“Hamburgo fue lo esencial. Allí evolucionamos. Para animar a los alemanes y mantener el ritmo durante doce horas no nos quedaba otra salida que machacar. Nunca habríamos evolucionado tanto si nos hubiésemos quedado en casa. En Hamburgo teníamos que intentarlo con cualquier cosa que nos viniera a la cabeza. No había de quién copiar. Tocábamos lo que más nos gustaba y a los alemanes, siempre que fuera a todo volumen, les parecía bien”.
El testimonio es de John Lennon y se encuentra en el libro The Beatles Anthology. Da cuenta en sus palabras de lo crucial que fue el paso del grupo por el puerto alemán de Hamburgo, al cual fueron en tres ocasiones: entre agosto y noviembre de 1960; y abril y junio de 1961. Luego volverían, en 1962, y mientras estaban ahí recibieron la noticia de que habían sido convocados para una prueba con el productor George Martin, en Parlophone.
Esos años frenéticos de prehistoria beatle se caracterizaron por ropa de cuero, rock and roll del viejo cuño, mucha cerveza, anfetaminas, drogas, noches interminables y las primeras aventuras sexuales. El repertorio eran covers de sus ídolos, Chuck Berry, Carl Perkins, Buddy Holly, Eddie Cochran, Ray Charles, aunque también probaban sus primeras composiciones.
“A los alemanes les gritábamos en inglés, les llamábamos nazis y les decíamos que se fueran a tomar por el culo”; agrega Lennon en el citado volumen.
Por esos días, The Beatles eran un quinteto: John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, en las guitarras; Stuart Stucliffe, en el bajo; y Pete Best, en la batería. Claro que en Hamburgo sumaron a un fan crucial, el entonces baterista de Rory Storm and the Hurricanes, Ringo Starr.
Los recuerdos de esos años volverán a la palestra. Ocurre que el próximo 5 de mayo la casa de subasta Bonhamsse rematará cartas, permisos de trabajo, fotografías, poemas que los mozalbetes ingleses compusieron en esos años, también cartas con Astrid Kirchherr. Ella fue la fotógrafa que les tomó sus primeras fotos, en blanco y negro, y que más tarde inspiraron la portada del LP With the Beatles (1963). A ella se le atribuye también haber inventado el corte de pelo “beatle”.
“Odiaba ser conocida como la peluquera de los Beatles. Hizo mucho más que cortarles el pelo”, explica Stefanie Hempel, amiga cercana de Kirchherr en declaraciones recogidas por La Razón, de España. “Todos los Beatles estaban enamorados de ella, una especie de amor de madre o hermana mayor, y en parte sexual. Astrid era tan hermosa, los cuidó de una forma espiritual e intelectual, además de darles una nueva conciencia de sí mismos”.
Entre ellas las cartas a Kirchnerr se encuentra una donde George Harrison la invita a Londres “para prepararle té y darle copos de maíz”, así como una de Lennon, donde le cuenta de una canción, “Love me do”, explicando que “es bastante buena, pero no lo suficientemente buena”. Algo de razón tenía, pues solo alcanzó el puesto 17 en los charts.
Otro amigo de esos tiempos fue Klaus Voormann, quien luego fue quien diseñó la portada del álbum Revolver (1966) y tocó el bajo en discos de John Lennon solista.
“El tiempo de los Beatles en Hamburgo fue absolutamente crucial para ellos. Es justo decir que llegaron a Alemania cuando eran niños y se fueron como hombres”, afirma Katherine Schofield, directora de la casa de subasta Bonhams, en declaraciones recogidas por La Razón. En el Anthology, Paul McCartney se pronuncia en una línea similar: “En Hamburgo aprendimos muchas cosas. Llegamos siendo unos chicos y regresamos siendo...unos chicos maduros”.