En noviembre de 2020, debutó en una cantidad limitada de salas de cine, la cinta Stardust, una suerte de biopic con David Bowie como figura central.
Con Johnny Flynn en el papel principal y Gabriel Range como director, el filme se centra en la travesía de Bowie a Estados Unidos, cuando aún no gozaba de fama internacional. Un periodo marcado por el nacimiento de una de sus facetas artísticas más famosas: Ziggy Stardust.
Sin embargo, la película no cuenta con ninguna canción original de David Bowie, ya que la familia del Duque Blanco no autorizó la realización del filme, o al menos no con las composiciones de artista británico.
Por ello, en Stardust se utilizaron temas creados por su actor protagónico -Johnny Flynn- y covers de bandas que Bowie solía versionar, como The Yardbirds y Jacques Brel.
“Solo nos da una pequeña muestra, pero es suficiente para abrir el apetito: para una película biográfica de Bowie que captura a este actor loco en toda su gloria de rock ‘n’ roll de espejos”, escribió el columnista de Variety.
Un comentario benevolente comparado con la crítica despiadada por parte de Angela Barnett, actriz y modelo que estuvo casada con David Bowie entre 1970 y 1980.
“Una pérdida total de tiempo”, describió Barnett en conversación con The Mirror. “David nunca la habría visto”.
“Debería llamarse la historia de Ron Oberman Whingeing and Whining”, dijo la madre de Duncan Jones, primogénito de Bowie. “Fue aburrido. No lo encontré entretenido en absoluto. Es más triste que un documental de una estrella. Fue demasiado neutral y soso y sin la música, no hay nada“.
“Las únicas personas que verían la película, son las personas obsesionadas con las celebridades. Bowie era músico. ¿Y dónde estaba la música?”, expresó sobre uno de los aspectos más importantes del filme.
Además, acusó a Stardust en términos narrativos, ya que notó varias inexactitudes, especialmente en las escenas que muestra su relación con David Bowie. Por ejemplo, una secuencia revela una discusión entre ella y David cuando regresó a Londres después de intentar triunfar en Estados Unidos.
“No fue así en absoluto. Nuestro matrimonio no estaba en un punto de ruptura entonces. Eso vino mucho después. No estaba preocupado por nada, estaba de muy buen humor. Me lo estaba pasando de maravilla en Londres. No estaba disponible las 24 horas del día”, dijo Barnett.
“El personaje que me interpreta dice que yo quería que David y yo fuéramos rey y reina, pero eso no es cierto. Quería que la carrera de David fuera increíble y luego quería perseguir mis sueños de dirección y actuación. No quería ser reina”, añadió la actriz y modelo.