La inmigración es un hecho que durante siglos ha cambiado el rumbo de naciones completas, sobre todo en las últimas décadas, con la agudización de múltiples conflictos sociales y políticos.
Pero, por sobre todo, ha transformado el destino de millones de seres humanos, muchos de ellos forzados a dejar su patria para intentar encontrar una mejor vida en otra nación. Desde hace algunos días, Chile se ha enfrentado como pocas veces en su historia al fenómeno, debido a la crisis migratoria que se vive en Colchane.
En la música popular, cientos de artistas han abordado el tema en sus variadas perspectivas, desde las penurias de los refugiados, hasta los prejuicios con que los medios de comunicación informan al respecto o el uso que hacen los populismos para convertirlo en una carta política.
Aquí, una pequeña selección con canciones que miraron de cerca la dura realidad de migrar:
*I ain’t got no home in this world anymore – Woody Guthrie
“Ya no tengo hogar en este mundo”. Ese es el título elocuente y la frase que asoma como médula de una de las composiciones más agudas del folclorista estadounidense que mejor plasmó la sensación de desamparo e incertidumbre que deben sufrir las personas obligadas a renunciar a su país.
Eso sí, él lo hizo mirando su propia nación, a partir de los campamentos de miles de campesinos y agricultores que hacia los años 30 y 40 fueron empujados por sus patrones a dejar el sur para buscar una mejor alternativa en el norte, viviendo en el camino en chozas o carpas cruzadas por la pobreza.
Además, la canción fue una manera de responder a una serie de himnos religiosos fundamentalistas – como Can’t feel at home- que miraban a los pobres en EE.UU. como comunidades destinadas de por vida al sufrimiento, casi como si hubieran tenido que resignarse a una realidad inalterable.
Su letra lo corrobora: “No tengo casa, solo estoy deambulando/ soy solo un trabajador/ voy de pueblo en pueblo/ Y la policía lo pone difícil donde quiera que vaya/ Y ya no tengo hogar en este mundo”.
*Deportee (Plane wreck at Los Gatos) – The Byrds
La banda estadounidense se inspiró en un poema del propio Woody Guthrie para relatar una historia que cruza deportación, un accidente aéreo y la óptica que los medios de comunicación aportaron al respecto.
En 1948, en el Cañón de los Gatos en California, un avión se estrelló con 32 personas a bordo. En la nave iban cuatro estadounidenses y 28 trabajadores agrícolas mexicanos que habían sido expulsados debido a las leyes acordadas en esos días por ambos países en el programa Bracero. Cuando la tragedia fue informada por los medios, como The New York Times, Guthrie se dio cuenta que sólo se dieron los nombres y se realzaron las historias de las personas blancas, mientras que al resto se les trató apenas como “deportados”, sin profundizar mayormente en quiénes eran.
La canción ha sido descrita como un homenaje a todos los migrantes “sin nombre” que mueren en el mundo. O como lo plantea el artista en su poema: “¿Quiénes son todos estos amigos, todos esos esparcidos como hojas secas?”.
El texto tiene muchas versiones, desde Judy Collins hasta Joan Baez, pero la mejor lograda estuvo en manos de The Byrds en 1969.
*Tres veces mojado – Los Tigres del Norte
La banda mexicana es la más emblemática al minuto de rastrear las cientos de historias de ciudadanos latinoamericanos que se lanzan al anhelo de una mejor vida más al norte.
Pero quizás la más elocuente está en esta composición de 1988, que funciona como la descripción de un inmigrante que debe sortear varias fronteras, que en su ruta debe enfrentarse a varios países y que finalmente en ninguno de ellos es mirado con ojos amistosos.
Por lo mismo se llama Tres veces mojado, en referencia al concepto con el que se conoce a quienes cruzan fronteras de manera ilegal: aquí, un salvadoreño deja su tierra con destino a EE.UU., pero primero tiene que pasar por Guatemala, luego por México y recién ahí, tras dejar atrás dos países completos, puede llegar a ese lugar prometido que posiblemente tampoco lo va a querer.
“Cuando me vine de mi tierra El Salvador/ con la intención de llegar a Estados Unidos/ sabía que necesitaría más que valor/ sabía que a lo mejor quedaba en el camino/ Son tres fronteras las que tuve que cruzar/ por tres países anduve indocumentado/ Tres veces tuve yo la vida que arriesgar/ por eso dicen que soy tres veces mojado”, dice el inicio del track.
¿Más éxitos de Los Tigres para sumergirse en la inmigración mexicana? La jaula de oro, Tumba falsa o La bala.
*El inmigrante – Calibre 50
Por su natural situación fronteriza con EE.UU., el cancionero mexicano funciona como un testimonio enorme donde se abren las más múltiples miradas a la experiencia que significa mudarse de una tierra a otra. De hecho, una parte mayoritaria de los conjuntos que tejen esos relatos han sido agrupados por décadas bajo el concepto de música regional mexicana.
En esa variedad, pocos temas sintetizan en tan pocos minutos todo lo que supone una vivencia tan compleja: El inmigrante, de la agrupación sinaloense Calibre 50, va desde la nostalgia por la familia o los amigos que se dejan, hasta los prejuicios asociados al narcotráfico con que EE.UU. etiqueta a los mexicanos, y la persistencia de algunos políticos populistas en usar la inmigración como un anzuelo fácil para infundir miedos y estereotipos.
