Dos autores chilenos destacan en la “nueva generación Granta" de narradores jóvenes en español

Tan célebres como los autores que han llenado algunas de sus páginas en más de un siglo de historia -27 premios Nobel de Literatura, entre ellos-, sus diversas premiaciones y su inamovible convicción por la capacidades de una buena historia, lo son también las listas de jóvenes narradores que periódicamente publica la revista inglesa Granta.

Más que un simple ránking o una apuesta editorial por los autores que darán que hablar en el futuro, el listado de Granta -fundada en la Universidad de Cambridge en 1889- funciona sobre todo como un faro para el universo literario, un canon que define quién es quién dentro de las nuevas camadas de narradores de cada idioma y, por cierto -y no menos importante-, una puerta de entrada al mundo editorial de Estados Unidos y Reino Unido para escritores de otras latitudes.

Así ocurrió, por ejemplo, con la lista de 20 jóvenes narradores británicos de 1983, cuando el editor Bill Bufford convocó -con gran ojo- a unos tales Martin Amis, Ian McEwan, Salman Rushdie y Kazuo Ishiguro, todos entonces menores de 40 años y en días previos a su consagración definitiva. El ejercicio se ha repetido en diversas lenguas y en 2010 tuvo su primera versión dedicada a los autores en español, donde la publicación apuntó a nombres como los argentinos Lucía Puenzo y Patricio Pron; al peruano Santiago Roncagliolo y a los chilenos Carlos Labbé y Alejandro Zambra.

Una década después, la revista repite el ejercicio y presenta los nombres de quienes integran la nueva lista de narradores jóvenes en español. La segunda “generación Granta” -como se le conoce coloquialmente a la apuesta- de autores españoles y latinoamericanos sub 35. Y allí destacan dos chilenos.

Paulina Flores (1988) y Diego Zúñiga (1987) son parte del listado revelado recientemente por la publicación, de un total de 25 autores, con predominio español (seis representantes), mexicano (cuatro) y cubano (tres). Un ránking que apuesta por la representación femenina -hay 14 hombres y 11 mujeres- y por una nueva camada criada con referentes literarios distintos a los del boom -Roberto Bolaño y Sylvia Plath son dos influencias que se repiten- y al alero de internet.

“Internet también nos ayudó a romper esa hegemonía de tener que ir a las grandes ciudades para leer otras cosas”, dice Zúñiga -en declaraciones recogidas por El País-, autor de títulos como la novela Racimo (2009) y la colección de cuentos Niños héroes (2016). Granta destaca su obra Una historia de mar entre los relatos incluidos en la edición número 23 de la revista.

Paulina Flores, en tanto, obtuvo el Premio Municipal de Literatura de Santiago y el del Círculo de Críticos de Arte por Qué vergüenza (2016), su primera recopilación de relatos.

“Una de las diferencias sustanciales entre esta selección es que muchos de estos jóvenes escritores prestan una especial atención a las cualidades sonoras del lenguaje escrito”, subraya Valerie Miles, directora editorial de Granta, en diálogo con El País.

“Tienen un oído agudísimo para captar la entonación y los giros idiomáticos más sutiles de las diferentes zonas geográficas. Y no solo para el diálogo, sino que lo incorporan a la voz del narrador”, agrega la editora sobre la nueva lista, que incluye también a la ecuatoriana Mónica Ojeda, el cubano Carlos Manuel Álvarez, el costarricense Carlos Fonseca y la española Cristina Morales.