El arte del asesinato político estrena documental en HBO
La frágil democracia de la Guatemala de la posguerra tiene un caso icónico. Dos días después de documentar las violaciones a los derechos humanos a manos del ejército, un obispo impulsor de las investigaciones sobre las atrocidades cometidas durante la guerra civil fue asesinado. El caso inspiró un libro de Francisco Goldman que llega a la pantalla.
El 26 de abril de 1998, el obispo y coordinador de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, Juan Gerardi, fue asesinado a golpes. Habían pasado dos días desde la presentación de las mil seiscientas páginas del informe que documentó las sistemáticas violaciones de los derechos humanos cometidas por el ejército de Guatemala en la lucha contra la insurgencia que, formalmente, había terminado en 1996 con un histórico acuerdo de paz.
“El horror con nombre y apellidos”, llamaría la prensa local al documento, aludiendo a las más de cincuenta mil víctimas de la guerra civil del país centroamericano.
Las hipótesis de los investigadores del gobierno, en un trabajo que más parecía una farsa, iban desde el crimen pasional entre homosexuales, a una red de traficantes de arte sacro, cuyos robos había descubierto Gerardi. Pero los héroes fueron los investigadores de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado que diseccionaron por su cuenta el asesinato. Su trabajo de detectives condujo a un juicio histórico.
Mañana llega a HBO y sus plataformas El arte del asesinato político, documental que recoge el trabajo del libro homónimo (Anagrama, 2009) del escritor estadounidense Francisco Goldman y relata el trabajo de los investigadores que, temiendo que se buscara ocultar el hecho, redactaron el informe sobre Gerardi y desafiaron peligrosas intimidaciones para dar a conocer una red de conspiraciones y asesinatos que salpicaba a los niveles más altos del gobierno.
“El obispo Juan Gerardi buscó dar a conocer los crímenes y la corrupción en Guatemala y pagó con su vida por ello”, dice George Clooney, uno de los productores ejecutivos del filme. “Grant (Heslov, el otro productor) y yo estamos orgullosos de mostrar su coraje al resto del mundo”.
El documental muestra registros fílmicos inéditos y fotos de archivo con entrevistas actuales a las personas involucradas en la divulgación de la verdad sobre el asesinato de Gerardi. Muchos entrevistados mencionan que el legado del obispo aún se siente en el país centroamericano.
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