Rápido como las gambetas que dibujaba con la pierna zurda, Diego Armando Maradona no lo dudó. Apenas recibió la indirecta de Cecilia Bolocco, posó una mano en la cintura de la animadora y junto a ella, comenzó a bailar un tango. No duró más de diez segundos, pero bastaron para sellar uno de los momentos más memorables de Viva el Lunes, y de la televisión chilena.
Esa noche, la del 7 de abril de 1997, el Pelusa visitó el estelar de Canal 13 como uno más de las figuras internacionales que pasaron por el estudio número tres de Inés Matte Urrejola 0848. Además ese día participaron Marcelo “Chino” Ríos, Marcela Vacarezza y Maripepa Nieto.
El programa, bajo la dirección de Gonzalo Beltrán, apostaba a la fórmula de reunir famosos con la premisa de que podía pasar cualquier cosa; como la vez que el trío de animadores (que completaban Álvaro Salas y Kike Morandé) intentaron que el ilusionista David Copperfield cantara “La Peineta”, o el sorpresivo -y escandaloso- ataque de risa de un poco más de un minuto de la brasileña Xuxa, sentada frente a un impertérrito Felo.
En el esquema del show, se solía presentar de manera individual a cada uno de los invitados, a modo de recepción, para luego pasar a la conversación grupal. En la introducción -que se podía alargar fácilmente sobre la media hora-, Bolocco -el rostro más “serio” del trío-, solía hacer algunas preguntas, mientras que Morandé aportaba su habitual estilo informal y Álvaro Salas hacía lo suyo con sus tallas rápidas.
Así pasó con Maradona. “Estoy transpirando como testigo falso”, dijo apenas saludó, algo incómodo. Pero con su picardía habitual, entró en el juego de los animadores, en especial con Cecilia Bolocco. “Es que yo empiezo a sudar al lado tuyo, Cecilia”, le dijo.
Luego se le preguntó si eran ciertos los rumores de un posible fichaje en un equipo chileno (en referencia a Colo Colo), además de su opinión sobre el fútbol local y las eliminatorias rumbo a Francia 98′. “Mirá, como está jugando la selección argentina, Chile tiene muchas posibilidades”, aseguró con su estilo franco.
Tras eso vino el cambio de frente. Bolocco, le preguntó si le gustaba el tango. Allí, tras un breve intercambio de anécdotas, sonaron los primeros acordes de “La cumparsita”, y como no, el Diego se animó a bailar con la ex Miss Universo.
Minutos después, el programa se fue a comerciales. Allí ocurrió que Maradona habría sufrido una descompensación. “Estaba muy acalorado. Se había quitado el saco y sudaba. De pronto le dijo al Kike, que se sentía mal y perdía la estabilidad. Le pidió que lo sacara de allí”, dijo el comediante Fernando Alarcón -también presente esa noche- al diario La Nación.
Tras volver de la pausa, Bolocco con un tono más serio explicó la ausencia del ídolo. “Desgraciadamente yo quisiera hacer un anuncio, antes de continuar con la conversación. Desgraciadamente Diego Maradona durante los comerciales sufrió un alza de presión que nos ha obligado a trasladarlo a un clínica de Santiago [la Clínica Alemana]”. La cámara, tomó su asiento vacío.
Aquel fue un año especial para él, porque meses después, el 25 de octubre, jugó su último partido como futbolista profesional en un superclásico ante River Plate. Pero su relación con las cámaras y las luces no se apagó, pues consiguió su propio show tiempo más tarde. Incluso, en 2002, retornó a Chile para participar en el programa Aquí se pasa mundial, donde incluso se animó a dominar un balón de fútbol.