“Blinding lights”, la canción insigne del último álbum de The Weeknd, After Hours; arrasó en 2020. Fue el tema más escuchado de Spotify, en un año marcado por la pandemia, y estuvo 43 semanas consecutivas en el Top 10 Billboard.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, no recibió ninguna nominación a los Premios Grammy. “Mira, personalmente ya no me importa”, dijo Tesfaye en conversación con Billboard. Y es que entre manos trae otro gran hito en su carrera, quizás superior a los gramófonos dorados que hipotéticamente se hubiesen sumado a los tres que ya tiene.
The Weeknd subirá al escenario como plato principal del show de medio tiempo del Super Bowl LV. Considerando que su hit pop de tintes ochenteros se viralizó tanto en la centennial plataforma TikTok como en otras redes sociales, era el sucesor lógico de Shakira y JLo.
Pero antes de The Weeknd existía un joven llamado Abel Tesfaye, o más bien, sigue existiendo, pero pocos lo conocen por tal nombre.
Eterno fin de semana
Hijo de inmigrantes etíopes, Tesfaye nació en Ontario, Canadá, en 1990. A temprana edad, sufrió el abandono de su padre, por lo que su crianza se dividió entre su madre -que tenía varios trabajos- y su abuela.
“El etíope, el amárico, fue el primer idioma en el que aprendí a formar oraciones, porque mi abuela, que me crió con mi madre, no hablaba inglés”, dijo Tesfaye a Variety en abril de 2020. “Debido a la televisión y al estar en Canadá, también aprendí inglés, pero fui a una escuela de inmersión en francés, donde te metías en problemas por hablar inglés y no podía hablar con mi abuela, así que es casi como que el inglés es mi tercer idioma, aunque ahora es el primero”.
La televisión y el cine estadounidense, formaron -y siguen formando- una parte importante de su vida. The Weeknd no tiene problemas en mencionar la casa de Rick & Morty como su canal predilecto, así como comedias noventeras como La Máscara, una de las historias que inspiró su personaje actual para After Hours.
“Soy un fanático de Adult Swim. Crecí con eso. En mis tiempos oscuros, me sacaron de la cabeza. La comedia siempre es una gran cosa en mi casa”. Pero sobre La Máscara, guarda un recuerdo especial que involucra a su madre y, anecdóticamente, a Jim Carrey.
“‘La Máscara fue la primera película que fui a ver en un cine; mi mamá me llevó cuando tenía 4 años y me dejó pasmado”, confesó a Billboard.
26 años después, The Weeknd y Jim Carrey compartieron un desayuno cuando el cantante cumplió tres décadas. “Le envié un mensaje de texto con la dirección de mi condominio en Los Ángeles y me dijo: ‘Literalmente puedo ver tu casa desde mi balcón’. Sacamos los telescopios y nos saludamos”.
“Cuando le conté que mi mamá me había llevado a ver ‘La Máscara’, ¡conocía la sala de cine! De todos modos, en mi cumpleaños, me llamó y me dijo que mirara por la ventana, y en su balcón tenía estos globos rojos gigantes, me pasó a buscar y nos fuimos a desayunar. Fue surrealista. Jim Carrey fue mi primera inspiración para ser cualquier tipo de artista, y fui a desayunar con él el primer día que tenía 30 años”, desclasificó para Billboard.
Pero más que el séptimo arte, su pasión siempre fue la música. El refugio de un joven tímido que se demoró en tomar conciencia de que tenía una bella voz. Los ritmos que sonaban en su casa, era una combinación de artistas etíopes como Aster Aweke, y R&B como Michael Jackson y R. Kelly.
“No sabía que tenía un don con la música, pero siempre cantaba. De hecho, me estaba metiendo en problemas porque cantaba en clase, mi pobre madre, se convirtió en un verdadero problema. Era muy tímido, así que no cantaba para mis amigas o chicas, pero cuando tenía quizás 13 años, alguien dijo: ‘Tienes una voz muy bonita’”, dijo Tesfaye a Variety.
Sin embargo, hubo un momento en que dejaron de citar a la madre de Abel a causa de los cánticos de su hijo. No porque dejara de cantar, sino porque dejó de asistir a la escuela. A los 13 años, comenzó a consumir drogas duras, escapar de clases e incluso robó un supermercado. Si bien estuvo matriculado en dos escuelas secundarias, no se graduó de ninguna de ellas por incumplir el porcentaje mínimo de asistencia.
De allí deriva justamente su actual nombre artístico. Abel se denominó The Weeknd porque vivía en una suerte de eterno fin de semana. Claro que tuvo que alterar ligeramente la ortografía para evitar problemas legales con la banda canadiense The Weekend.
De las calles de Toronto a una mansión en Los Angeles
Cuando Abel tenía 20 años decidió tomar en serio la idea de asumir la música como carrera. Se reunió en 2010 con el productor Jeremy Rosa para discutir algunas ideas y finalmente grabaron “What You Need”, “Loft Music”, y “The Morning”.
Tras algunas diferencias creativas, Tesfaye dejó el trabajo con Rose y decidió publicar en Youtube -por su cuenta y bajo el nombre The Weeknd-, las tres canciones que había grabado. La plataforma le dio una difusión tal, que sus canciones comenzaron a compartirse en paralelo con las del también canadiense Drake.
Amir “Cash” Esmailian, productor y ejecutivo musical, vivía en Miami cuando un amigo le envió algunas pistas de un artista que se hacía llamar The Weeknd. Tras escuchar los demos, dejó todo y reservó un vuelo a Canadá para el día siguiente. “Este niño está adelantado a su tiempo. Lo supe de inmediato”, dijo en conversación con Billboard.
Esmailian y Tesfaye fueron amigos inmediatamente, y con el mixtape debut de The Weeknd, House of Balloons, a punto de estallar, Esmailian se convirtió en “el gerente y el conductor” del artista.
House of Balloons llevó a The Weeknd a realizar una gira por Estados Unidos, actuando en festivales y shows de bajo perfil, que poco a poco captaron la atención de la prensa y el interés de los fanáticos.
Pero una serie de malas decisiones estuvieron a punto de estrellar la carrera de Abel contra una pared. “Nos rodeamos de gente que pensaba que lo sabía todo y casi literalmente arruinó nuestras posibilidades”, dijo Tesfaye, quien junto a Wassim “Sal” Slaiby y Esmailian, lo sacaron del borde del abismo. Los tres se convirtieron en codirectores de The Weeknd y, poco después, fundaron el sello XO, que actualmente es propiedad de Universal Music.
Si bien su álbum debut, Kiss Land (2013), no obtuvo los resultados esperados, esto fue una motivación para seguir adelante. La colaboración “Love me harder” con Ariana Grande, se convirtió en su primer hit en el Billboard Hot 100, y cinco meses después grabó “Earned it”, para la película Cincuenta sombras de Grey.
“Para mí, ‘Earned It’ es la mejor colaboración que pude haber tenido”, dijo Tesfaye a Billboard, “porque se siente como un disco de The Weeknd, pero también se siente como si estuviera trascendiendo. Se sintió fresco y se sintió nuevo y se sintió pop”.
Desde allí, su trayectoria va en un continuo ascenso. Tanto Beauty Behind the Madness -recordado por “Can’t feel my face” y “The Hills”-, como Starboy -que incluye una colaboración con Daft Punk-, llegaron al Nº1.
Las giras que en un comienzo significaban pérdidas monetarias para XO, hoy le traen más de un millón de dólares de utilidades. “No sabía cómo se sentía realmente tener dinero”, admitió Tesfaye. “No sé lo que se siente perder dinero si nunca lo tuve. Incluso hasta el día de hoy con el sello, es como, ‘Chicos, pondré mi propio dinero en este video musical”.
