Mujer Maravilla 1984: así es el elogiado villano de Pedro Pascal en el último blockbuster de 2020
En la piel del antagonista que enfrenta al personaje de Gal Gadot, el actor chileno brilla en la superproducción que se estrena la próxima semana en Estados Unidos y que a Chile llegaría apenas se abran las multisalas. Culto pudo ver la película hace unos días en una función privada.
Eléctrica, a contrarreloj, con exigencia física y múltiples obstáculos. Mujer Maravilla 1984 arranca con una secuencia de acción en la mejor tradición de las películas de matiné, con una Diana Prince en versión niña (Lilly Aspell) abriéndose paso entre las grandes guerreras amazonas y aprendiendo una lección vital.
La directora Patty Jenkins no tenía cómo saberlo, pero con el inicio de la secuela de su exitoso filme de 2017 evoca por qué la sala de cine difícilmente puede ser sustituida por la comodidad del hogar. Al ver en pantalla grande muchos largometrajes de 2020 –arrastrados al streaming por la pandemia– posiblemente ocurriría lo mismo, pero la segunda parte de la cinta protagonizada por Gal Gadot eleva orgullosa como pocas las banderas del cine de espectáculo, en la peor temporada que recuerden los grandes estudios.
Su estreno despide un año en que Mulán sólo se vio en el streaming en casi todo el mundo y fueron aplazados hasta 2021 títulos como Black Widow, Sin tiempo para morir, Rápidos y furiosos 9, junto a un puñado de blockbusters destinados a dominar y batir marcas en taquilla. De todos ellos, el único que alcanzó a verse en la gran pantalla fue Tenet, con un balance dispar (y desembarco pendiente en buena parte de Latinoamérica).
Aunque también hay un matiz frente a la celebración del debut de la nueva Mujer Maravilla: su arribo a los complejos de Estados Unidos, el próximo viernes 25, es compartido con el streaming, inaugurando la polémica estrategia de Warner Bros. de lanzar al mismo tiempo sus películas en cines y en su plataforma HBO Max, al menos en Norteamérica.
A países como Chile la cinta llegará cuando las multisalas, cerradas desde marzo, puedan volver a abrir sus puertas. Sin fecha confirmada (Culto asistió a una función privada antes del retroceso de la Región Metropolitana a la Fase 2), el estreno será la oportunidad para ver la aceitada aventura que montaron Jenkins y Gadot, la dupla directora-estrella que de la Primera Guerra Mundial del filme original ahora salta a la década de los 80 en Estados Unidos y los últimos años de la Guerra Fría.
Un contexto que permite la proliferación de tipos como Max Lord (Pedro Pascal), un hombre conocido por sus infomerciales en televisión en los que busca atraer a inversores a su compañía petrolera, aunque sus finanzas llamen a lo contrario. La mezcla misma de especulación, desesperación y ansias de poder, cuyo destino se cruza con los de Diana Prince y Barbara Minerva (Kristen Wiig) –una nueva colega de la protagonista en el museo Smithsonian– una vez que aparece una misteriosa piedra.
Repitiendo muchos de los mejores atributos de su predecesora, Mujer Maravilla 1984 se consolida como una superproducción con el foco tanto en el sentido de aventura como en la constitución de sus personajes. Gadot sigue ahondando en la humanidad y empatía de Diana, quien lleva una doble vida en Washington y de golpe se asombra ante la reaparición de Steve Trevor (Chris Pine), el piloto al que amó y creyó muerto en la primera película.
Pero el punto que mejora ostensiblemente en la secuela es la conformación de sus villanos, un aspecto siempre complejo en los filmes de superhéroes. Cuesta por ejemplo recordar el triunvirato del mal que interpretaron Danny Huston, David Thewlis y Elena Anaya en la primera cinta. No debiera ocurrir lo mismo con los personajes de Pedro Pascal y Kristen Wiig, más cerca de lucir como seres humanos que figuras uniformes con planes perversos.
En su rol más importante en el cine hasta ahora, Pascal es tan creíble en su faceta de fanfarrón como de un tipo ambicioso dispuesto a todo, como un padre terrible y como un maestro de la mentira. A fin de cuentas, un malo con matices y humanidad que parece hecho a su medida.
Todo el carisma que en películas como Triple frontera y El justiciero 2 parecía aprovechado a medias por los guiones, y que en The Mandalorian sólo se aprecia a través de su voz (salvo en el capítulo del viernes pasado, el penúltimo del segundo ciclo), aquí se despliega a sus anchas, en una interpretación que posiblemente siga aumentando sus bonos en la industria y que ya le reporta elogios. Una “actuación entretenida y amplia”, escribió Empire, mientras que IndieWire celebró que “se divierte mucho en el papel”.
De hacerle frente a Mujer Maravilla y encarnar a “Mando” en la serie de Star Wars, el 25 de diciembre Pascal también estará en el streaming con el filme We can be heroes (Netflix), lo nuevo de Robert Rodriguez, su socio en uno de los mejores episodios de la actual temporada de The Mandalorian. Hollywood tuvo un año horrendo, pero no el actor chileno más brillante en el extranjero.
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