Desde su mirada de cineasta afrobritánico, criado por un padre granadino y una madre trinitense en Londres, Steve McQueen (51) observa el intenso 2020. “Ha pasado mucho durante este año, primero, por supuesto, George Floyd, y luego tuvimos lo que sucedió con los negros durante la pandemia en el Reino Unido, y la gran proporción de ellos que sufrieron y murieron debido a eso”, señala el director de 12 años de esclavitud en una conferencia en la que participa Culto.
“Hemos sido muy afortunados de que se haya estrenado ahora, pero al mismo tiempo es una de las cosas que podría ocurrir en cualquier momento. Supongo que lo que quiero decir es que no sé cuándo es el momento correcto o incorrecto, pero estoy feliz de que exista”, agrega el cineasta ganador del Oscar, todavía desanudando las ideas en torno a Small axe, su última creación y su primera experiencia en TV.
Una producción de alcance monumental que le tomó 11 años de trabajo, hasta que debutó hace un mes en la BBC (en Gran Bretaña) y Amazon Prime Video (por ahora sólo en EE.U.U), siendo presentada como una serie antológica de cinco filmes sobre inmigrantes caribeños de Londres, entre fines de los 60 y los 80, a modo de recordatorio del racismo y la segregación del país pero también como una celebración de las vidas de sus protagonistas.
The Guardian planteó que “será la obra maestra de Steve McQueen y un hito de la televisión británica” y le dio el tercer puesto en su revisión de las mejores series de 2020, pese a que también ha aparecido, gracias a Mangrove o Lovers rock –las dos primeras películas de la antología– entre lo mejor del cine de este año en las listas de publicaciones como Sight & Sound, The Hollywood Reporter y Empire.
Más confuso se tornó todo cuando hace una semana el círculo de críticos de cine de Los Angeles tomó la inédita decisión de escoger a Small axe –en su totalidad– como el mejor filme estrenado en 2020, mientras que decidió separar el conjunto al otorgarle el segundo lugar de Mejor banda sonora únicamente a Lovers rock.
“Esto es cine, estas son películas, que resulta que están en televisión. Siempre quise que mi mamá las viera. Estas son historias nacionales, (por lo que) quería que fueran accesibles y la BBC es para mí el único tipo de organización que puede hacer eso”, explica McQueen sobre la producción, por ahora considerada por Amazon en las premiaciones de televisión como mejor miniserie y no en los Oscar.
Pero eso está lejos de ser lo único especial que presenta la antología: las vidas de los británicos de origen antillano rara vez han sido abordadas por producciones audiovisuales y por la historia del país en general, por lo que lo nuevo del director de Shame es una revelación en su totalidad.
“Realmente estábamos en una misión, sabíamos que lo que estábamos haciendo era original en muchos sentidos. No se había hecho antes, en términos de la historia que estábamos contando y cómo tenían que verse”, indica en la misma conversación Tracey Scoffield, productora de la serie que acompañó la idea de McQueen por años.
De la corte al romanceConocidos como los Nine Mangrove, nueve activistas negros fueron arrestados en 1970, en medio de las protestas en contra de las redadas policiales que tenían como blanco un restaurante caribeño de Notting Hill. El hecho inspira el primer y más extenso filme de la serie (128 minutos), Mangrove, para muchos el mejor drama en la corte de este año, por sobre El juicio de los 7 de Chicago (Netflix).
“Creo que todos sabíamos que eran increíbles los personajes que se nos habían entregado”, comenta en la misma instancia el actor Shaun Parkes, quien interpreta al dueño del local en ese relato. “Sabíamos que el momento era especial, pero realmente no creo que el año pasado nadie supiera lo que iba a ser mirarlo ahora a través de estos lentes (de 2020)”, añade.
Tan urgente como esa cinta es Lovers rock, una trama de amor y baile entre dos jóvenes encarnados por la debutante Amarah-Jae St. Aubyn y Micheal Ward. Una película, dice la actriz, que “muestra que sentimos mariposas, nos enamoramos por completo, celebramos, mientras lidiamos con la lucha”.
“Durante mis estudios, nunca pensé realmente que estaría protagonizando una historia de amor. Eso lo descubrí con 25 o 26 años, al tener la suerte de ser elegida por Steve (McQueen). Así que espero inspirar a las jóvenes negras que la vean a los 12 o 13 años y digan ‘guau, puedo ser una hermosa mujer negra en una historia de amor’”, agrega.
Ya sea con la vigorosa trama de un policía encarnado por John Boyega que lidia con el racismo institucional (Red, white and blue), el drama de la segregación en el sistema de educación (Education) o una reconstrucción de un duro pasaje de la vida del escritor de padres jamaicanos Alex Wheatle, la producción se mantiene poderosa y versátil a cada momento y pisa fuerte para encontrar plataforma fuera de EE.UU. y Gran Bretaña, donde se encuentra inédita.
McQueen, su cerebro y padre, proyecta una larga conversación en torno a la serie. “Nos dice dónde estamos ahora, qué tan lejos hemos llegado, pero en última instancia, nos dice qué tan lejos debemos llegar. Y ese siempre es el caso respecto a lo que sentí por Small axe, siempre se ha tratado del futuro, no de otra cosa”, concluye.