“En lo que probablemente es una de las experiencias más notables de su tipo en la historia religiosa reciente, un adolescente de 14 años de Mount Rainier fue liberado por un sacerdote católico de una posesión demoníaca. Reportaron fuentes de la Iglesia Católica el día de ayer”, comenzaba la noticia publicada en el Washington Post el 20 de agosto de 1949.
“Solo después de entre 20 y 30 realizaciones de este ritual ancestral de exorcismo, aquí en St. Louis, el diablo finalmente fue sacado del muchacho”, continuó el reporte.
Hace 72 años, un caso estremeció a la comunidad de St. Rainier en el estado de Washington, Estados Unidos. Roland Doe -seudónimo utilizado para resguardar su real identidad- tenía 14 años cuando fue sometido a sucesivos rituales de exorcismo.
Una noticia que captó la atención de William Peter Blatty cuando era estudiante universitario en Georgetown. El titular permaneció de tal manera en su memoria, que se obsesionó con el caso, motivándolo a reconstruir cada una de las circunstancias y aprender todo lo posible sobre este rito.
Aunque conocía bastante de religión, específicamente del catolicismo por sus años en una universidad jesuita, leyó “todos los libros sobre posesión que habían sido publicados en inglés desde 1940”, según relató el autor en una entrevista.
Conversó con sacerdotes, buscó en archivos y registros de iglesias, pero tuvo dificultades para conocer muchos detalles del caso de Roland Doe.
Según informaron los medios de la época, “en todas las etapas excepto las últimas tres, el adolescente estalló en un ataque de alaridos, insultos y gritos de frases en idioma latín, que él desconocía, cuando el sacerdote alcanzó el punto cúlmine del ritual, al decir ‘en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, yo expulso el demonio de ti’”.
Al llegar a un punto muerto en su investigación, Blatty abocó todos sus conocimientos en la ficción. Cambiando algunos detalles sobre la noticia que leyó en el Washington Post, escribió sobre una niña de 12 años a la que sometieron a un exorcismo.
La novela de William Peter Blatty, titulada simplemente El Exorcista, fue publicada en librerías en 1971. Un fenómeno literario que vendió más de 13 millones de copias en Estados Unidos y permaneció 57 semanas seguidas en la lista de best-sellers de The New York Times.
El exorcismo de Roland
Según informaron los medios de la época, el adolescente víctima del “demonio”, comenzó a tener comportamientos extraños luego que una mujer de su familia, que se dedicaba al espiritismo, falleciera.
Algunos de los sucesos que relataba, señalaban ruidos inexplicables en la casa, caminatas nocturnas involuntarias, y ataques de gritos y llantos.
En un comienzo, la familia contactó a diversos médicos, pero ninguno logró darles un diagnóstico, ni mucho menos una cura. Según la publicación original en el Washington Post, el joven incluso fue llevado al hospital universitario de Georgetown y a otro en St. Louis, ambas instituciones jesuitas.
“Finalmente, ambos hospitales, según informó el sacerdote a cargo de la intervención, afirmaron que no eran capaces de curar al niño por medios naturales”, detalló el diario.
Sobre el exorcismo en sí, el medio informó que lo realizó “un sacerdote jesuita de alrededor de 50 años, quien se abocó a la tarea mediante plegarias”, y quien no se separó del joven durante dos meses, prácticamente viviendo con la familia de Roland.
“En una muestra de su total devoción por su misión, el sacerdote personalmente fue testigo de distintas manifestaciones del joven mientras dormía”, describió el reporte.
Tras la última etapa del ritual, realizada en mayo, los comportamientos extraños del niño se detuvieron.
Un clásico del cine de terror
Dos años después de la publicación de la novela, William Peter Blatty adaptó su historia como guión cinematográfico.
William Friedkin tomó la dirección de un filme que se convertiría en un clásico del cine del terror, y Blatty vigiló de cerca la realización al asumir como productor.
Si bien el libro fue un best-seller, la dupla tuvo varias dificultades para realizarla y llevarla a las salas de cine.
Primero, descartaron -y fueron rechazados- por las principales estrellas de la época. Algunos de los nombres que se barajaron fueron los de Marlon Brando, Jack Nicholson, Laura Dern y Melanie Griffith.
A pesar de la oposición por parte de los ejecutivos de Warner Bros Pictures, finalmente llegaron a acuerdo con Max von Sydow como el Padre Lankester Merrin, el debutante Jason Miller como el Padre Damien Karras, y la joven Linda Blair como Regan MacNeil, la víctima de la posesión.
Sin embargo, aún con un reparto definido y una historia prometedora entre manos, su producción siguió enfrentando dificultades. La mayor parte del set se quemó, y Blair y Ellen Burstyn -la madre de Regan- sufrieron accidentes durante el rodaje.
Finalmente, la filmación demoró el doble de lo programado y duplicó el presupuesto planteado inicialmente.
Considerando los traspiés, y que la cinta no contaba con grandes estrellas en su elenco, Warner no tenía mucha fe en el estreno de El Exorcista, por lo que no realizó funciones de prensa, y la exhibición fue en un número limitado de salas.
Rápidamente la historia de posesión se convirtió en un fenómeno de terror, que no solo logró cifras récord para la época, también permanece como la novena película con mayor recaudación en Estados Unidos.
El Exorcista recibió diez nominaciones al Oscar, de las cuales fue premiada en dos categorías: Mejor guión adaptado y Mejor Sonido.
Además de la exitosa película, en 2016 Fox creó la serie homónima, la que a la fecha tiene dos temporadas emitidas.