Sin planificarlo, el Festival de Sundance 2020 fue una de las últimas citas cinematográficas que se desarrolló con normalidad antes de la pandemia. Instalado entre los últimos días de enero y los primeros de febrero, el mayor evento de Estados Unidos consagrado al cine independiente también se convirtió en el espacio en que se mostraron cuatro de las cinco películas que un año después estarían nominadas al Oscar a Mejor documental.

Tres de ellas tuvieron su estreno mundial en el certamen que se realiza durante el gélido invierno de Park City, Utah, y sólo una era de procedencia latina: El agente topo, el primero de los filmes de la directora Maite Alberdi en otorgarle prioridad a la “ruta norteamericana” de festivales en vez de amarrar su primera función en Europa.

Carlos Aguilar, crítico de cine que escribe para medios como IndieWire y The New York Times, apuesta porque la inédita preselección de la cinta chilena en dos categorías de los Oscar (antes del anuncio final de esta semana, también se encontraba entre los 15 títulos aún en carrera por la estatuilla a Mejor película internacional) respondió a cómo “un gran número de personas en la industria fueron conquistados por Sergio (Chamy) y el trabajo de Maite Alberdi”.

Consultado por Culto, Aguilar evoca el puntapié inicial del documental ante el público estadounidense: “Recuerdo haber visto la película por primera vez en Sundance en una sala repleta y cómo al final, entre lagrimas y risas, la gente comentaba lo emotiva que había sido la experiencia. Es un filme brillante en la universalidad de sus tesis y la peculiaridad de su concepto”.

El filme es el primer documental chileno que aspira al Oscar.

Meses más tarde, en el Festival de San Sebastián la cinta alcanzó el premio del público a la Mejor película europea. Allí la vio Enric Albero, crítico de cine de la revista El Cultural, de El Mundo, quien opina que es “una película humilde –que se detiene a observar una esquina de la sociedad a la que el cine no suele prestarle atención–, delicada –es muy difícil sostener esa mezcla de géneros y casi diría de formatos, y el sutil cambio de registro en el que nos involucra Maite Alberdi– y, en su primera mitad, muy divertida, porque arranca como una película de espías de serie B y termina con una reflexión sobre la soledad de nuestros mayores”.

Tras un año dando vueltas por festivales y plataformas (en Latinoamérica, Netflix), el cuarto largometraje de Maite Alberdi ha seducido a críticos, miembros de los Oscar y al público. Casi inapelablemente, la historia sobre la insólita misión del octogenario Sergio en un hogar de ancianos ha atravesado barreras idiomáticas, hasta marcar un hito como el primer documental chileno nominado a los Premios de la Academia.

A juicio de John DeFore, crítico de cine de The Hollywood Reporter, “es una película excelente y una rareza entre los documentales, ya que tiene una personalidad propia”, agregando que “tiene espacio para la ambigüedad y el misterio”.

Frente a las candidatas usuales de los Oscar, el filme de la directora de La once sacaría ventaja por su particularidad. Es, después de todo, una de las pocas cintas no hablada en inglés que históricamente ha aspirado al galardón. “Todos los años se estrenan muy buenos documentales, pero muchos se sienten idénticos entre sí, incluso cuando los temas que tratan son muy diferentes. El agente topo no se parece a ninguna otra película de los últimos años”, asegura DeFore.

Aunque no todo son elogios para el filme. Glenn Kenny, crítico de cine de The New York Times y RogerEbert.com, hace un guiño a la incomodidad que puede generar la cámara de Alberdi en un ambiente donde hay ancianos en sus últimos días, deteriorados física y mentalmente. “La película es muy cautivadora, a pesar de las preocupaciones éticas. Y eso se debe principalmente a Sergio Chamy, quien es una encantadora presencia en la pantalla”, opina.

Carlos Aguilar también celebra el encanto del protagonista: “Tiene un gran carisma que enternece y nos hace enfrentarnos a nuestros propios prejuicios y percepciones sobre la vejez. Me parece que esto fue lo que conectó con los votantes de la Academia y con los otros grupos que también la han premiado”.

Sergio Chamy, el protagonista del filme.

Si su nominación asombró a algunos de los especialistas de la temporada de premios, su eventual triunfo el domingo 25 de abril sería un golpe a la cátedra, ante un grupo de finalistas que incluye a dos títulos de Netflix (Campamento extraordinario, Mi maestro el pulpo) y uno de Amazon Prime Video (Time). Aunque en principio la mayoría de los críticos consultados dan como favorita a Collective, filme de Alexander Nanau sobre el escándalo de corrupción que se desató en Rumania tras el incendio a un club nocturno en 2015.

“Lo tendrá complicado”, apunta Enric Albero, inclinándose por la única postulante europea al galardón (además de candidata a Mejor película internacional). “Todos los nominados son fabulosos, pero tiene una oportunidad. Aunque puede ser difícil competir con documentales más contundentes como Collective”, sostiene Anna Smith, crítica que escribe para Deadline y es conductora del podcast Girls On Film, quien concede que el largometraje de Alberdi “es un documental compasivo y suavemente divertido con personajes atractivos en su núcleo”.

Aguilar, que anticipa una victoria para Time porque “no sólo es un gran documental, sino que también resuena con el contexto social actual en Estado Unidos”, resume: “El agente topo y Mi maestro el pulpo son quizás piezas más de un tono existencial. Entonces todo dependerá de qué es lo que conecte con los votantes en estos momentos. Me parece difícil pronosticar un triunfo para El agente topo, pero nada es imposible. Muchos no pensaban que llegaría a la nominación, y henos aquí”.