El Ministerio de las Culturas y su propia familia informó esta mañana del fallecimiento del escritor nacional José Luis Rosasco a la edad de 86 años, célebre por obras literarias de perfil adolescente como Dónde estás Constanza (1980) y Francisca, yo te amo (1988). Además, ha sido concejal de Ñuñoa en varios períodos. Tenía 86 años.
Sus cercanos emitieron un comunicado en sus respectivas plataformas:
Lamentamos informar el sensible fallecimiento de nuestro esposo, padre y abuelo, José Luis Rosasco Zagal, durante la noche de este sábado 17 de abril en compañía y rodeado del amor de su familia.
Nos sentimos tremendamente orgullosos del aporte literario que José Luis brindó a la cultura de Chile, por su vocación de servicio público puesta siempre en función de quienes más lo necesitan y por todo el cariño que infinitamente dedicó a su familia.
Se realizará un pequeño servicio privado para despedir sus restos en la casa en que nació, vivió y murió.
Agradecemos y apreciamos las muestras de cariño recibidas y los invitamos a acompañarnos con sus reflexiones y oraciones por su eterno descanso.
La familia.
“Hacer trascendente el mundo adolescente”
Novelista y cuentista, Rosasco siempre tuvo siempre su ojo en el mundo juvenil. Eso es lo que destaca el escritor Jaime Quezada al teléfono con Culto. “Su obra me parecía interesante y novedosa, porque cumple con un campo no siempre muy dedicado por los escritores, que es el mundo juvenil, adolescente. Su obra tenía siempre ese matiz”.
“Su obra Dónde estás Constanza, por ejemplo, lleva un lenguaje conversacional, directo, de la época. Y esa escritura interpretaba plenamente el sentir de las generaciones de nuestro tiempo. Valoro esa mirada de hacer trascendente el mundo adolescente a través de su obra narrativa”, agrega Quezada.
Quezada también rescata que fue un escritor dedicado de lleno a su actividad y que tuvo un lado político. “Admiré siempre su vocación de escritor, dedicado siempre a la literatura plenamente, más allá de las observaciones ideológicas que pudo haber tenido, legítimamente”.
El también poeta y especialista en la obra de Gabriela Mistral, rescata que Rosasco fue también un promotor de la actividad literaria. “Siempre fue cercano a la actividad creativa de los otros. A la par de su actividad como novelista, escritor, procuraba motivar, estimular a las generaciones más jóvenes a través de talleres de escritores, y de literatura narrativa que instauró en su tiempo. Eso fue siempre muy importante”.
Rosasco recibió el Premio Municipal de Literatura de Santiago en tres ocasiones: 1973, 1981 (en dos categorías, cuento y novela), el Premio de Novela Andrés Bello, 1980; y el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura.