Kevin McCallister está solo en su casa. Su numerosa familia se quedó dormida previo a un viaje a París, y entre el caos de levantarse, las maletas, los transfer y demás, nadie se preocupó de despertar al pequeño Kevin, quien dormía castigado en la habitación del cobertizo.

Parecía que estaba en un sueño. O que se le cumplió un extraño deseo. Después de todo, apenas unas horas antes le había dicho a su madre que ojalá el resto de su familia no existiera. Una expresión que Kevin dijo desde la furia del momento tras sentirse maltratado por sus hermanos e ignorado por sus padres.

Ahora, solo en su enorme casa en Chicago, se siente todo poderoso: puede comer lo que quiera, saltar en la cama, correr como loco, gritar, inmiscuirse entre las pertenencias de sus hermanos y ver películas sin restricciones.

Ante la ausencia de figuras de autoridad, Kevin no duda en ver Angels with filthy souls (Ángeles con almas sucias), un filme gángster con tintes de Scarface y The Godfather en formato noir que contiene altos índices de violencia.

Con un enorme plato con helado, Kevin no pudo evitar impresionarse con la tanda de disparos que Johnny propina a Snakes sin mostrar piedad.

Pero resulta que esta cinta que ve el protagonista de Home Alone (o Mi pobre angelito, como es conocida en Latinoamérica), en realidad no existe. Solo se grabó aproximadamente un minuto y medio de acción para efectos de la historia principal.

-“Te voy a dar a la cuenta de 10 para que saques tu feo, amarillo y trasero bueno para nada, fuera de mi propiedad antes de que te llene las tripas de plomo”.

-“Está bien, Johnny, lo siento”, responde Snakes retrocediendo. “Me voy.”

-“Uno. Dos. ¡Diez!”.

Una secuencia que más adelante repetiría Kevin para engañar al repartidor de pizza de Nero’s y a los “Ladrones mojados”. “Quédate con el cambio, animal inmundo”, remata Johnny tras detonar su metralleta.

¿Cómo se hizo aquella secuencia? En el mismo gimnasio donde se construyó el set de rodaje de toda la cinta.

Angels with Filthy Souls se filmó en un día, en el último día de prueba de cámara de Mi pobre angelito antes de que comenzar a rodar oficialmente . “No teníamos nada que perder”, dijo el director de fotografía Julio Macat.

De hecho el detalle de la escena y respectivos storyboards aparecieron relativamente tarde. En un comienzo solo aparecía como “la película de gángsters”.

“Creo que el título se decidió sólo porque necesitábamos crear una etiqueta para la cinta que Kevin pone en el reproductor de VHS”, dijo el director de arte Dan Webster, según detalla Vanity Fair, sobre el título que se inspiró en Angels with dirty faces, una cinta de 1938.

Fue Macat quien convenció a Chris Columbus -director de Mi pobre angelito- de rodar la secuencia utilizando las técnicas y el stock de negativo en blanco y negro de películas de los años 40. La iluminación y la estética de alto contraste evocaría “un cruce entre el cine noir y las cosas realmente locas que se ven en la televisión de los 90“, dijo el diseñador de producción John Muto.

La secuencia se rodó en un sector del gimnasio abandonado de New Trier West High School, y todo el conjunto para la escena constaba de solo un par de paredes. La oficina de Johnny fue diseñada con vidrio translúcido con textura en la puerta y una ventana que lo iluminaría siniestramente en su escritorio a través de persianas venecianas. Un diseño especialmente creado para el máximo drama.

Eve Cauley y Dan Clancy, los diseñadores de escenografía, añadieron una vieja máquina de escribir, un par de binoculares en la ventana, un teléfono antiguo y una metralleta Colt 1921AC Thompson. Incluso hay vapor de una taza de café en el escritorio de Johnny.

Según dijo Macat a Vanity Fair, todavía está satisfecho con la forma en que Snakes muere en cámara y luego es rociado con balas boca abajo en el piso. “Esto parecía algo que podría dar un buen susto a un niño”, dijo feliz.

Michael Guido, el actor que interpretó a Snakes, acudió al casting tras actuar en una obra en el Victory Gardens Theatre de Chicago. Al finalizar la función, se metió en su automóvil y condujo 24 kilómetros al norte, llegando a Winnetka para audicionar como Johnny.

Janet Hirshenson, la directora de casting de Mi pobre angelito, dijo que Guido había dominado el papel, tanto por el tono de voz como el ritmo cómico, pero sobre todo, por sus rasgos faciales. “La gente en ese entonces tenía diferentes dietas. El look ideal era más Ryan Gosling que Brad Pitt”, dijo Hirshenson.

“Chris se reía cuando terminé la escena y me animó a ir un poco más allá. Se sintió bien y le debe haber gustado, porque me dio el papel”, dijo Guido a VF.

Si bien obtuvo el rol de Johnny, intercambiaron su papel con el de Ralph Foody -quien finalmente interpretó al mafioso con la metralleta- porque Foody se había sometido recientemente a una cirugía de rodilla, lo que le impedía inclinarse en el piso para la escena de su “muerte” como Snakes.

Ralph Foody en el set de Mi pobre angelito.

“Eso estuvo perfectamente bien para mí, ya que ambos eran papeles divertidos”, dijo Guido. “Pero unos años más tarde, me di cuenta de que yo era el único actor de la película original que no fue invitado a participar en la secuela porque mi personaje estaba ‘muerto’”, confesó el actor que actualmente tiene 70 años.

Y tenía razón. Ralph Foody, quien falleció en 1999 a los 71 años, regresó como Johnny en Mi pobre angelito 2, cinta que muestra las aventuras de Kevin perdido en Nueva York.

“La escena resultó ser la pieza divertida de la película. La energía de los actores fue contagiosa para el equipo, que se unió a la risa. Después de eso, estábamos listos para empezar a rodar nuestra película”, dijo el director de fotografía Julio Macat.

De hecho, aún a 30 años del estreno de Mi pobre angelito en los cines, sigue siendo un clásico, tanto de Navidad, como de la cultura pop en general. Una participación más bien breve que Michael Guido recuerda con cariño.

“Tras el estreno, me detenían en las calles niños que gritaban ‘¡Snakes!’ y luego procedían a hacer el diálogo de la escena frente a mí. Fue salvaje. Esto se prolongó durante varios años“, dijo el actor a Vanity Fair.

Mi pobre angelito y Mi pobre angelito 2, están disponibles en Disney+.

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