Hubo un punto en la vida de Constanza Gutiérrez (31) en que decidió vivir de trabajos esporádicos que le dieran lo suficiente para pagar un arriendo, y así poder dedicarse la mayor parte del tiempo posible a escribir. Una apuesta a muerte, como alguna vez dijera (e hiciese) Roberto Bolaño.
“Sí, me enfrente a la disyuntiva entre ganar plata o escribir, porque cuando uno entra a la universidad, hay que elegir la carrera. Cuando eres humanista, estás entre algo que te gusta, o Derecho; y elegí Literatura”, cuenta Gutiérrez a Culto vía Meet.
De modo alegórico, la oriunda de Castro refleja esa disyuntiva en un relato que abre el libro Pelusa Baby, publicado recientemente vía Alfaguara, y que compila 19 cuentos.
Pelusa Baby es el tercer libro de narrativa que publica Gutiérrez, tras Incompetentes (2014) y Terriers (2017), sin contar un perfil biográfico que escribió sobre Jorge González, para Hueders (2020).
“Pensé en que tenía que sacar otro libro, porque soy escritora, si no saco otro libro, dejo de ser escritora”, dice Gutiérrez sobre la pulsión que originó este nuevo volumen de relatos breves.
La mayoría de estos cuentos, Constanza los escribió durante la cuarentena por el coronavirus, en el 2020. “Escribí dos o tres de ellos poco antes de la pandemia, después cuando empezó, me costó mucho rato escribir. Trataba, pero no avanzaba”, cuenta Constanza.
Tuvo que llegar la primavera, con el polen y las alergias, para que Constanza por fin lograra enchufar la escritura de varios relatos. “Entre octubre, noviembre y diciembre salieron la gran mayoría. Me propuse escribir 50 cuentos, así de cerrado, y llegué a tener 30. Seleccioné 19, en conjunto con la editora [Paz Balmaceda] porque los otros no estaban tan buenos, aunque no se los mandé todos”.
En esos días, se encontraba en Temuco, en la casa de su madre. Ahí fue donde escribió la mayoría de ellos, para lo cual siguió una estricta disciplina, que mantiene cada vez que escribe. “Me gusta escribir temprano, me levanto a las 6 de la mañana a escribir, hasta como las 8. Si estoy muy embalada, me quedo más rato, puede ser hasta las 9. De ahí hago otras cosas”.
¿No pensaste en tomar alguno de estos cuentos, los más largos, y hacerlo novela?
No. No me he planteado todavía la idea de una novela. Cuando estuve pensando en ella, se me ocurría por capítulos que eran como cuentos, o de una serie. A mí me interesan los cuentos.
Lo Pop intuitivo
A diferencia de otros volúmenes de cuentos, en Pelusa Baby no hay una sola temática que sirva de hilo conductor entre los relatos. Sin embargo, un punto que se va repitiendo de vez en cuando, es la cultura pop. Así, por las páginas desfilan Shakira, Raquel Argandoña o incluso el universo de Harry Potter, del cual hay una especie de spin-off.
¿Cuál es tu relación con lo pop?
Nací en 1990, entonces para la gente de mi generación no hay distinción entre cultura pop y alta cultura, hace mucho rato que ya no es así. Están como igualadas, en primer plano. Mi relación es natural, como de nativa con lo pop. Es como cuando dicen nativo digital. Ya que se me haya ocurrido un cuento con Harry Potter, es una marca de mi generación
Hay un cuento en que pones a Raquel Argandoña de protagonista, pero alejada del personaje de diva que uno se imagina, sino como bien humana, sufriendo. ¿Por qué?
Es que la gente mayor que yo piensa que las fotos que están en Instagram son realmente del momento. Se me ocurrió que era una buena confusión. De pronto, pensé meter a la Raquel. No era que pensara en poner de un comienzo el lado humano de Raquel Argandoña.
O por ejemplo, hay un cuento que le pones Lovefool, supongo que por la canción de los Cardigans….
¡Sí!, por eso…
Y otro en que haces referencia al amor virtual (Cyberlove) Son temas en que la literatura generalmente no se mete tanto...
En el caso de Lovefool, lo que pasa es que me gustó mucho la película Romeo+Julieta (1996) cuando la vi de chica. Ahí sale la canción y justo se me había ocurrido este cuento del desamor, que me salió muy actual y ahí se me ocurrió el título. En el caso de Cyberlove, fue porque leí algo sobre matrimonios concertados, y pensé que una persona pasa mucho rato pensando en la pareja con la que le concertaron el matrimonio. Es como enamorarse por internet, y escribí eso. Pero esas cosas se me ocurren bien intuitivamente.
Influencias y expectativas
¿Qué autores has leído que consideras importantes para este proyecto?
Karen Blixen, Grace Paley, Donald Barthelme, Dino Buzatti, Cho Seon-jak, Felisberto Hernández. Otros que me gustan, pero que ya no tienen que ver tanto con este libro son Joao Guimaraes Rosa, Leonora Carrington, Silvina Ocampo, Mariana Enriquez.
A diferencia de tus anteriores libros, ahora llegas a una editorial grande, Alfaguara ¿Cuáles son tus expectativas con este libro?
No me gusta especular. Me esforcé por el humor, con que fuera gracioso, me gustaría que fuera bien recibido por el humor. Me gustaría eso, porque lo hice para que la gente se ría, esa era mi intención y es lo que espero. El resto, está muy fuera de mis manos.