Pero no todo fue cosechar éxitos. Entre 2013 y 2015, Abel Tesfaye vivió uno de los períodos más sombríos de sus 30 años. Estar bajo los focos lo hizo perder de vista el camino que quería seguir.
“Fue el momento más oscuro de toda mi vida. Me estaba poniendo muy, muy mal y estaba pasando por muchas cosas personales. Me arrestaron en Las Vegas [por golpear a un oficial de policía en 2015, por lo que le asignaron 50 horas de servicio comunitario]. Fue una verdadera era de estrellas de rock, de la que no estoy realmente orgulloso”, confesó el cantante.
“Este álbum -The beauty behind the madness- se sintió como el momento perfecto, porque [el personaje] está buscando un escape después de un desamor o lo que sea. Quería ser ese tipo de nuevo, el tipo ‘sin corazón’ que odia a Dios y está perdiendo su maldita religión y odiando cómo se ve en el espejo, así que sigue drogándose”, explicó a Billboard.
The Weeknd se convirtió en el primer artista que se desplazó a sí mismo en el Nº1 del ránking Billboard, cuando “The Hills” superó a “Can’t feel my face”. Con ese hito, el equipo del canadiense determinó que era momento de dejar la habitación de hotel en Beverly Hills, para buscar residencia definitiva en Los Angeles.
Luces cegadoras
La primera vez que el mundo escuchó fragmentos de “Blinding Lights” fue en noviembre de 2019, cuando Abel se subió a un Mercedes-Benz para un comercial. Esa fue la última oportunidad en que The Weeknd aparecería públicamente como él mismo, y no como el personaje que creó para After Hours.
Al día siguiente, el video de “Blinding lights” fue estrenado y Abel apareció vistiendo una chaqueta roja, con expresión de desquiciado y la boca ensangrentada. Esta performance formó parte de una serie de otros videos que lo muestran transformándose entre heridas, vendas y cirugías.
Es más, los videos reflejan el fanatismo de Tesfaye por el cine, ya que abundan las referencias a Tarantino, Chinatown, Possession y, por supuesto, La Máscara.
“Me llaman ‘pañales’ porque siempre cambio de opinión”, dijo el artista a Billboard. “Tengo la habilidad de decir: ‘Quiero hacer otra cosa. Quiero lucir diferente. Quiero soltar más música’. Mi equipo está ahí para decir, ‘Mantengamos esto en su foco”.
Quien se describió como “adicto al trabajo” en conversación con Rolling Stone, grabó After Hours en tres ciudades: Nueva York, Los Angeles y Toronto, en un periodo de dos años.
“Siempre he tratado de hacer lo que hago con After Hours con cada disco que he hecho. Simplemente no tenía los recursos, el presupuesto o el tiempo para hacerlos tan cohesivos y singulares como After Hours visualmente”, dijo a RS.
The Weeknd cantó en Saturday Night Live el 7 de marzo de 2020, lo que, sin saberlo, se convirtió en la última presentación en vivo previo a la pandemia.
Mientras el canadiense veía cómo otros artistas se decidieron por posponer sus lanzamientos, él consideró que era el mejor momento para que su producción viera la luz. “Vamos a doblar la apuesta. Lo vamos a sacar, y lo que sea que salga viene”, dijo Abel.
“Los fans habían estado esperando el álbum y sentí que tenía que lanzarlo. El éxito comercial es una bendición, especialmente porque las probabilidades estaban en mi contra: la transmisión de [música] ha bajado un 10%, las tiendas están cerradas, la gente no puede ir a conciertos, pero no me importaba. Sabía lo importante que era para mis fanáticos”, dijo el cantante a Variety.
After Hours recopiló casi 900 millones de streams solo en Estados Unidos según detalló MRC Data. “Blinding Lights” estuvo 43 semanas consecutivas en el top 10, y The Weeknd encabezó varias listas Billboard, tanto en Pop como en R&B.
