En la era de las redes sociales, una imagen no sólo puede llegar a valer más de mil (o 140) palabras. A veces una imagen equivale también a millones de “me gusta”, al lanzamiento de una nueva etapa de una carrera artística o incluso al origen de un debate más profundo sobre la fama, la representación y el feminismo en el siglo XXI.
Algo de todo eso se desprende de la última portada de la cantante Billie Eilish para la edición británica de la revista Vogue. Una serie de fotografías en las que la artista de 19 años, la gran estrella del pop anglo y emblema de su generación, muestra una imagen radicalmente distinta a lo que tenía acostumbrados en sus fanáticos, posando en lencería y reventando las redes en tiempo récord.
De hecho, tras compartir desde su cuenta su foto para Vogue, esta se convirtió en la publicación más rápida en alcanzar un millón de me gusta en la historia de Instagram, logro que consiguió en solo seis minutos (ahora tiene 14 millones de likes).
Pero más allá de los récords de viralización, la portada trae un significado más profundo para la artista, que ha decidido deliberadamente romper con su anterior imagen pública. Así, la solista se despide del pelo bicolor y la ropa holgada que usó durante sus primeros años en la música -para no ser sexualizada, aclaró varias veces- para lucir un atuendo tipo pin-up con lencería ajustada, guantes de látex, un corsé rosado y el pelo rubio platinado.
Una suerte de relectura centennial del look Marilyn Monroe, algo impensado para una artista que hasta hace poco defendía el derecho a ser una estrella pop no-cosificada, escondiendo su cuerpo bajo tenidas XL y convirtiendo esta decisión en una suerte de bandera de lucha. “Por eso llevo prendas holgadas. Nadie puede opinar porque no han visto qué hay debajo”, explicaba Eilish el año pasado. “Nadie puede decir ‘está muy delgada’, ‘no lo está’, ‘tiene el culo plano’ o ‘lo tiene gordo’. Nadie puede decir nada porque no lo saben”.
Con esa misma convicción, la ganadora de siete premios Grammy, que a fines de julio lanza su esperado segundo disco, defiende ahora su derecho a mostrar su cuerpo en la portada y entrevista con Vogue, anticipándose incluso a las críticas que le llegarían por decepcionar o al menos descolocar a parte de su fanaticada.
“De repente eres un hipócrita si quieres mostrar tu piel, y eres fácil y eres una puta”, dice Eilish en la publicación. “Si lo soy, entonces estoy orgullosa. Yo y todas las chicas somos putas, y a la mierda, ¿sabes? Démosle la vuelta y empoderémonos en eso. Mostrar su cuerpo y mostrar su piel, o no, no debe quitarte ningún respeto”.
“Todo se trata de lo que te haga sentir bien”, declara la cantante en el titular del artículo. “Habrá gente que diga ‘Si te gusta el body positive, ¿por qué usarías un corsé? ¿Por qué no mostrarías tu cuerpo real?’, le pregunta la autora de la entrevista. Eilish responde: “Puedo hacer lo que quiera. Se trata de lo que te hace sentir bien. Si quieres operarte, hazlo. Si quieres llevar un vestido que alguien piensa que te queda grande, a la mierda, si sientes que te ves bien, te ves bien”.
En la misma nota, la autora de Bad Guy explica que esta exaltación que se ha hecho de su imagen, por vestir tapada y sin exhibir su cuerpo frente a otras artistas que sí lo hacen, se ha malinterpretado. Cuenta que se quiere apartar de esa idea porque esconde un subtexto negativo. “Debido a la forma en que siento que el mundo me ve, no me he sentido realmente deseada”, señala.
En la entrevista, además, Eilish revela que sufrió abusos sexuales cuando era menor de edad, aunque no entrega demasiados detalles, más allá de aclarar que estos hechos no ocurrieron al interior de la industria musical. El hecho habría inspirado también parte de su próximo álbum, Happier than ever, que sale a la venta el 30 de julio, que incluye un single donde denuncia a los hombres que abusan y explotan a niñas menores.
“Es una carta abierta a la gente que se aprovecha, especialmente hombres mayores”, adelanta. “No conozco una sola chica o mujer que no haya tenido una experiencia rara, o una muy mala. Y a hombres también, de los chicos jóvenes se aprovechan continuamente”.