un año no se muestra públicamente y seguiría viviendo en el mismo departamento de Nueva York en cuya entrada fue asesinado su esposo, en diciembre de 1980 (dos meses después de la publicación de Double fantasy). Cercanos a la artista han comentado que el estado de salud de ésta sería de cuidado, que recibe asistencia las 24 horas del día y que estaría en silla de ruedas desde el año pasado.
En 2017, en el marco de una ceremonia de premiación, Ono señaló que “he aprendido mucho al tener esta enfermedad”, sin especificar de qué se trataba.
Para Sean Lennon, hoy de 45 años, la cesión lo vincula aún más directamente con el legado musical de su padre, un aspecto que ha estado presente durante toda su vida y carrera pero que ha sabido combinar con sus diversos y esporádicos proyectos propios en la música, con dos memorables discos que llevan su firma: Into the sun, su debut como solista de 1998 -en días en que sus videos rotaban en MTV y el músico participa en actividades pro-Tibet junto a Adam Yauch- y Friendly fires, de 2006.
En paralelo, el artista ha colaborado con una amplia lista de músicos durante las últimas tres décadas, siempre, como sus padres, en una senda algo inclasificable que ha transitado entre el rock y la vanguardia: a fines de los 90 fue integrante estable del conjunto japonés-neoyorquino Cibo Matto, y en los últimos años formó, junto al líder de Primus, Les Claypool, el proyecto de música sicodélica The Claypool Lennon Delirium, con los que ha editado tres discos.
También ha producido canciones para Lana del Rey, the Plastic Ono Band -la banda de sus padres- y por sobre todo se ha concentrado en Ghost of a Saber Tooth Tiger, la banda que creó junto a su pareja, la cantante y modelo estadounidense Charlotte Kemp Muhl.
En septiembre pasado, Lennon Jr. entrevistó a Paul McCartney para un programa especial de radio con motivo de los 80 años que hubiese cumplido su padre, en octubre. “Miro ahora atrás como si fuera un fan”, le dijo McCartney al recordar su primer encuentro en Liverpool con su socio en Los Beatles. “Cuán afortunado fui de conocer a este extraño niño al bajar del autobús, que hacía música como yo”, añadió sobre ese primer encuentro.
¿Y Julian Lennon? El primogénito de John Lennon, de 57 años e hijo de Cynthia Powell, nuevamente queda fuera de la ecuación. Históricamente postergado por su padre, quien más de una vez explicó que su nacimiento no fue “buscado” -a diferencia de Sean-, fue excluido del testamento del ex Beatle, cuyos 200 millones de dólares reportados al momento de su muerte fueron para Yoko y Sean.
John Lennon habría creado un fideicomiso para que Julian recibiera 131.000 dólares cuando cumpliera 21 años, pero tenía que dividirlo en partes iguales con cualquiera de los otros hijos futuros. En 1996, Julian inició un juicio y luego de una larga batalla judicial logró llegar a un acuerdo monetario con Yoko Ono. Si bien nunca se confirmó la cifra, Lennon habría obtenido cerca de 25 millones de dólares.
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