José y el Toro: el destacado cantautor venezolano que se asentó en Chile

Al mirar su biografía, pareciera que William José Casique siempre se fue abriendo espacio en una tierra ajena. Originario de la ciudad venezolana de San Cristóbal, logró hace un par de años llegar a la final del Festival Nuevas Bandas, en Caracas, histórico certamen habitualmente inclinado hacia los representantes de la capital.

Aunque no consiguió el sitial más anhelado del podio –quienes lo conocen también subrayan que su figura de trovador pudo haber jugado en contra-, sí tuvo otro pequeño triunfo: su propuesta folk de trazos oscuros, y de crooner con la brújula en dirección hacia las variantes estilísticas del sur del mundo, empezó a generar ruido en la escena de su país.

Con ese estímulo, en 2015 sacó su álbum debut, Retrato –un manifiesto precisamente de cantautoría e influencias andinas-, y comenzó a girar por parte del continente: la música que despachaba no sólo había que interpretarla bien, sino que también mirarla de frente en los países donde había nacido.

Por lo demás, hace rato su aventura creativa se había bautizado de manera concreta: José y el Toro, la chapa que sintetizaba su segundo nombre y su apellido.

“Con tan solo una maleta con ropa para 15 días y sin un peso en el bolsillo, decidí quedarme en Chile, que fue el último país que visité en mi gira para intentar que sobreviviera mi proyecto”, dijo a fines del año pasado al sitio Parlante, para referirse al periplo por Colombia, Ecuador, Perú y nuestro país, donde finalmente se quedó luego de un par de fechas en Santiago y Viña del Mar.

Pero el cambio no sólo ha sido geográfico. En Santiago, su apetito artístico también se ha abierto hacia las sensibilidades más propias de este lado del mapa, como el bolero, la balada eléctrica de Los Ángeles Negros o el pop en sepia que ha cruzado la cantautoría chilena del último lustro. Todo ello fusionado con el ingenio rítmico del hip hop.

Quizás la última muestra es No estás, single desde ayer disponible en plataformas digitales.

“La canción fusiona los géneros balada, hip hop, r&b y habla sobre romances que se difuminan ante la ausencia. Este nuevo lanzamiento es el inicio de una serie de piezas que procuran revivir el melodrama y exploran temáticas como la muerte, el despecho, la inspiración y fusiona géneros clásicos de Latinoamérica, como el bolero y la balada, con elementos del pop y el R&B”, describe un comunicado en torno a su último sencillo.

Además, el video está protagonizado por la modelo y activista LGBQTTTIQ+ Osiris Evangeline. De alguna forma, y tal como sucedió desde su irrupción, el radar de José y el Toro se sigue amplificando en las direcciones más diversas.