“Uno de mis momentos favoritos fue durante la mitad de la pandemia, cuando vi a los niños en TikTok bailando ‘Blinding Lights’”, dijo el productor de The Weeknd, Esmailian. “Simplemente divertirse con la gente de su casa y sus familias”.
“Y los hospitales también, y las enfermeras”, agregó Tesfaye. “El álbum fue terapéutico para mucha gente”.
El desaire de los Grammy
El 24 de noviembre fue un día -a lo menos- decepcionante para Abel Tesfaye. Esa mañana se dio a conocer la lista de nominados a la edición 2021 de los Grammy y, para sorpresa de The Weeknd, ni él, ni su disco, ni ninguna de sus canciones, figuraba entre los postulantes.
“Un ataque”, es el calificativo que Tesfaye escogió en conversación con Billboard para describir su sensación en aquel momento. Tardó poco en traducir tales emociones en un tuit: “Los Grammy siguen siendo corruptos. Me debes a mí, a mis fans y a la industria, transparencia”.
“Me golpeó de la nada. Definitivamente sentí ... sentí cosas. No sé si fue tristeza o rabia. Creo que fue solo confusión. Solo quería respuestas. Como, ‘¿Qué pasó?’ Hicimos todo bien, creo. No soy una persona arrogante. No soy arrogante. La gente me dijo que me nominarían. El mundo me lo dijo. Como, ‘Esto es todo; este es tu año. Todos estábamos muy confundidos”, confesó el artista.
Algunas de las teorías que se sortearon, guarda relación con la presentación de The Weeknd en el Super Bowl LV, lo que no ha sido ni confirmado ni negado por la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación.
“Mira, personalmente ya no me importa”, dijo Tesfaye a Billboard. “Tengo tres premios Grammy, lo que no significa nada para mí ahora, obviamente. No es como, ‘¡Oh, quiero el Grammy!’ Es solo que esto sucedió, y estoy dispuesto a ponerme frente al fuego, siempre que nunca vuelva a suceder”.
Y cerró el tema añadiendo: “De todos modos, soy un asco dando discursos”.
Superbowl y un futuro esplendor
El show de medio tiempo que Jennifer Lopez y Shakira hicieron en 2020 junto a Bad Bunny y J Balvin, tuvo 102 millones de espectadores en Estados Unidos.
Aún con los Grammy fuera de su alcance, el norte de The Weeknd siempre fue este masivo espectáculo deportivo. Aunque solo tenga entre 12 y 13 minutos en el escenario.
“Nos hemos centrado realmente en llamar la atención de los aficionados en casa y hacer de las actuaciones una experiencia cinematográfica, y queremos hacer eso con el Super Bowl”, dijo el artista a Billboard.
Una producción que le ha significado desembolsar $7 millones de dólares de su propio bolsillo, aún cuando los organizadores están cubriendo los costos de la puesta en escena. “Quiero hacer que este espectáculo de medio tiempo sea lo que imagino”.
Aunque tenía programada una gira para este 2021, esta semana anunció que fue reagendado para 2022. “Es todo un rompecabezas que estoy tratando de entender en este momento”, dijo Tesfaye cuando le pidieron más detalles sobre su tour, sin afirmar o desmentir que se trate netamente de After Hours.
¿Un nuevo álbum? Es muy probable. Sobre todo porque, a diferencia de sus producciones anteriores, no pudo gozar de su popularidad como le hubiese gustado.
“He estado encerrado aquí durante varios meses. Normalmente vas a un club o vas conduciendo. Escuchas [tu música] en la radio. Realmente no he podido disfrutar de los frutos de mi trabajo”, dijo a Rolling Stone.
“Podría tener otro álbum listo para cuando termine esta cuarentena. Soy culpable de querer superar a mi último álbum. Pero nunca es como, ‘Tengo que hacer el mismo tipo de canción’. Estoy tan feliz de no ser así. Mi paleta es tan amplia”, afirmó The Weeknd, dejando completamente abierto el abanico de posibilidades.