El 2020 termina con saldo a favor para Pablo Chill-E, aunque pudo haber sido aún mejor. Primero, lo bueno: a sus 20 años, el trapero de Puente Alto cierra la temporada como el artista chileno más escuchado entre los usuarios nacionales de Spotify -el referente global para este tipo de mediciones-, gracias a un popular catálogo que no pierde frescura ni urgencia, y que expandió en en los últimos meses con un nuevo disco (Shishi Mixtape) y colaboraciones diversas y estelares junto a nombres como Quilapayún (Aburrido) y Bad Bunny (Hablamos mañana, junto al argentino Duki), abriendo puertas hacia nuevos públicos y latitudes.
“¡ Ah! Me gané un Copihue de Oro, me invitaron a los Billboard, me nominaron a mi primer Grammy Latino y salí el artista chileno más escuchado en Chile”, enumera el autor de Facts, intentando recordar vía correo electrónico los puntos altos de un año que, de no ser por la pandemia, le deparaba otro tipo de hitos en su carrera. Entre ellos, su primera presentación oficial en el Lollapalooza santiaguino, un viaje a los premios Juventud de Puerto Rico y su debut en el prestigioso festival Primavera Sound de España, donde ostenta un público objetivo nada despreciable. Todo suspendido hasta nuevo aviso.
“Este año ha sido súper raro por todo lo del virus. Veníamos haciendo varios shows al mes, teníamos este 2020 gira por México, Perú, Chile y Europa, así que por ese lado, fome. Por el lado musical fue bacán”, sintetiza Pablo Acevedo, quien pese a todo se las arregla para seguir creando música, fortalecer su sello discográfico y su coordinadora social y para seguir entrando y saliendo del país para delinear sus próximos pasos, alternando a Chile y Estados Unidos como centros de operaciones.
En lo inmediato, además de los videos que seguirá liberando del último trabajo que lleva su firma, Chill-E ya tiene listo su próximo capítulo discográfico: un nuevo mixtape que lanzará en las próximas semanas, cargado al reggaetón para encender el verano. “Se llama Chichi pa las Shishi y está listo, estamos viendo cuándo lo soltamos”, avisa.
A lo anterior se sumarán nuevas colaboraciones que verán la luz en 2021, para seguir diversificando su alcance: además de dos canciones con la cantante argentina Cazzu y otra junto a Ana Tijoux -en su primer trabajo en conjunto-, el solista ya grabó en Miami junto al productor trasandino Bizarrap y al trapero puertorriqueño Darell.
“Continuaremos con Shishigang Records tratando de hacerlo cada vez más profesional en todo sentido, para que los que quieren una oportunidad la busquen ahí para salir adelante”, cuenta Chill-E sobre los avances de su propio sello discográfico, que funciona en paralelo a la coordinadora social Shishigang, el brazo solidario de su colectivo, donde desde hace tiempo -y con mayor empeño a partir del estallido social de octubre de 2019- articula ayuda de todo tipo; desde cajas de alimentos hasta recitales benéficos y visitas a niños del Sename.
“Es muy importante para nuestro equipo, siempre tratamos de ayudar, porque esa es la esencia de la coordinadora, ayudar al pueblo, algo que debería hacer el Estado pero nunca se han preocupado de las poblaciones y de su gente”, sentencia el músico, quien además se prepara para actuar -junto a su hermana- en la película Kaye, el nuevo proyecto del director Juan Cáceres (Perro bomba).
Para iniciar la temporada 2021, el 22 de enero Chill-E presentará un nuevo espectáculo por streaming -con visuales, luces y setlist renovados, detalla- desde el teatro principal de Matucana 100, cuyas entradas (desde los $4.000) están a la venta en el sitio del recinto.