Amy Lee, líder de Evanescence, dueños de uno de los discos más elogiados del año: “Cuando se trata de ser creativa, estar aislada es algo bueno”

Si bien las prendas oscuras están guardadas en el armario desde hace meses y el rock pesado de las canciones clásicas de Evanescence se ha visto limitado a escucharse por vías alternativas a los espectáculos en directo, la unidad y creatividad del quinteto estadounidense no ha desaparecido.

Así lo aclara Amy Lee (39), cantante y rostro principal de la banda, quien por estos días se muestra ansiosa de poder volver a los escenarios y al ajetreo natural de las giras alrededor del mundo, sobre todo cuando a fines de marzo la agrupación lanzó su primer trabajo de estudio en 10 años

“No me gusta planear en términos de creatividad. Creo que tienes que esperar para que llegue la inspiración, antes de que puedas hacer algo realmente bueno. Y sale ahora porque lo necesitaba, lo sentía en el corazón.”, aclara la compositora en una videollamada con Culto, alejada del maquillaje, las ropas góticas y la estética que acostumbra sobre el escenario y que le ha valido su imagen característica.

Esa inspiración que buscó por tanto tiempo y que finalmente llegó, dio sus frutos y actualmente lleva el nombre de The bitter truth, un disco que, para concretarse, mezcló los tiempos normales de principios del año 2020 y los meses posteriores marcados por el confinamiento. Una fórmula de creación miscelánea que también sumó algunos sencillos durante el año pasado.

Una suerte de reencuentro con la creación, pero sobre todo con los trabajos de largo aliento. “Esta vez en medio de la pandemia y con todos los desafíos que el mundo ha enfrentado, me parecía incluso más adecuado el lanzamiento y acorde a nuestros tiempos -como banda-, lo que es raro, no tiene mucho sentido, porque todo es más difícil, incluso grabar y promocionar”, cuenta la líder, quien se apoyó en el productor Nick Raskulinecz durante la creación de la obra.

Efectivamente la banda grabó en un estudio, pero los encuentros del núcleo rockero fueron ínfimos. Así también, para Lee, el retorno a las composiciones resultó ser una de las pocas cosas buenas que dejó 2020.

Aunque pese al distanciamiento, se encarga de aclarar un punto clave. “Cuando se trata de ser creativa el estar aislada es algo bueno. De hecho, me hace ir más profundo dentro de mi propia mente y de ahí no hay escapatoria. En ese sentido estuvo bien, pero definitivamente fue algo diferente y un desafío”, explica.

Y si bien la voz de la cantante se adapta a nuevas formas de crear, también revela ciertas motivaciones detrás de The bitter truth. “Somos una banda de rock, tenemos un legado y una historia marcada por traer álbumes completos que son un viaje y que va más allá de un sencillo. Y quiero hacer eso, por los fanáticos y por mí”.

Claro que el nuevo trabajo involucra de cierta forma otros desafíos asociados al historial de sus creaciones. “Creo que nuestra música cambia un poco cada vez y eso es lo que quiero. Pero, no creo que la banda haya perdido sus raíces. Creo más que nunca, en estos tiempos, que todos -los integrantes- tenemos una verdadera comprensión y apreciación de cuál es nuestro sonido”.

“Es importante que lo hagas antes de empezar a dejar que el árbol crezca en diferentes direcciones. Hay una evolución, pero aún somos nosotros, aún somos Evanescence, a pesar de que los miembros han cambiado desde el primer álbum de estudio –Fallen (2003)- y todo lo demás (...) A través de los años, cada disco tiene una receta ligeramente diferente y con un sabor que varía justamente por aquello. Eso debido al momento y al tiempo en el que nos estamos inspirando, pero también al grupo de personas que lo hace posible”, cuenta.

Se trata entonces de un trabajo fiel a sus inicios, con más rock pesado, pero también un sonido diferente, teniendo en consideración que es el primer álbum con la alineación actual. De hecho, la crítica especializada ya lo ha apuntado como uno de los buenos discos que se han editado durante esta temporada.

“No me gustaría estar haciendo la misma música una y otra vez, eso sería aburrido. Es parte de las razones de tomar un largo tiempo para preparar algo. Claramente no siempre lleva diez años, pero hay un camino ahí para encontrar inspiración y toma mucho de ti, debe venir de una necesidad de escribir esas canciones”, enfatiza Lee, quien es consciente de que debe mantenerse fresca para un público que ha crecido, al igual que ella, y que a mediados de los 2000 los consagró como un auténtico fenómeno juvenil, Chile incluido.