Simón Soto se inclina por la cautela. Si bien el proyecto de serie en torno a su novela Matadero Franklin confirmó esta semana a Alfredo Castro como protagonista, así como a la productora española Black Panther Films como parte del equipo, el escritor y guionista le inyecta mesura a lo que rodea a la idea de adaptar su elogiado libro sobre el Chile de los años 40.
Una alegría contenida que, reconoce, está marcada por “la experiencia de tratar de realizar contenido audiovisual de buena calidad desde acá”. Añade: “El mercado de la ficción audiovisual seriada siempre es difícil, es un camino bien pedregoso. Sobre todo porque hay que considerar que Chile es de dos por dos”.
Soto no pierde de vista la poca suerte que por ejemplo tuvo En la frontera, un thriller ambientado en La Araucanía en que colaboró junto a los creadores de Bala loca, que finalmente no avanzó luego de buscar distintas vías de financiamiento.
“Todos los proyectos son distintos también”, sostiene el guionista de Secretos en el jardín. En el caso de la versión en serie de Matadero Franklin, el escritor trabaja junto a la productora Invercine (Dignidad, Mary & Mike) y acaban de grabar un teaser bajo la dirección de Rodrigo Sepúlveda (Tengo miedo torero) que les sirvió para completar su postulación al fondo CNTV, que revelará sus ganadores durante el segundo semestre.
“Es un privilegio que se hayan sumado los productores españoles, pero todavía falta lo más importante”, insiste sobre la etapa aún embrionaria de la idea. La escritura de la serie, que tendrá una primera temporada de seis episodios y ya esboza una segunda, arrancará en la medida que se concreten nuevas alianzas. De hecho, es una posibilidad lleguen guionistas que se unan a Soto al trabajo de la historia. Por ahora, reconoce, “es una fortuna poder adaptar la novela a otro formato”
-¿Cuánto ha variado la historia original de Matadero Franklin?
No puedo adelantar mucho, pero se va a incorporar orgánicamente una trama con un personaje que viene desde España. Se adaptó una parte del material para que eso quedara orgánicamente incorporado, porque es parte de la exigencia del socio, entrar en la historia para sumar recursos desde allá.
-El mundo del libro original lo siguió explorando en La sangre y los cuchillos (2020) y ha mencionado la posibilidad de escribir una segunda novela. ¿Qué ha sido lo más complejo de abordar el tratamiento que tendrán los personajes en la pantalla?
Yo lo pienso como lenguajes y plataformas distintas. Una cosa es la literatura, la novela como manifestación literaria de esa historia, de ese mundo, de ese tono. La fortuna de poder extrapolar eso a otro lenguaje, otra forma, es como un mundo paralelo. Había un capítulo muy chistoso de Community, que es una serie que a mí me gusta mucho, en que los protagonistas lanzaban los dados en un juego de tablero de mesa y se abría una dimensión paralela donde eran los mismos personajes pero en otros contextos. Yo lo pienso más o menos de esa forma. Que pese a que es el mismo corazón, el mismo ADN, es otra cosa. Pese a que mucha gente observaba en la novela una vocación visual, las trato de ubicar en sectores de mi cabeza totalmente distintos.
-¿Es una posibilidad que parte del material que pensaba para una segunda novela aparezca primero en la serie?
Hay una estructura global que podría servir para ambas plataformas, pero ya con los cambios que va a experimentar la historia original del libro hacia la serie, de nuevo coexisten estas dos dimensiones. Una segunda temporada sería distinta a una segunda novela, primero porque si escribiera un segundo libro, que es algo que no he descartado y, de hecho, me gustaría hacer, buscaría otras formas, no sería tan parecido al primero, que tiene una forma bastante clásica en su diseño narrativo. Si yo volviera a la novela y al universo de Matadero, buscaría otra forma, que es lo que tienen los cuentos de La sangre y los cuchillos, que son bastantes distintos. En la literatura me interesa explorar otras formas en el lenguaje, en la sintaxis y en la estructura. Si eventualmente se hace y hay una segunda temporada, la serie respetaría ciertos cánones globales de lo que yo tengo pensado, pero en otra dimensión.
-¿El personaje de Alfredo Castro también sufriría alguna modificación respecto a la novela?
No, es más fiel. Castro interpretaría al Lobo Mardones. Obviamente es una interpretación, valga la redundancia, de lo que está en el papel, pero ese es un personaje que es bastante fiel a la construcción que tiene en la novela.
-¿De qué trata la nueva novela que se encuentra escribiendo?
No puedo adelantar mucho, pero es un mundo distinto al de Matadero. Es más o menos grandota. Pasa en otro período histórico. Estoy muy entusiasmado.
-¿Saldrá este año?
No, falta todavía. Estoy absolutamente dedicado a eso. Lo estoy pasando muy bien.