*Johnny Just Drop - Fela Kuti
La literatura y la música africana de las últimas décadas ha dado cuenta del fenómeno de mujeres y hombres que dejan el continente con rumbo a EE.UU. o Europa y que, cuando retornan, observan con inferioridad a quienes se quedaron. La novela Americanah (2013), de la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, es el caso más reciente y exitoso.
Pero mucho antes, en 1977, otro nigeriano, Fela Kuti, hizo lo propio con su universo. El choque entre los que se van y los que se quedan fue un tópico recurrente en gran parte de su discografía, materializado también en esta canción, donde presenta a un africano que se viste y habla de maneras que le permiten camuflar su origen étnico, perpetuando de paso la noción colonialista de su continente como un lugar inferior ante el mundo angloparlante.
Aquí, el gran icono del afrobeat y un gran activista pro derechos humanos, ensalza a todos los de su región a defender sus raíces sin importar que hayan desarrollado un nuevo destino a kilómetros de distancia.
*The last refugee – Roger Waters
Sobre todo en su adultez artística, el ex Pink Floyd ha intentado posicionarse como un autor vinculado a las problemáticas políticas que agitan a los países menos desarrollados, desde Latinoamérica hasta Medio Oriente. Algo así como un compositor inspirado en los acontecimientos que disparan las noticias.
En esta emotiva canción, parte de su álbum más reciente (Is this the life we really want?, de 2017), el inglés hace foco en las mujeres refugiadas que cruzan miles de kilómetros escapando de guerras o catástrofes sociales para sobrevivir en las condiciones paupérrimas que encuentran en países mucho más ricos.
En su caso tomó como ejemplo la crisis de los refugiados sirios que ha golpeado a Europa en los últimos años.
*Without a face – Rage Against the Machine
Aunque el tema es de 1996, parte del disco Evil empire, parece haber sido escrita a las puertas de la traumática llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. O de otro modo, parece una pieza con cierto espíritu profético.
En la cima de su éxito, el cuarteto se refirió en Without a face a la idea ya presente por esos días de levantar un muro para evitar el ingreso de mexicanos en la frontera sur, en una iniciativa que –tal como se ha visto en el caso chileno- surge en algunas autoridades políticas como primera idea a la hora de resolver una crisis migratoria.
El cantante de Rage Against the Machine, Zack de la Rocha, lo comentó de esta manera en una entrevista de esos años: “Parece que tan pronto como cayó el muro de Berlín, el gobierno de Estados Unidos estaba ocupado construyendo uno entre la frontera entre Estados Unidos y México. Desde 1986, como resultado del discurso de odio e histeria por parte del gobierno estadounidense, se han encontrado 1500 cuerpos en la frontera. Escribimos esta canción en respuesta a eso”.
A la luz de sus palabras, el hombre sin rostro al que hace referencia el título parece ser precisamente ese extranjero que muere en la frontera como apenas un número estadístico más de una emergencia planetaria.
*Immigrant song – Led Zeppelin
Por su nombre, el clásico que abre Led Zeppelin III (1970) surge como la referencia más obvia en el tema. Y de cierta forma lo es, aunque bajo una interpretación histórica: su letra está consagrada a Leif Erikson, un explorador vikingo que en el año 1000 llegó a América del Norte y que está considerado entre los primeros europeos en arribar al Nuevo mundo.
Incluso, en 2009 el por ese entonces presidente Barack Obama declaró el 9 de octubre como el Día de Leif Erikson, en homenaje también al rol ineludible que la inmigración ha tenido en la formación actual de nuestro planeta.
Eso sí, Led Zeppelin ya había hecho el tributo mucho antes.
¿Bonus track? El cantante de los ingleses, Robert Plant, volvió a hablar de desplazamientos y de cambiar de patria en su último título en solitario, Carry fire (2017), a través de la canción New world…
*Clandestino – Manu Chao
Otro emblema de la música vinculada a la realidad migrante. Lanzado en 1998 en el trabajo del mismo nombre, el tema calzó de forma idónea con el momento en que la inmigración ya estaba asentada como un asunto global, con debates abiertos en todas las latitudes posibles, mientras figuras como Manu Chao no sólo lo integraban a su discurso, sino que también celebraban la multiculturalidad como una fórmula creativa natural de las postrimerías del sigo XX.
Pese a ello, el músico siempre subrayó que la canción tiene un origen apesadumbrado, porque escarba en la discriminación, el maltrato y la injusticia que reciben gran parte de los refugiados que son tildados de “clandestinos”.
*La conquistada – Los Jaivas
Durante un buen tramo de sus vidas, los músicos de Los Jaivas también fueron habitantes de tierras ajenas. Tras el golpe militar de 1973, partieron a Argentina, donde dos años después grabaron uno de sus discos más brillantes: El indio.
Ahí venía una composición algo brumosa y robusta que, si bien no habla de la inmigración de modo literal, sus integrantes sí han dicho que hace referencia a la sensación de la patria pérdida, del lugar de nacimiento al que se le dijo adiós, del país al que cuando llegue el turno de volver nunca será el mismo.
Ese “ella no existe más” que salta como el pasaje más intenso de su lírica es precisamente la profunda tristeza que la gran mayoría de los inmigrantes experimenta cuando advierten que una parte de sus vidas se borró para siempre.